Está clarísimo que no funciona. No sirve de nada. Solo ha servido para propagar el sida y otras enfermedades al difundir la promiscuidad. El látex es inútil. Por eso a veces los cirujanos se encuentran sangre en las manos después de una operación y lo evitan usando dos guantes por mano en vez de uno. Y lo difícil que es que llegue un preservativo al comercio en condiciones. El calor los afecta mucho. Nos podemos imaginar un camión que va distribuyendo condones un caluroso día de verano por las farmacias de una ciudad como Río de Janeiro o Sevilla, el calor que debe de hacer dentro de la parte trasera del camión, y tampoco se puede refrigerar porque también se estropea. Es un cuento chino, un negocio redondo para los fabricantes de preservativos.
Al contrario de lo que se suele creer, "sexo seguro" no significa sexo sin peligro. Quiere decir "seguro que habrá sexo".
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