¡Ojalá El Señor siga iluminando la mente genial de Mingote! Hará unos 20 años, bueno no sé si son esos, pero sí que son muchos ya, uno de sus dibujos reproducía la siguiente escena:
Dos robots iban charlando mientras caminaban por la calle, y uno le decía al otro algo así: "Es uno de nuestros creadores".
Detrás había un árbol y en él, colgado de una rama con un sólo brazo, greñudo y tapado con un taparrabos de piel, había un digno representante del género "homo".
Con estos frikis, el destino está claramente ligado a los nefastos y nefandos augurios de Mingote, ¡qué rabia me da la razón que tiene!
P.D. De aquí al mundo feliz de Huxley únicamente queda otro paso más.
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