Por primera vez en los últimos años, el tío acapara más titulares que el sobrino. Después de una exitosa carrera como futbolista, Miguel Ángel Nadal cedió las portadas a su sobrino Rafael y se pasó al otro lado, como comentarista de los partidos de Liga en la televisión autonómica balear, IB3. Sin embargo, un confuso burofax ha devuelto al ex jugador del Mallorca y el Barcelona a la primera plana. La pasada semana, la corporación audiovisual comunicó a Nadal su despido mediante un fax, argumentando su "escasa competencia lingüística" del catalán. Es decir, prescindía de sus servicios porque habla mallorquín en vez de catalán estandarizado. Sin embargo, ayer mismo IB3 emitió un comunicado para negar el despido. La televisión balear asegura que el burofax solamente informaba de que no se renovará el contrato, que concluye el próximo 22 de Agosto, pero con la intención de negociar uno nuevo. Asimismo, la televisión autonómica asegura que "es totalmente falso que no se haya renovado el actual acuerdo por motivos de carácter lingüístico, como tampoco es cierto que la notificación enviada a Miguel Ángel Nadal se indique tal extremo". La nota añade que la corporación audiovisual "considera todo un lujo contar con la colaboración de uno de los mejores deportistas de la historia de las Islas Baleares", al que "consideramos como la persona más indicada para participar tanto en las retransmisiones como en los programas deportivos de la casa".
Sea como fuere, el fondo y la forma del supuesto despido no han sentado bien en el seno del clan Nadal que, sin embargo, ha reaccionado con su habitual educación rociada con unas gotas de ironía. "A ver si os tenemos que mandar las respuestas por burofax", le sugirió en tono jocoso el padre de Rafael Nadal, Sebastià, a una redactora de la televisión local cuando ésta se acercó al tenista en el aeropuerto de Son Sant Joan para solicitarle unas declaraciones antes de que partiera hacia Montréal, donde disputa esta semana un Masters Series. "Lo dije en broma", matizó posteriormente Sebastià Nadal, lo que no impidió que considerara que el modo de despido de su hermano había sido una "falta de educación". Pese al chascarrillo de su padre, el número dos del mundo atendió sin ningún tipo de problema a las preguntas de los redactores de IB3 Radio y Televisión.
Pese a las aclaraciones posteriores, el pseudodespido de Miguel Ángel Nadal ha vuelto a poner en evidencia al nuevo director del ente público balear, Antoni Martorell, ex jefe de prensa de la presidenta de Unió Malloquina, María Antonia Munar, que con su partido bisagra ha propiciado un nuevo Pacto de Progreso en las islas. Las primeras decisiones de Martorell al frente de IB3 han desatado una oleada de críticas lideradas por el Partido Popular, que registró el pasado sábado en el Parlament insular una solicitud de comparecencia urgente ante el mismo del director general de IB3 para que aclare "su línea de actuación", dada la manifiesta falta de imparcialidad con la que, en opinión del PP, gestiona la radiotelevisión pública balear.
Antoni Martorell
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