De Prada es un "intelectual respetable" pero considerado dentro del pensamiento cristiano-democrático. Le ocurre como a Pérez-Reverte, que puede parecer muy acre en su crítica pero sin salirse de los límites marcados por el sistema. Lo esperable de personas que maldicen tanto del actual estado de cosas sería que evolucionasen a una postura anti-sistema remontándose a la última causa, pues es el liberalismo el que engendra todos los males que padecemos.
Para hacerse una idea del tipo de persona bienpensante que es De Prada basta reparar en que para él Almodóvar es un "gran creador". Siguiéndolo en sus intervenciones en Intereconomía o la Cope se aprecia que no tiene ningún interés en condenar la usura, el capitalismo, la democracia, sino más bien en criticar algunos conceptos izquierdistas y para ese viaje no son necesarias alforjas.
Lo que ocurre es que tomado en comparación con otros especímenes liberales que se dejan caer por la Cope, De Prada parece un requeté pero sólo al lado de Isabel San Sebastián o gente de esa estofa. Eso es como pensar que el Opus Judei es integrista como piensan algunos. Habría que preguntarse si para De Prada el Partido Popular con sus Aznares, etc es algo sustancialmente diferente al tan traído "Matrix progre" con el que se le llena la boca.
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