Respuesta: El gran engaño de los "derechos humanos"
Considero que los "derechos humanos" son una rebelión frente a la verdad inherente al ser humano. No puede ser que todo sean derechos, cuando lo que se hace es conculcarlos de raíz: el derecho a la vida.
Este, y no otro, es el único y verdadero de tales derechos, sin su estricto cumplimiento no puede haber otros. Pero, todos los derechos devienen necesariamente de "obligaciones". Si un individuo mata pierde "su derecho" a la libertad, si otro no cumple con su obligación de trabajar, no puede esperar la remuneración correspondiente.
Las obligaciones nacen del mandato divino y que tan perfecta y completamente se exponen en el Decálogo. Pero para un no creyente, o un ignorante de la existencia de Dios y de su mandato, existe el derecho natural, en el que se fundamentan las obligaciones sociales. Por tanto, todo esto de los derechos humanos, tal y como han sido usados para lavar el cerebro de las masas, no son sino demagogia en estado socioquímicamente pura.
Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra.
Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Si sustituimos "derechos humanos" por anillos, veremos que muchos aspectos toman un sentido insospechado, máxime si en vez de elfos, reyes, enanos y hombres, hablamos de sistema establecido, sociedades desestructuradas, masas ciegas consumistas...etc. ¿A quién beneficia todo esto? ¿Quién tiene el "Anillo Único para gobernarlos a todos"?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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