“Municipalismo frente a centralismo”







La Unión Europea emite actualmente directrices normativas que afectan directamente a más de un 60% de la legislación que afecta nuestra vida diaria.
Igualmente la Unión Europea y su estructura burocrática se mantiene económicamente gracias a impuestos de aduanas, una parte del IVA que recaudan los Estados, un tanto fijo de la Renta de los Estados, principalmente. Todo ello significa que la Unión Europea se convierte en un entramado burocrático y de poder, caro, interventor y completamente alejado de la ciudadanía.

Los Estados europeos deberían ser los limitadores de ese poder y salvaguardar la plenitud de su soberanía nacional. Sin embargo, las instituciones nacionales han renegado de aquello que es su razón de ser. Por el contrario se han convertido en la cuerda de transmisión de las Instituciones europeas. Igualmente las administraciones regionales se convierten en centralismo que sirve a otros centralismos superiores. La Europa que se nos prometió fundarse bajo el principio de subsidiariedad, ha invertido este principio.

Las instituciones nacionales han renegado de aquello que es su razón de ser. Por el contrario se han convertido en la cuerda de transmisión de las Instituciones europeas.



En estos momentos el municipio –junto a la familia- es la entidad social y natural más próxima al ciudadano y con menos competencias y recursos.
Los políticos no ven los municipios como comunidades para administrar sino oportunidades para que ciertos políticos inicien su carrera política. Igualmente, las agendas autonómicas, nacionales o europeas, dejan relegadas las prioridades de estas entidades.

El municipalismo es una doctrina que defiende que la ordenación social debe estar dirigida de abajo a arriba. Reconoce en el municipio la forma política primigenia y, por tanto, la que debe atenderse de forma especial. Para ello, el municipalismo reclama para la administración de las poblaciones muchas competencias que les son propias, empezando por una autonomía económica que le permita pactar servicios con cuerpos sociales superiores, como la administración autonómica, estatal e incluso europea.

El municipalismo es una doctrina que defiende que la ordenación social debe estar dirigida de abajo a arriba. Reconoce en el municipio la forma política primigenia y, por tanto, la que debe atenderse de forma especial.

La regeneración política debe empezar por los municipios. Para ello es imprescindible concienciar a la sociedad de la necesidad de que el epicentro de la política pase de estamentos elitistas y completamente alejados de la sociedad y se acerque a los municipios. El municipalismo, arrinconado por los politólogos o usado por los populistas, debe ser redescubierto por la ciudadanía. No hay mejor remedio contra el intervencionismo y el centralismo autonomistas, estatal o europeo.




https://barraycoa.com/2016/12/05/mun...a-centralismo/