Re: Deberes y vida familiar
Verdaderamente este es un tema irresoluble ya que el número de variables que intervienen es grande. Cualquier enfoque que se adopte para tratarlo encontrará tantos contra argumentos como argumentos se den. Razones puede haber todas las que se quieran, pero lograr una cierta coherencia entre todas es tarea imposible actualmente, veamos por qué digo esto en base a los actores que intervienen en el sistema educativo que es, a la postre, quien exige los deberes en casa.
-. Los niños, no, mejor los alumnos, pues hasta los universitarios pueden tener deberes para casa. Los deberes, además de una obligación y una mejora en los conocimientos, también son una responsabilidad. Por razón del desarrollo de la personalidad en cada etapa del crecimiento ¿tienen los niños asumido dicho criterio? A cualquier chavalín cuando se le intenta hacer ver que estudiar es casi, casi, su única responsabilidad, te miran con una cara sorprendida en la que se podría leer algo así como ¿pero qué cosa más rara me está diciendo éste?. Para ese chavalín ir al cole, insti, etc., no es otra cosa que una obligación, un "muermo" que obliga a madrugar, a soportar las manías de un profesorado desnortado y desmotivado que le hace la vida imposible, y la posibilidad de reunirse con los "colegas" en el recreo. Si acaso, la única actividad interesante es la educación física, sobretodo si hay posibilidades de jugar al fútbol. Invariablemente, en todos los centros se repiten las mismas situaciones: profesores retirando los móviles que llevan abiertos todos los niños, venga a cuento o no, conectados a Internet y pendientes de un mensaje tras otro en cualquier momento. Es un problemón de disciplina que, además, cuenta con el agravante de que el profesorado mantiene su móvil encendido por si acaso.
-. El profesorado, que tal como apunté más arriba, está desmotivado y desnortado. Pero ¿qué motivación puede haber en alguien que para llegar a su puesto ha tenido que superar un bachillerato, carrera, oposición o concurso, tener un C.V. extraterrestre y ser jovencísimo con experiencia para, a continuación ganar mil euros o poco más, mientras que cualquier pelagatos con una preparación muy inferior va a ganar tres veces más? A modo de anécdota recuerdo en mis comienzos como un día me quedé sin tinta en el bolígrafo y saqué la estilográfica del bolsillo para seguir haciendo mis anotaciones. Un "chavalín" de 18 ó 20 años -los míos siempre fueron mayorzotes-, dijo: "yo como ésa me puedo comprar tres o cuatro todos los meses". La estilográfica en cuestión era una Montblanc, que me habían regalado cuando me casé y lo gordo es que el "chavalín" tenía razón, él era pintor de brocha gorda, téngase en cuenta lo que cuesta pintar una casa y se tendrá una idea de lo que digo.
Pero la cuestión crematística no es la única, es importante, si, pero no decisiva. Está la cuestión vocacional de la que tanto se habla: "la educación es vocacional", y tal como afirman muchos de un modo para mi muy cursi: "muy gratificante". Es cierto, pero la cuestión puede ser si la vocación implica necesariamente ser tonto en la vida. Es decir, por tener una actividad vocacional ¿hay que renunciar a la promoción, al reconocimiento social, a llevar una vida que permita fundar una familia, etc., o hay que pasarse dicha vida en calidad de "interino" sin opción alguna? Pues en la enseñanza pública esa suele ser la realidad cotidiana de un gran número de docentes a merced de los vientos que soplen en las cabezas de los inútiles políticos y los carguetes burocráticos que nombran al servicio de sus particulares intereses partidistas.
-. Los "papases", y las "mamases", "progenitores homosex", "progenitor unifamiliar", o cualquier otro milagro extraño de la naturaleza social de nuestra época. Las asociaciones que todo lo mangonean y todo lo tergiversan. ¿Qué se puede esperar del enteradillo, o del que no sabe ni coger un lápiz, pero opina qué y cómo se debe enseñar? El primer problema a dilucidar son las diferencias entre educar y enseñar. Lo primero es ir preparando al niño desde que nace, o sea, desde el mismo instante en el que lo ponen en brazos de la madre, para que se integre en la sociedad. El niño a medida que ca creciendo lentamente va ampliando su universo personal y debe encontrar una pauta a seguir en cada momento. Pero para muchos padres, para el caso es mejor llamarlos progenitores pues no pasan de ahí, la educación pasa por dar de comer al bebé cuando berrea, limpiarle la caca y cambiar de pañal, ponerlo a dormir o llevarlo al parque, y así hasta que tiene edad suficiente para depositarlo en la guardería. Pero enseñar es otra cosa, se pasa de educar a enseñar cuando al niño se le deja en manos del profesorado, porque lo que éstos hacen es dotarlos de una serie de herramientas. No educa el profesor al alumno cuando los sistemas de valores de uno no coinciden con la escala que sea que impera en la familia del niño, y no lo hagas si no se quieren problemas. Yo soy católico, como tal debería educar en Cristo a mis alumnos, que ya son mayorcitos, pero como se me ocurra hacerlo no digo nada la que se puede liar.
Por supuesto, los niños con deberes en casa precisan de ayuda ante las cuestiones que no entienden, ¿están los "progenitores" preparados para dar tales respuestas? La mayoría no sabe coger un lápiz, tal como dije. La idea de tener que ponerse a ver si entienden algo de lo que su niño pregunta puede ser una tortura y muestra de su propia ignorancia. La importancia de la imagen del papi se puede venir abajo como un castillo de naipes. Además, los niños molestan en casa, así que hay que entretenerlos con la tele, la "plaiesteision", el ordenador o enviarlos a jugar al fútbol no vaya a ser que se tenga una mina en casa y se esté desperdiciando. A ello hay que añadir la presunta "idea" de que para qué van a estudiar si luego ganarán un pastón desempeñando cualquier curro sin cualificar.
.- Políticos, partidos, Estado, "autonosuyas", ayuntamientos (también, que son los dueños de los centros escolares de titularidad pública), administraciones varias como subdelegaciones territoriales, servicios de inspección, tutorías diversas, planes de estudios variados según comunidades autónomas, y variables según el color del gobierno de turno, etc., etc., etc., como un todo de inutilidades. Todo este entramado nunca entiende que el sujeto del sistema educativo es el alumno, y el agente el profesor. Todo lo demás sobra, los políticos, sus partidos y sus ideologías sobran, están de más. Como está de más, como sobra tantísima burocracia inservible e inútil.
.- La propia sociedad, el propio sistema, que no exige personas adecuadamente formadas e instruidas, sino gente sin criterio que sea moldeable como mano de obra barata inicialmente hasta que la empresa, sea la que sea y del ramo que sea, se haya encargado de preparar sus trabajadores para tareas muy concretas. El mejor escaparate es la universidad actual que ha pasado de formar científicos y profesionales liberales de alto nivel, a trabajadores para cubrir los puestos que demanda el sistema económico.
.- Por último, en medio de este caldo, de esta especie de sopa toda mezclada, mandar deberes para casa es perder el tiempo, sencillamente no los hacen, o los hacen mal, o "se los hacen" con lo que la inutilidad es todavía mayor. Yo soy partidario de que la enseñanza de cada día ha de ser reforzada con esos deberes, pero sé muy bien de la inutilidad de mandarlos. Así que desde hace años hago trabajar a la gente en clase. ¿Cómo? pues pasando de los libros de texto, tan útiles a las editoriales y cualquiera sabe a quien más, y "copiando en sucio" las explicaciones, como trabajo exigido junto con dichos apuntes pasados a limpio y que son materia evaluable obligatoria. De ese modo, al menos escuchan, escriben, leen y pasan de nuevo a escribir y leer. Y es que ya se sabe, "cada maestrillo, tiene su librillo". El problema es que ya estamos pagando el tremendo fracaso de un sistema educativo que renunció a su propia existencia y función cuando se aprobó la reforma de Villar Palasí en 1975 y que nos trajo la implantación de un modelo fracasado americano, la EGB, para sustituir el nuestro que tenía un siglo de existencia.
Última edición por Valmadian; 06/10/2016 a las 19:44
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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