LIBERALES FIEROS Y MANSOS... SIN ENMIENDA



El Partido Popular se reconoce heredero del liberalismo decimonónico, o sea: comparte la matriz de los sacrilegios y las abominaciones cometidas por los "liberales fieros" en 1936-1939.

ENMIENDAS DE VIDAL-QUADRAS & CO.

"Llámese racionalismo, socialismo, revolución o Liberalismo, será siempre, por su condición y esencia misma, la negación franca o artera, pero radical, de la fe cristiana" (Carta colectiva de los Ilms. y Rdmos. Prelados de la provincia eclesiástica de Burgos)

Con tanto alboroto en el PP, y con tanto español bienintencionado que sigue las noticias confiando todavía en que el PP sea una esperanza para España que nos la han convertido en un mal casi sin remedio, merece la pena que pensemos por un momento en los disparates que propaga la demagogia del Partido Popular. Por ejemplo, conciliar liberalismo con catolicismo -ellos prefieren llamarle "cristianismo" y así pueden hacerle un sitio a los apóstatas y herejes que, a fin de cuentas, votan como las Hermanitas de la Caridad.

En este sentido, las "enmiendas" a la ponencia política del XVI Congreso del PP presentadas por seis "barones" del PP, todos ellos encabezados por D. Alejo Vidal-Quadras, ha desatado los aplausos de los más conspicuos contertulios de los programas radiofónicos de la COPE. En su cristianismo bajo en calorías, un párrafo de este documento parece haberles encantado. Este dice así:

“El Partido Popular se considera heredero de la tradición reformadora de la sociedad y del Estado que arranca en España del pensamiento ilustrado del siglo XVIII. Esta tradición tuvo acusada expresión en las reformas políticas, jurídicas y económicas propiciadas durante el siglo XIX por las dos grandes corrientes – moderada y progresista – del liberalismo español y en las reformas sociales de inspiración conservadora de comienzos del siglo XX, acentuadas posteriormente por las tendencias políticas inspiradas, por una parte, en el regeneracionismo español y, por otra, en el humanismo cristiano. El ideario político del Partido Popular refleja la síntesis de todas estas corrientes históricas, en la línea de las formaciones políticas surgidas en Europa desde el final de la II Guerra Mundial para representar a los sectores que se identifican a sí mismos en el centro y la derecha moderada, y que contribuyeron decisivamente a la reconstrucción y modernización de las democracias europeas en la postguerra.”

Hasta hoy mismo no sabía yo que el Partido Popular tenía “ideario político” alguno. Perdonen ustedes, pero no lo sabía. Es fácil confundir “síntesis” con "empanada mental" o partido político de aluvión, formado por cascotes, arenas movedizas, a ratos cristianos y librepensadores gallardoneantes... Un partido sin identidad que vampira de los españoles de buena voluntad, más o menos nostálgicos. Por eso no es de extrañar que estos ilustres peperos saquen del baúl de los recuerdos a los ilustrados, vanagloriándose de creerse que su partido es “síntesis” de corrientes tan dispares como los progresistas del masón Práxedes Mateo Sagasta, los caciques de Cánovas del Castillo o los iluministas dieciochescos –ya saben ustedes, la mayor parte de ellos gastaba pelucas, eran masoncetes y creían que todo lo extranjero era bueno y todo lo español malo. No lo dudemos, a estas alturas no faltará algún afrancesado que también podrá ser considerado precursor y padre fundador del PP. Y eso sí, muy "centro", muy "reformista" y muy "liberal"... Los liberales, ¿qué diremos de los liberales?

Con urgencia, tras leer semejante bodrio, tuve que buscar un antídoto. Miren cómo estará el Partido Popular que todo un Doctor de Física Atómica les redacta unas "enmiendas". Al paso que va el PP, falta le hará un Físico Atómico para rastrear la "atomización" a la que lo está sometiendo ese "viraje" al centromariconismo simpatético y gayfeminista de Rajoy. Siempre he pensado -y no soy el único- que el PP es un partido-bufete desprovisto de ideólogos, a tente bonete de picapleitos. La triaca contra semejante veneno la encontré en una lectura que, ante estas tácticas del liberalismo, se hace harto recomendable. Y es que, para poder reconocer, a los liberales nada mejor que el perfil que nos traza de sus especies el gran D. Félix Sardá y Salvany:

“El liberal fiero se conoce, desde luego, porque no trata de negar ni de encubrir su maldad. Es enemigo formal del Papa y de los Curas y de la gente toda de Iglesia; bástale sea sagrada cualquier cosa para excitar su desapoderado rencor. Busca entre los periódicos los más encandilados; vota entre los candidatos los más abiertamente impíos; de su funesto sistema acepta hasta las últimas consecuencias. Hace gala de vivir sin práctica alguna de religión, y a duras penas la tolera en su mujer e hijos. Suele pertenecer a sectas secretas, y muero por lo regular sin consuelo alguno de la Iglesia”.

Queda descrito el “liberal fiero”. Aunque alguno de ellos puede haberlos en las filas del PP, desde luego no son mayoría. Más bien los podemos encontrar en las filas de IU o, para ser más exactos, dado que IU a día de hoy está falta de filas (todos juntos a lo mejor hacen un equipo de baloncesto), busquémoslos en las del PSOE (que son legión, como los demonios gadarenos).

Pero, si el liberalismo es conciliable con el catolicismo, apliquémonos ahora al “liberal manso”, el otro espécimen de la fauna liberalesca.

“El liberal manso suele ser tan malo como el anterior, pero cuida bastante de no parecerlo. Las buenas formas y las conveniencias sociales lo son todo para él; salvado este punto no le importa gran cosa lo demás. Incendiar un convento no le parece bien; apoderarse del solar del convento incendiado, es cosa para él ya más regular y tolerable. Que un periodicucho cualquiera de esos de burdel venda sus blasfemias en prosa, verso o grabado a dos cuartos ejemplar, es un exceso que él prohibiría y hasta lamenta no lo prohíba un Gobierno conservador; pero que se diga todo lo mismo en frases cultas, en un libro de buena impresión o en un drama de sonoros versos, sobre todo si el autor es académico o cosa así, ya no ofrece inconveniente (…) Escuela sin catecismo es un insulto al católico país que la paga. Mas universidad católica, es decir, con sujeción entera al catecismo, o sea al criterio de la fe, debe dejarse para los tiempos de la Inquisición. El liberal manso no aborrece al Papa sólo no encuentra bien ciertas pretensiones de la Curia romana y ciertos extremos del ultramontanismo que no dicen bien con las ideas de hoy. Ama a los Curas, sobre todo a los ilustrados, es decir, a los que piensan a la moderna como él; en cuanto a los fanáticos y reaccionarios, los evita o los compadece. Va a la Iglesia, y tal vez hasta a los Sacramentos; pero su máxima es que en la Iglesia se debe vivir como cristiano, mas fuera de ella conviene vivir con el siglo en que se ha nacido, y no obstinarse en remar contra la corriente. Navega así entre dos aguas, y suele morir con el sacerdote al lado, pero llena de libros prohibidos la librería”. ("El liberalismo es pecado", Madrid, 1936.)

Y aquí tenemos descritos a estos “ideólogos” del PP y sus compinches mediáticos de la COPE, incluyamos entre ellos al obeso protestante pro-sionista y al comunista tornadizo en liberal que llama por las mañanas a la Pepa, por no poder llamar a PePe. Pero, ¿es que la Conferencia Episcopal no tiene mejores defensores?Señor Alejo Vidal-Quadras, con todos mis respetos, esa indigesta mezcla –que no síntesis- de liberalismo y cristianismo no es conciliable, se pongan ustedes como se pongan. Le recordaré que un paisano de Vd., el gran D. Félix Sardá y Salvany lo dijo con claridad meridiana: EL LIBERALISMO ES PECADO. Pese a todas las enmiedas que ustedes puedan hacer, reconozcan una cosa, el liberalismo no tiene enmienda.



Publicado por Maestro Gelimer

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