Releo el tema y esto es ya de manicomio: encargar una misa junto a los catoliquísimos Franco yJosé Antonio por la sabandija de Durruti, nada menos que el asesino de mons Soldevila, arzobispo de Zaragoza en 1923, a buen seguro que fue ese evento criminal lo más cerca estuvo de algo católico en su asquerosa vida.
Y lo más blasfemo es que haya que poner a un asesino sacrílego para "canonizar" y blanquear el acto y así el ensotanado de turno acceda a oficiar...
De verdad que esto es de locos. Yo no sé Dios en qué está ni a qué espera para dinamitar el quiosco y que se acabe la pesadilla
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