Los pasos, pasito a pasito, se siguen produciendo mientras marcan el camino hacia el enfrentamiento civil. ¿Tardará? posiblemente si, a los conflictos les pasa como a los terremotos, que necesitan de una progresiva acumulación de energía telúrica, la cual alcanzado un punto de no retorno acaba por estallar. Y la chispa puede ser cualquier cosa, en ocasiones hasta aparentemente absurda. Es lo que sucedió en la última guerra civil de Argelia y que a primera vista pareció dar la impresión de que la gente se había vuelto loca: la chispa saltó con la subida del precio del pan. Y de las panaderías acabaron con la artillería en marcha y los carros en los frentes. Obviamente, a nadie con dos dedos de frente se le escapa, aunque no se conozcan los detalles, que el precio de la barra se pan no hace estallar nada.
En España llevamos muchos años, mucho tiempo en aparente paz, pero sólo es eso, apariencia, porque las fuerzas telúricas están apretando a diario. Dice la expresión popular que "tanto va el cántaro a la fuente, que se acaba rompiendo", y es verdad. La última infamia ya está en marcha, sacar a Franco de su tumba en Cuelgamuros no es más que el deseo de guerra que tienen los socialistas. Durante décadas ese deseo pareció dormir, y hasta personas de ideas opuestas incluso cooperaban y se llevaban bien. Pero tuvo que llegar el presidente más imbécil de nuestra Historia para romper el encanto. El más cretino, el más tarado entre los tarados, inexplicablemente fue aupado a la segunda máxima magistratura del Estado, la ejecutiva, y él junto con su camarilla, por cierto, todos polvo en la memoria colectiva, tuvieron que inventar de nuevo la guerra civil con esa ley, que se diga lo que se diga, es ilegal y anticonstitucional. Otra cosa es que los letrados se dediquen a sus pajas mentales llenas de latinajos para justificarla. Pero la Constitución vigente en materia de derechos y libertades, es amplia y generosa, aunque en su conjunto sea un bodrio por demás. Y de esos barros de hace unos años, nos han llegado estos lodos que tenemos hoy entre manos, cuando el gobierno más canalla de los últimos ochenta años está asentado en la presidencia de la nación estrujando la ley del tarado entre los tarados, buscando aunque sea una última gota de ácido.
No importa que todo lo que sube, baja. No importa que se puede derogar (lo suyo sería declararla nula de Derecho) hasta la última coma de semejante truño. No importa que ante un giro copernicano se pudiera devolver a Franco al valle de los Caídos. No importa porque el mal ya está hecho y ya hemos llegado a ese punto de no retorno. Vuelve a haber gente que ni se saluda por motivos ideológicos, vuelve a darse el caso de hermanos que han roto su familia por cuestiones de la política de los más descerebrados y malvados. El mal está hecho y el camino nos lleva otra vez hacia donde no debemos ir. Se pueden añadir muchas otras ideas, o señalar muchas circunstancias, pero si hay algo que podría definir ese camino es que la idea de la guerra civil cada vez va calando más en la mentalidad de la gente, esa es la peor de las señales posibles. Y después ya se verá lo que pueda pasar, pero España tiene muy graves problemas: un partido criminal en el poder. Un rupturismo secesionista que no se corta, porque no hay interés en que se solucione. Una sociedad desnortada que sólo mira por si misma, sin ánimo alguno de sacrificio, y con el odio en la mirada. Un absoluto descreimiento de todo los sagrado y lo sublime, freno indiscutible de las pasiones y estímulo para lo grande, y este descreimiento no afecta sólo a la fe en Dios, sino también al desprecio por la patria. En resumen, los ingredientes están en el puchero, sólo falta que alguien encienda el gas.
Cainismo. La guerra civil en España es perfectamente posible
“Van a sacar a la calle al nacionalismo español”, dijo Felipe González.
Eulogio López 03/06/18
Lo decía recientemente Felipe González, en alusión al separatismo catalán: “Van a sacar a la calle al nacionalismo español”.
Para el socialista González nacionalismo y patriotismo es lo mismo, pero en cualquier caso, tiene razón: el engreimiento separatista catalán ha resucitado el dormido patriotismo español y ya tenemos, otra vez, las dos España enfrentadas. Ya tenemos el frentepopulismo o unión de socialismo, comunismo y separatismo (burgués o revolucionario). Todos unidos por el odio al cristianismo y a España, cuando el cristianismo anda, como hoy, menguado.
No hablo de una guerra de trincheras sino de un enfrentamiento de todos contra todos
En este caldo de cultivo, creado por el insensato de Pedro Sánchez, basta que uno de los guardaespaldas de Indalecio Prieto, asesino de José Calvo Sotelo, para que estalle todo el resentimiento acumulado y se arme la del 36.
Sí y sé que ahora no sería una guerra de trincheras, pero ¿qué más da? Se trataría de una guerra de todos contra todos. A la postre, guerra civil. También está el asunto económico ciertamente, porque ya se sabe que “en tiempo de rojos, hambre y piojos”, o, como diría el mismo Felipe González, que a Sánchez se lo dijo: nunca os fiéis de los comunistas. O sea, de Podemos, a los que tildó de leninistas
El guerracivilismo lo inició ZP y su memoria histórica. Nos habíamos perdonado y de repente, junto a los huesos de los muertos resucitaron los viejos agravios.
El frentepopulismo del insensato de Pedro Sánchez, nuevo presidente del Gobierno, es el camino adecuado
Y de paso, ZP aprovechó para arruinarnos. O como aseguran las redes a Internet: te vamos a arruinar y lo sabes. Hoy, la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, volvía a enfatizar al desastre con patas conocido como ZP como reserva espiritual de la humanidad: “Te vamos a arruinar, y lo sabes”.
Y luego el porqué. Con tal de vivir en La Moncloa, Pedro Sánchez se despeina. Observen otra meme de Internet (en el vídeo inferior), sobre su mano derecha, José Luis Ábalos, donde aseguraba que ellos no tenían ansiedad por gobernar: pues menos mal.
Sí, España tiene un peligro latente de enfrentamiento civil. Sería un enfrentamiento de todos contra todos, porque las ideologías, al igual que la información, se ha fraccionado y se ha fracturado.
Pero el rencor crece y la izquierda cristófoba y arruinadora persiste en ello.
https://www.hispanidad.com/confidenc...01725_102.html
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