A los masones de grado 29 se les obliga a pisar un crucifijo con los pies y consagrarse al demonio



Alberto Bárcena ha revelado en su nuevo libro Iglesia y masonería (San Román) uno de los secretos más herméticos del mundo: el ritual de iniciación en el grado 29 según el Rito Antiguo y Aceptado, uno de los más mayoritarios dentro de las logias masónicas, en el que se rechaza expresamente a Cristo, pisoteando con los dos pies un crucifijo y, además, se invoca a modo de consagración la protección de Baphomet, dios de la Luz, que es una representación del demonio.


¿Cómo es ese ritual de iniciación que se invoca al demonio?

El ritual de iniciación en el grado 29 según el rito Antiguo y Aceptado lo explica Alberto Bárcena de esta manera: “El Baphomet, dios andrógino, penetra en el templo (de la logia) llevado por el Vigilante Primero y por el Segundo, o sea, por las dos máximas autoridades después del Venerable Maestro. Es paseando en forma circular por la logia siguiendo las agujas del reloj. A su paso se rinde veneración (genuflexión de la pierna izquierda)”. Baphomet queda situado en el centro de la logia mirando hacia Oriente y hasta allí es conducido el candidato con los ojos vendados. Cuando está frente a él, se le quita la venda. De modo que en este momento de su recorrido iniciático el masón se encuentra cara a cara con esta representación del `Portador de la Luz´“.



El iniciado debe escoger entre la cruz cristiana o Baphomet…
El masón iniciado en el rito 29 debe “ahora escoger entre la cruz cristiana, `símbolo de muerte y destrucción´ y la de ´la Luz y la Vida´, en forma de X, asociada a Baphomet, dios de la Luz”. “La elección se manifiesta `pisando la cruz (cristiana) con el pie izquierdo y con el derecho en este orden´. (…) A continuación, el candidato recita la fórmula del juramento ´con los brazos en forma de X sobre el pecho, el derecho sobre el izquierdo´”.