Tienes razón en parte; pero no es posible generalizar en este caso, pues aún hay muchas mujeres (gracias a Dios) que a pesar de mantener relaciones sexuales sin estar casadas verían como una monstruosidad abortar; ya que aún mantienen un sustrato católico (o en su defecto el simple sentido común) que les impide contemplar el feto como una simple parte de su cuerpo, y no como lo que en realidad es: una persona que además es su hijo.Porque en el tema del aborto subyace un problema de moral sexual (del que la derecha moderna siempre se escabulle) que es el de la revolución sexual inherente: a una señorita liberada y preparada por el Sistema para fornicar desde su adolescencia no hay fuerza moral alguna que a continuación le pueda exigir un frenazo en seco para no abortar. Eso es de cajón. Una cosa conlleva a la otra pero ¿quien educa hoy para la inhibición de la sexualidad hasta el matrimonio?
Yo diría que el problema no es tanto de moral sexual, pues el sexo como tal siempre ha sido fuerza mayor y el ser humano ha pecado a través de él (por debilidad intríseca) desde el principio de los tiempos; el problema es la guerra a muerte que el mundo liberal ha declarado al MATRIMONIO entendido como vínculo y sacramento indisoluble, protegido antiguamente por el Estado. El matrimonio así contemplado no era un antídoto total contra los embarazos de mujeres solteras (pues siempre los ha habido) pero si los limitaba y mitigaba bastante. Sólo habría que comparar el número de embarazos fuera del matrimonio que había hace 40 años y los que hay ahora; la diferencia es abismal.
La cuestión es que el NOM no quiere NI OÍR HABLAR de matrimonios indisolubles; pues sabe que eso conllevará reproducción y va totalmente en contra de sus postulados malthusianos. Sin embargo, fomentará otros tipos de "matrimonios" sucedáneos como "el civil" , "el homosexual", "el zulú", las "parejas de hecho" (etc) porque sabe que en realidad son papel mojado y ni fomentan la natalidad (salvo, y relativamente, el "civil") ni obligan a la persona desde un punto de vista sagrado. Mucho menos a nivel legal como ocurría antes.
De esta manera minan lo que les interesa en último término: que la sociedad occidental se reproduzca y mantenga vínculos familiares fuertes; lo que la hace menos manejable.
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