Sobre la memoria histórica, ideologizada y los testimonios que se usan para darle "veracidad"


En la "construcción" de la "memoria histórica" en los reportajes de "testimonios" sería muy conveniente, además de tener en cuenta a los impostores, a los "testigos" de buena fe pero cuya memoria no es de realidades sino "creada" en función de sus prejuicios ideológicos y ser victima de ser anegado por "informaciones" e "historia" según el guión del Discurso Cultural Dominante sembrado por los media del Sistema

Para ello es muy interesante, entre otros, los trabajos y denuncias de Elizabeth Loftus, matemática y psicóloga norteamericana y Oliver Sacks, neurólogo y divulgador, que han estudiado el tema de los Falsos recuerdos, los involuntarios personales, y los que se producen y crean a través de la "educación" y los media que adulteran la realidad inoculan historias falsas en la gente para lavarles el cerebro. Así luego recuerdan realidades que nunca han sido.

Los falsos recuerdos son el resultado de creencias persistentes, sugestiones que parten de figuras de "autoridad" o transmisiones de información falsa (que en la actualid son principalmente los media, con especial intensidad la televisión, pero también los programas educativos escolares manipulados). La exposición repetida a este tipo de estímulos pueden influir en la reorganización de los recuerdos de una persona, afectando a los detalles o implantando falsas, aunque vívidas, versiones de un hecho.

La explicación a este fenómeno suele residir en un error a la hora de identificar la fuente de la información, de manera que una persona puede recordar hechos específicos, pero no es capaz de identificar correctamente la fuente de ese conocimiento, posiblemente debido a la pérdida de la asociación entre los hechos episódicos (eventos específicos) y los semánticos (basados en conceptos abstractos, esenciales) que se encuentran almacenados en su memoria.

Un ejemplo particular de este fenómeno es la criptomnesia o amnesia de fuente, una suerte de plagio involuntario por el que una persona tiene la creencia de haber generado una idea original, cuando en realidad se trata del recuerdo de algo aprendido con anterioridad. Los falsos recuerdos también pueden ser explicados por el efecto de generación, un fenómeno observable por el que una exposición repetida a una creencia, sugerencia o falsa información se recuerda cada vez mejor con cada generación subsecuente.

Esto puede relacionarse con el efecto de desinformación, por el que el informe del testigo ocular de un acontecimiento puede estar influenciado por el informe que haya realizado otra persona acerca de ese mismo acontecimiento, o por las sugerencias que le puedan llegar por parte de alguna figura de autoridad.

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