Pero primero habría que cambiar la formación del padre, para que fuese el consuelo y fuerza de la sociedad en su demarcación. Y la Iglesia, sinceramente esta como están los hombres hoy día y excusen mi conclusión: Afeminados.
(Como las mujeres varonizadas).
Harian falta cambios muy drásticos, y me temo que no se está por la labor. Hay otros intereses más que tienen que ver con el dinero. Y ande yo caliente que pase frío la gente.
Si verdaderamente la Iglesia fuese ese motor que arranca no dudo que la masa social en buena parte haría lo dictado. Como debe ser, no tengo dudas; costase lo que costase. Pero es como un sueño del pasado. Vivimos y pensamos cobardemente. Y los curas son humanos y siguen su protocolo.
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