Desde que tengo el conocimiento de la existencia de esta sociedad «secreta» esta me ha provocado extrañeza, extrañeza pues es cuanto menos curioso que una sociedad en la que se reúnen determinados sujetos para hablar Dios sabe qué sea tan «abierta» a los medios de comunicación y se sepa hasta la localización precisa del lugar de reunión. Es cuanto menos extraño.
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