El debate del "no salimos de ésta"





Que la política gire sobre unas elecciones, es empobrecer muchísimo la política, que es cosa de todos, cosa de todos los días, y que surge en las mil instituciones de la vida social y laboral, asistencial, cultural etc. El ciudadano sabe de aquello que vive diariamente.

Que las elecciones giren sobre una persona, que es la que tendrá todo el poder -prácticamente todo-, es muy triste y peligroso.

También es penoso que la política se centre en elementos maleables como la imagen, la capacidad dialéctica y de engaño, a ver quién atrae más, a quien tomo en un renuncio, a ver quién juega mejor con calificativos y epítetos...

El debate a cinco en la Tres este 4 de noviembre, nos ha dado la impresión que España es de sus gobernantes, mucho más que de los españoles.

Da la impresión que el Gobierno nos va a hacer y dar todo, y que las cosas no cuestan. Fuera ya responsabilidades. Fuera al fin riesgos. Al diablo con la incómoda creatividad.

El Gobierno va a darnos todo para hacernos suyos, y muy suyos con la única condición que nosotros "queramos". Y no nos dejan otra opción, pues todos los grandes partidos tienen ese planteamiento. Desde luego los tradicionalistas no lo tenemos, pues queremos sustituir el Estado (del s. XVI hasta hoy) por la suprema potestas y las instituciones sociales a la par.

El amor del Estado y la Administración pública de Madrid o de sus 17 sucursales estatutarias autonómicas (la inversión de los Fueros), es un amor imposible, porque para dar y atender las necesidades hay que tomar, para tomar hay que restar, y no se resta si antes no se suma, no se divide si antes no se multiplica, y no hay nada de esto sin las libertades sociales y económicas y una vida basada en el bien personal y familiar, común y verdaderamente social.

El efecto multiplicador es propio de la sociedad y no de los Gobiernos, que deben devolver a la sociedad las atribuciones tomadas a ésta.

R. de A.



El Irrintzi: El debate del "no salimos de ésta"