Con su genial humor (aunque en realidad la cosa es para llorar), Antonio Burgos nos recuerda algunas de las perlas que hicieron famosa a la Calvo cuando fue ministra de (in)cultura en el (des)gobierno de Zapatero, que cada vez que abría la boca demostraba lo burra que era. Pues sí, a esta catetorra vamos a tener que aguantar de Vicepresidenta.
Calvo, claro
En el gota a gota de los nombramientos del nuevo Gobierno salido no de las urnas, sino del odio a Rajoy y de las ganas de "desalojarlo" de La Moncloa, Sánchez ha puesto a Carmen Calvo de vicepresidenta y ministra de Igualdad. En este caso, al contrario de lo que ocurría con Bibiana Aido, la ministra de Igualdad no es la ministra de Igual Da que lo sea o no. ¿Qué va a dar igual? Como canta la letra de "La Marsellesa", "los días de gloria han llegado". Los articulistas teníamos que darle un homenaje a Carmen Calvo por la cantidad de columnas que nos va a dar hechas, con sus frases antológicas. Nuestros lectores lo saben y las esperan ya, impacientes, en cuanto Carmen Calvo abra esa boquita, de la que ya salieron citas históricas, que falta mármol en las canteras de Macael para grabarlas con letras de oro. Muchas frases de Carmen Calvo forman ya parte de la Historia del Humor, como aquella tan famosa, ya cincelada en todas las memorias y en todos los chocazos por las esquinas que se da la gente partiéndose de risa: "Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie". ¡Y tanto! Así lo tiran, como dice la irresistiblemente ascendente egabrense.
Los lectores adivinan la que nos espera de entretenimiento con la vicepresidenta del Gobierno, que no da igual que no lo sea, porque entonces la cuestión iba a ser bastante más aburrida. Un lector nos anuncia: "Esta señora promete dar buenos momentos, y los dará". Y otro lector, como si fuera el partidario de un matador de toros, nos predice: "!Qué tardes de gloria nos esperan!". Confío que la señora Calvo, a la que felicito por su nombramiento, al tiempo que nos felicitamos todos por sus futuras ocurrencias, no desmerezca con las nuevas de las frases que ya figuran en su propia Antología del Humor Calvo y Con Dos Pelucas. Como aquella que hizo época sobre El Rocío, cuando dijo: "El Rocío es la explosión de la Primavera en el Mediterráneo". ¿Pero la que reclaman como playa de Sevilla, Matalascañas, no está a 15 kilómetros del Rocío y es del Atlántico, que no del Mediterráneo? Eso es lo que dicen los malpensados y los enemigos de doña Carmen, que con esa frase tuvo su particular "descubrimiento del Mediterráneo" rociero.
Carmen Calvo sabe más que los ratones colorados, y basta que diga una de sus frases para que, a modo de cortina de humo, se olviden los males de la Patria o los errores del Gobierno. Como los famosos ratones del Senado, historia que pasó de boca en boca y que canta la rueda, rueda, como dicen las coplas. Durante una sesión en el Senado en febrero de 2005, fue interrogada por el senador popular Juan Van-Halen acerca de las medidas previstas por el Gobierno para frenar la crisis en el cine español que perdió muchos espectadores mientras gobernaba el PP: "Período negro, Calvo dixit", según palabras de Van Halen. La ministra, en su turno de réplica, se mostró ofendida por no haber sido llamada "su señoría", según la fórmula habitual, e increpó al senador diciendo que para ella, él "nunca será Dixie ni Pixie; será "su señoría", en referencia a los famosos ratones de los dibujos animados. O sea, que de latín del verbo "decir", cortita. Necesitaba el que pedía su paisano el ministro Pepe Solís en los planes de enseñanza: "Gracias al latín, los que hemos nacido en Cabra somos egabrenses, y no lo otro".
Tengo, pues, una infinita confianza en que con Carmen Calvo y sus frases no nos van a faltar cada día artículos de broma, como los que vende Pichardo. Espero que queden para la historia como los ya antológicos de sus obras completas:
"Yo que he sido cocinera antes que fraila". "El español está lleno de anglicanismos". "Un concierto de rock en español hace más por el castellano que el Instituto Cervantes". "Deseo que la Unesco legisle para todos los planetas". Y para todos los Agostinis, apreciada y egabrense doña Carmen. Serán Las cosas de la vicepresidenta. De doña Carmen. Calvo, claro, como decía aquel anuncio del atún que hacían Juanjo Menéndez y Jesús Puente.
Calvo, claro, Por A.Burgos - Con las frases de Carmen Calvo no nos van a faltar temas de artículos
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