Es la tercera vez que leo esta entrevista desde ayer; reproducida ahora en Hispanismo. La primera inexactitud es el propio título, pues entrecomilla una frase que en realidad Don Sixto no dice en ningún momento.
Este es el nivel del periodismo actual.
¿Está usted en sintonía con Vox?
En primer lugar, tengo mis dudas sobre su ubicación en la extrema derecha. Más bien me parece un partido conservador que ha reaccionado contra la indefinición creciente de la matriz de la que procede, el Partido Popular. Que adopten un tono belicoso y a veces pintoresco no me parece suficiente para situarlo en la extrema derecha. Concepto por lo demás bastante equívoco.
También es cierto, que el término "extrema derecha" en Francia tiene un matiz distinto que aquí no suele tener; de ahí que no le guste la identificación de Vox con la extrema derecha francesa que a él parece gustarle. No olvidemos el orígen de los términos "derecha" e "izquierda", que es francés, y hacía referencia a la colocación de los diputados en la Asamblea de los Estados Generales.
Pero también advierto un uso de otros temas, como el de la inmigración, de modo no siempre acertado. Es como si en otras ocasiones quisiera acercarse al Frente Nacional francés, pero sin la fuerza y la personalidad de un Jean-Marie Le Pen. Luego tiene algunas conexiones internacionales inquietantes.
Aquí lo que demuestra es la profunda admiración que siempre ha tenido por Le Pen-padre, al que apoyó públicamente (no sé lo que piensa ahora de su hija) al tiempo que, veladamente en mi opinión, hace una crítica a las conexiones judías de Vox.
Yo no abracé la causa de Fuerza Nueva. Desde 1976 se habló de posibles coaliciones electorales para la Comunión Tradicionalista, pero sólo cuajó una, en 1979, llamada Unión Nacional, con varios partidos distintos. Quizá fuera un error. Aunque era sólo una coalición electoral. Nada más. Sin faltar el respeto a las personas, puedo decirle tan sólo que ese mundo no era el nuestro y no nos entendimos con los falangistas ni con ese movimiento nacional refundado que era Fuerza Nueva.
Vaya, tristes palabras estas; pero no sé yo...
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