Respuesta: Un 23 de Febrero
De lo que el pueblo español, ciego, interesado y ruin muchas veces, no se enteró y sigue sin enterarse es que el 23-F fue la traca final contra la propia España. En ese día murió el franquismo, no el llamado sociológico del que después haré un comentario, sino el institucional, el que no estaba conforme con el rumbo que habían tomado los acontecimientos, empezando por la suma de traiciones de quienes, y lo digo en plural, habían jurado los Principios Generales del Movimiento, de quienes se habían aprovechado de todos los beneficios personales posibles y que no estaban dispuestos a perder prebenda alguna ante la nueva situación que se planteaba y que los que ya sabemos de la llamada comunidad internacional exigían. Por eso entiendo que el 23-F fue la culminación, o el último acto si se prefiere, hasta aquel momento del desmontaje de España: el magnicidio de Carrero Blanco, jamás aclarado, Montejurra, La Marcha Verde, una constitución ilegal... etc.
A mi me produjo verdadero espanto ver una masa de descerebrados manifestándose unos pocos días después en contra de los "golpistas" y la falsa e inexistente "extrema derecha", mientras daban vivas a los verdaderos conjurados. Por aquellos días, uno de mis hermanos y yo mismo visitamos a espaldas de nuestros padres cierto consulado para irnos de España. La pena es que no teníamos una oferta de trabajo del país en cuestión.
Respecto a FN, además de lo que ya apunté en su momento en este hilo, lo cierto es que por dentro tampoco era una roca. Había demasiadas "familias" con intereses a veces contrapuestos y había sectores con ganas de "jubilar" a Blas Piñar. Pero el problema es que "FN era Blas Piñar" el cual contaba con el apoyo incondicional de su amigo D. Ángel Ortuño, verdadero "caballito blanco" indispensable para el sostenimiento económico de aquel grupo político que, con mucho menos protagonismo y con mucha más "mano izquierda", hubiera podido acabar siendo una copia del "neo-gaullismo pero a la española, es decir, hubiese sido el "neo-franquismo".
Esto no es ningún consuelo para cualquiera de los tradicionalistas y aún menos siendo carlistas, pero el régimen no hubiera derivado como lo ha hecho, llevando a España a esta situación actual. Y es que una prueba del disparate que supone eso del franquismo sociológico lo tenemos en el actual PSOE, lleno de hijos y nietos de figuras del anterior Régimen. Este franquismo sin Franco y contra Franco no es sólo esperpéntico, es también un cáncer en el tejido social de España y, en consecuencia, un cáncer para la propia nación. Si en su momento fue preciso sajar el pus que destrozaba la Patria, al final se ha cumplido aquello de que "ha sido peor el remedio que la enfermedad". Si España acaba por sobrevivir a este cataclismo, lo hará disminuida como nación e incluso territorialmente, y tocada para muchas generaciones.
Última edición por Valmadian; 02/01/2010 a las 21:23
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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