Me estás dando la razón: vas proclamando el catolicismo y me dices que puedo abandonar la página.
Será si quiero abandonarla, ¿no?
Que yo sepa estamos, en teoría, en un Estado de Derecho (eso me creía yo antes de....) en el que cada uno, en teoría (pero tu me demuestras lo contrario), puede expresarse libremente. Me tratas de falto de inteligencia sin conocerme: si fuese así, sería creyente y católico.
Ya que tan católico y buena gente eres o sois: expúlsame de la página. Así actuarás como esos Cruzados, a los que te he leído referirte, que tan sólo, en nombre de Dios, iban dejando muerte a su paso.
En un país libre en el que la gente se respeta, cada uno puede decir y opinar lo que quiera (Artículo 20 de la Constitución Española) y al que no le gusta le quedan dos opciones: no escuchar o no leer, en este caso, o irse a otro país en el que impere la Dictadura. Que es lo que, al parecer (y, una vez más perdóname si me equivoco pero debo (ya que es la obligación de todo ciudadano) expresarme libremente, lo que a vosotros os gusta y quisierais.
Con todo mi respeto, un cordial saludo.