Llamamiento de Don Sixto Enrique de Borbón

**Hyeronimus** · 30/05/2020

Lignières / Madrid, 23 mayo 2020, Aparición del Apóstol Santiago en la Batalla de Clavijo (844). Tal día como hoy de 2006, en carta a su Secretaría Política, Don Sixto Enrique de Borbón dirigía un llamamiento a los carlistas. Perfectamente aplicable a la actualidad, no se puede leer sin admiración ni sin remordimiento:

A mi Secretaría Política
Madrid

Contemplo con preocupación e inquietud crecientes la situación de nuestra Patria. Las naturales consecuencias del sistema liberal, siempre disolvente, parecen sucederse a un ritmo cada vez más rápido. El clima creado tras los trágicos atentados del once de marzo (cuyas sospechosas implicaciones parecen salpicar, en mayor o menor grado, a todos los partidos políticos que hoy secuestran la representación popular) y el Gobierno que surgió de ellos, están favoreciendo una decadencia moral sin precedentes, la quiebra del Estado y la disgregación de lo que queda de España.

Ante tal panorama, algunos, quizá bienintencionadamente, reivindican la Constitución de mil novecientos setenta y ocho, que además de ilegítima ha favorecido el proceso disgregador; otros levantan bandera por una España jacobina, construcción tan artificial y revolucionaria como los nacionalismos regionales. Los hay que miran a Europa o a poderes cuyo centro está aún más lejano, sin percatarse de que sólo a la Hispanidad y a la Cristiandad pertenecemos y nos debemos, y que vincularnos a otros significa capitular y desaparecer.

Frente a todo ello debería alzarse el Carlismo, la Comunión Tradicionalista, salvaguarda de las Españas verdaderas. Pero hasta en nuestras filas se da esa confusión propia del momento, y la falta de unidad, de entrega, de constancia y de disciplina están impidiendo la eficacia en la acción. Tal vez la causa haya que buscarla en la falta de la virtud teologal de la esperanza, que hace a los cristianos trascender la fácil dicotomía de optimismo y pesimismo.

La hora es grave, extremadamente grave. Nuestra responsabilidad histórica es enorme. Pido a todos que con esfuerzo militante, espíritu de sacrificio y sentido de urgencia, se agrupen en torno a la Secretaría Política que creé hace casi cinco años. Y lo hago con las mismas palabras que usé hace treinta, en mi Manifiesto de Irache: "En épocas como la pasada, cuando se ha perdido el norte, es natural que algunos, desorientados, hayan buscado el acomodo que su conciencia o las circunstancias parecían indicarle como aceptable. A nadie culpo, a nadie reprocho y a todos llamo para que juntos procuremos una vez más, servir lealmente los altos intereses de nuestra Patria".

En el exilio, a veintitrés de mayo de dos mil seis, festividad de la aparición del Apóstol Santiago en la Batalla de Clavijo, mes de la Santísima Virgen María.

La Secretaría Política de Don Sixto Enrique de Borbón en las redes sociales:
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Twitter @carlismoes

**juan vergara** · 31/05/2020

Notable la actualidad del "Llamamiento" del Abanderado de la Tradición a los Carlistas, que tiene indudablemente plena vigencia.
Pero por lo visto no ha tenido la respuesta esperada y obligada, conforme a nuestras responsabilidades, ante estos aquerónticos tiempos.

**ALACRAN** · 01/06/2020

Iniciado por Don Sixto Enrique de Borbón

otros levantan bandera por una España jacobina, construcción tan artificial y revolucionaria como los nacionalismos regionales.

Discrepo de la comparación España jacobina vs. nacionalismos regionales como equiparables. Dejando a un lado lo discutible de que la España de hoy sea jacobina, lo que ahí llama eufemísticamente nacionalismos regionales son separatismos histéricos de odio antiespañol. Los "nacionalismos regionales como consecuencia odian la Cataluña histórica, el País Vasco y Navarra históricas y la Galicia histórica... La España jacobina al menos concibe la idea de España; los otros ni eso.

**DOBLE AGUILA** · 02/06/2020

Discrepo de la comparación España jacobina vs. nacionalismos regionales como equiparables. Dejando a un lado lo discutible de que la España de hoy sea jacobina (...). Los "nacionalismos regionales como consecuencia odian la Cataluña histórica, el País Vasco y Navarra históricas y la Galicia histórica... La España jacobina al menos concibe la idea de España; los otros ni eso.

Es que en mi opinión no existe un "jacobinismo" en España; pues para ello los partidos de ultraizquierda que nos gobiernan: "Psoe", "Podemos" (et al.) tendrían que exhibir la necesaria impronta "centralista" del jacobinismo clásico, cosa que ni por asomo tienen; y es discutible que durante la Guerra Civil o las dos repúblicas la tuvieran (más allá de la retórica).

En España la izquierda es difícilmente clasificable (en todos los sentidos) pues siendo muy estatalista es a la vez disgregadora, federalista o incluso "cantonalista". No es que les guste el Estado, sino los "estados" dentro del Estado. Unas taifas vamos.

PD: Yo antes era muy contrario a las Comunidades Autónomas (por ahistóricas y despilfarradoras); pero tengo que reconocer que al menos tienen la ventaja de atemperar o suavizar los gobiernos centrales nefandos como el que nos ocupa.

**Hyeronimus** · 02/06/2020

Pues no sé qué decirte, porque crean otros centralismos más pequeños y tenemos una doble centralización, aunque esté más menguada, con una doble burocracia. Además, a mí me revienta que se llame comunidades autónomas a las diversas regiones. No suena nada natural. Decir comunidades autónomas es decir burocracia y zonas artificiales que no necesariamente coinciden con las regiones históricas, mientras que decir región es decir historia, tradición, costumbres, devociones, gastronomía, paisajes, pueblo, gente, vida. La gente de la calle sigue hablando habitualmente de regiones.

**ALACRAN** · 02/06/2020

Iniciado por Hyeronimus

Pues no sé qué decirte, porque crean otros centralismos más pequeños y tenemos una doble centralización, aunque esté más menguada, con una doble burocracia. Además, a mí me revienta que se llame comunidades autónomas a las diversas regiones. No suena nada natural. Decir comunidades autónomas es decir burocracia y zonas artificiales que no necesariamente coinciden con las regiones históricas, mientras que decir región es decir historia, tradición, costumbres, devociones, gastronomía, paisajes, pueblo, gente, vida. La gente de la calle sigue hablando habitualmente de regiones.

Bueno, es que realmente las comunidades autónomas del interior excepto Extremadura y Aragón no coinciden con las regiones tradicionales, por eso no se las debería llamar regiones. Pero lo más grave sobre ello es que ya se llama indistintamente comunidades autónomas o "regiones" a meras provincias como Madrid o Rioja. Los becarios de las redacciones y los políticos ya dicen sin ningún problema la "región de Madrid"...

El nombre peculiar de "comunidades autónomas" tampoco equivalía a región para los constituyentes de 1978: en principio por definición, ya que la región venía a ser algo pasivo, inerte y sin vida, la "comunidad autónoma" en cambio, era contemplada como algo activo, competencial, etc Además porque no debía forzosamente coincidir la comunidasd autónoma con la región histórica, pues podían agruparse y desagruparse provincias de sus regiones naturales por semejanzas económicas (en unos casos por exceso (Castilla y León) y en otras por defecto (Madrid, Rioja y Cantabria).

**DOBLE AGUILA** · 04/06/2020

Está claro que las "Comunidades Autónomas" son, en su mayoría, una extraña construcción "ex novo" que obedecía en su concepción, a criterios de cálculo político o de oscuros intereses (Madrid, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha...) y no a la historia. También te doy la razón en que son generadoras de nuevos centralismos más pequeños incluso pseudonacionalismos (añadiría yo).

Pero dada la situación, no quiero imaginarme lo que sería no disponer de ellas en este momento; y que hubiera sido este gobierno de ineptos falaces dedicado, en exclusiva, a gestionar todo este gran desastre sin organismos intermedios (como las CCAA).

**ALACRAN** · 04/06/2020

Iniciado por DOBLE AGUILA

Pero dada la situación, no quiero imaginarme lo que sería no disponer de ellas en este momento; y que hubiera sido este gobierno de ineptos falaces dedicado, en exclusiva, a gestionar todo este gran desastre sin organismos intermedios (como las CCAA).

Cierto. Por eso mismo cuando p. e. un Abascal habla de suprimir autonomías en teoría está bien, pero dado el contexto en la práctica podría llegar a suponer un único gobierno absoluto de descerebrados como el que padecemos. Y es que todo lo que les suponga contrapeso, al menos es un alivio.