Muy interesante artículo. Y mucha razón tiene Almeida Garret al aclarar el error que supone tratar de españoles a todos los de la Península menos los portugueses.
Fonte: L'esclat Digital
Tenemos muchos la mala costumbre de cuando hablamos o pensamos de España excluimos automáticamente a Portugal, Iparralde, el norte de Cataluña, o incluso a los criollos de las Américas, y nos autoimponemos el marco que en su día impusieron con malas artes los Borbones (venidos como consecuencia de la política expansionista de la Ilustración francesa)y las Cortes de Cádiz (forjadas en logias masónicas ).Gracias a Alonso de Ojeda.
En primer lugar deberíamos por entonar un mea culpa y preguntarnos qué entendemos por ESPAÑA, o las ESPAÑAS, como mejor guste. Para mí las ESPAÑAS es mi PATRIA, un ideal de PATRIA forjado en un principio por el Edicto de Leovigildo, por la conversión de Recaredo, a través de la dura epopeya que significó la Reconquista, y a posteriori cuando se custodiaron los ideales del Sacro Imperio Romano-Germánico tanto en la Vieja Europa como en el Nuevo Mundo. Es por ello que Ramiro de Maeztu decía que el camino de España no tiene pérdida posible, está claro que su Tradición está bien definida en el paso de los siglos. Si vemos que la lengua portuguesa nació en Galicia, y que Portugal como entidad política nace como una marca del Reino Astur-Leonés como el “Portus Cale” (Puerto Calero o Caladero), o que la capital de la Lusitania fue Emerita Augusta (Mérida) entenderemos de una vez por todas que Portugal no es una nación extranjera, que no es algo extraño, sino que se separó por motivos políticos, por la incapacidad del Conde-Duque de Olivares, que con su maléfica política centralista abocó a una Patria a su división. Añadir de paso que la incapacidad de Pau Claris hizo que Richelieu les arrebatara a los catalanes el norte de Catalunya, estando a punto de separarse…Con todo, es de recibo reclamar la tierra, el pueblo, la tradición, frente a los intereses político-administrativos de turno.
Hasta ahora, poco sabía que hubiera pensadores portugueses que reclamaran la unidad de la patria hispánica; cuán grata fue mi sorpresa al descubrir que, haberlos haylos. Con sus virtudes y sus defectos, pero haylos. Podemos leer a Antonio Sardinha y su La Alianza Peninsular; un libro cuanto menos interesante, pero con una serie de defectos quizás propios de sus dudas: Sardinha se ensaña con el “iberismo”. La crítica a esta corriente la puedo entender, pero como calificativo es esencialmente correcto, pues “Iberia” (en un principio fue "Keltiké") es un antiquísimo término heleno que designa a nuestra Península, que es el equivalente al latino “Hispania”.
Por tanto, es correcto pronunciarse como “iberista", “celtiberista", “hispanista”, “españolista” o como mejor guste, ya que son términos que bien nos definen. Habla de unidad hispánica pero también habla de dos nacionalidades…. Entonces no deja claro cuál es su concepto de España. España es una sola patria, que consta de varias naciones o regiones; hay que tener cuidado con el término “Nación”, ya que en su origen (del latín “nascere", esto es, “nacer") sería lo más parecido al actual “región” que no a la identificación de Nación=Estado=Patria que hace el liberalismo (error en el que cayeron algunos fascismos).
Todas las tierras hispanas están relacionadas entre sí. La Historia nos dice que bajo el Reino Astur-Leonés (de ahí nacieron Castilla y Portugal, y se forjaron la Bética y Granada), el Reino de Navarra y la Marca Hispánica (Aragón nació cabalgando entre estas dos últimas, la Marca Hispánica gestó a la Catalanidad; Murcia fue reconquista de catalanes y aragoneses para luego pasar a ser político-administrativamente castellana). No obstante, Sardinha cita como “compatriotas" al resto de los españoles, y como Maeztu, cita y alaba la labor del eminente Marcelino Menéndez Pelayo, reivindicando como él el origen galaico-lusitano del Amadís de Gaula, y exaltando en esa peculiar lírica las profundas raíces del ser portugués. Coincide en el pueblo portugués y en el pueblo bético la idiosincrasia de los santuarios y las romerías (y no se puede negar su antiquísimo origen, del paganismo al cristianismo). Resalta la figura del jesuita Antonio Vieira, un hombre de mentalidad anticentralista pero hispanista, cuyo deseo era que en Lisboa radicase la capital de Las Españas (siglos más tarde propondría lo mismo José Antonio Primo de Rivera).
Sardinha habla de unidad en diplomacia y ejército, pero nosotros hablamos claramente de unidad de Patria, defendiendo la tradicional Hispania Goda y su ideal de Lex Romana Visigothorum, sin tapujo alguno que valga. Sardinha cuando habla de España parece limitarse sólo a Castilla, craso error, pues España es mucho más que Castilla (sin desmerecer a Castilla y a los castellanos). Como bien dijo Almeida Garret, no se puede hablar de “España" o "español" excluyendo a Portugal y a los portugueses; al menos esa es nuestra idea como patriotas hispanistas del siglo XXI.
Nosotros abogamos por la natural Reunificación Hispánica, de Lisboa al Alguer, de Lasparren a Tarifa, de Gibraltar a Montpellier, por Ceuta, Melilla, las Canarias y demás islas de nuestro irrenunciable e innegociable territorio. Sardinha, al igual que su amigo Maeztu, propone la idea del Espíritu por encima de todo, fue un monárquico y católico tradicional convencido. Aún así, Sardinha comete el error de hablar "sinónimamente" de patriotismo y nacionalismo, cuando son cosas bien distintas: el patriotismo es el sentimiento natural de los pueblos, el amor por la tierra de los padres, por la tierra en la que uno nace, otra cosa sería meternos en cada ideal de patria.
El nacionalismo es una corriente nacida al abrigo de la Revolución Francesa, basada en mentiras, odios, egoísmos e insolidaridades varias. Hay que tener cuidado con la terminología. El sentido de Universalidad que se da en los antiguos patriotas hispanistas radica en una continuación del ideal del Sacro Imperio Romano-Germánico, y en la idea católica tradicional de que todos los hombres pueden salvarse, por tanto deben ayudarse a mejorar; no es igualitarismo, ni globalización, es un profundo ideal espiritual, de civilización. Con todo, me ha resultado harto gratificante el conocimiento del sentimiento hispanista de notables lusos.
Se da en Portugal un mito de enorme raigambre céltica con el Rey Sebastián, el Encubierto. Es curioso como en la España de la Guerra Civil, ese mito se repite con la figura de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española, asesinado por las hordas marxistas al igual que Ramiro de Maeztu, Ramiro Ledesma y tantos valientes patriotas. José Antonio fue de seguida adjetivado como “El Ausente”. Es curioso como todo ello coincide con la tradición céltica-cristiana del Rey Arturo.
Cervantes se encariña con Portugal en la Galatea y en Los trabajos de Persiles y Sigismunda; ese cariño es visible en Tirso de Molina, en Vázquez de Mella, en Lope de Vega…Está en nuestra Tradición. Y por supuesto, como amantes de la Tradición, debemos defender que tanto Ceuta como Olivença forman parte de Portugal.
Bien es cierto que el nacionalismo portugués está aíno de hispanofobia, pero es que el nacionalismo, como buen hijo del liberalismo, conserva ese tipo de lacras, basándose así en mentiras de corte “romántico-sentimentaloide”. Como muestra tenemos al PNV, al Ideal Andaluz del masón Infante, y a todos esos que pululan por nuestra patria. Es interesante y se agradece la postura de Sardinha cuando dice que este nacionalismo se basa en un victimista temor a la absorción por parte de Castilla…. Cuando en su tiempo Portugal intervino en la batalla de Toro a favor de Juana la Beltraneja, Castilla sí se inmiscuyó en los asuntos de Portugal, pero no está Portugal exento de ello….No se puede juzgar a Castilla y a los castellanos en base a la política del Conde-Duque de Olivares, como tampoco se puede juzgar a los vascos si nos basamos en Arana.
Antonio Sardinha. La Alianza Peninsular
Dedicatoria del libro:
“A la memoria de aquellos soldados españoles que, regando con su sangre anónima las peñas de Marruecos, supieron dar vida, en un siglo sin esperanza, a toda la grandeza histórica de Portugal”.
Extractos de La Alianza Peninsular :
“Hoy, como ayer, en la incapacidad de valorizarse internacionalmente, reside para España, sin duda, el atractivo de su acuerdo con Portugal”.
“Sobre todo por las razones sumariamente expuestas por Charles Maurras, al señalar la influencia que las reinas significan siempre a favor de su país de origen, es por lo que hubo una unidad hispánica, y por lo que la unidad hispánica se hizo posible Y me es dulce a mí, en mi prolongado destierro, recordar el surco luminoso que en Castilla dejara tantas y tantas de mi raza. Refiérese Charles Maurras al “ grado de civilización que las relaciones de parentesco introducían antaño en la agitada vida de los pueblos”.
“El embate de los intereses nacionales es siempre corregido por la ley eterna de la Sangre y de la Historia , que nos hace encontrar a cada paso portugueses sirviendo bajo las banderas de Castilla y españoles haciéndolo bajo las de Portugal, y la regla que domina en las relaciones entre los dos pueblos es la de una cooperación que tiene tanto de amistosa como de espontánea”.
“Iniciada por la política matrimonial de los Reyes Católicos, esa cooperación amistosa entre España y Portugal se traduce bien pronto, y provechosamente, en la represión de la piratería berberisca, con nuestra marcha, a la conquista de Túnez. Cuéntase que Carlos V, viendo el valor de la escuadra mandada por el infante Don Luís, no pudo menos que exclamar que si fuese señor de Lisboa en poco tiempo lo sería del mundo entero. El reconocer la importancia de Portugal como factor imprescindible para que la Península (Ibérica) colocada entre dos mares, se defienda e imponga por los medios que sólo el poder naval le ofrece, está del todo definido en la frase del Emperador”
“La Casa de Avís transmitió a los Austrias Españoles su herencia, tanto física como moral. Sello admirable de nuestra raza, en todo se manifiesta demostrándonos cómo coincide con esa época de periodo de expansión plena del genio portugués”.
“Realmente, la Historia de Portugal, en el siglo XVI, vibra llena de resonancias castellanas, a su vez la Historia de Castilla es un eco constante que repite con orgullo el nombre de Portugal”.
“En Tirso de Molina casi representa nuestra patria el único tema inspirador de sus obras. Ahora mismo, el lusofilismo de Tirso es transparente de intención y cariño para con nosotros”.
“Relacionando los hechos con las causas que los determinan y concatenan, habremos de reconocer que la hegemonía de Castilla en la Península (Ibérica) terminó con la batalla de Toro. Si el partido de Doña Juana hubiese allí vencido, Castilla estaría hoy unida a Portugal, emprendiendo entonces con nosotros la conquista del Imperio de las Aguas. Venció el partido de Isabel, y a fin de cuentas, quien venció fue Aragón, que arrastró a Castilla consigo para los subsiguientes conflictos de Italia y de la Europa Central”.
“La política marroquí de Don Sebastián era no sólo la verdadera tradición política portuguesa, sino que representaba la reacción contra el abandono de las plazas de África, iniciado en el reinado anterior. Camoens, uno de los más libres y esclarecidos espíritu del Renacimiento, una de las más poderosas inteligencias de su tiempo y el más genuino representante de la tradición nacional, defendió, preconizó y hasta impulsó esa política en estrofas inmortales”.
“(La Península Ibérica) empezó a sumirse en un largo eclipse, que todavía no terminó, y que sólo encontrará fin cuando la alianza peninsular vuelva a restaurar el perdido sentido de la vieja unidad hispánica”.
“Constituiría un desfile curiosísimo la simple enumeración de las leyendas y personajes portugueses que ilustran el teatro español desde Lope de Vega. Calderón y Tirso de Molina a Vélez de Guevara, Agustín Moreto y Joao de Matos Fragoso, éste (último) portugués de nacimiento, a pesar de ser toda su obra en castellano. El trazo principal que en estos autores destaca el carácter portugués es el del enternecimiento, el del amor”.
“Nos encontramos, de este modo, encarados con el problema del Lirismo, cómo siendo la línea madre de nuestro ethos, la más invencible de todas las razones de nuestra profunda vida nacional. El examen de la cuestión nos llevaría muy lejos. No dejaré, sin embargo, de recordar que si el genio castellano influyó en la literatura europea, a través de sus formidables creaciones teatrales y novelescas, no dejamos nosotros de influir menos, dando a luz una forma típica de sensibilidad que viene desde el Amadís de Gaula—cuyo origen galaico-lusitano reconoció el insigne Menéndez y Pelayo—y es continuada después por Menina e moça, de Bernardim Ribeiro”.
“Mientras a Francia se engendró como expresión social de una categoría bastarda, la innoble mentira de la “bondad natural” (El buen salvaje ), en Portugal, dentro del ruralismo fundacional de la grey moradora de las orillas del Atlántico, se logró la suprema creación del Encubierto, salvador de su pueblo oprimido”.
“¡Cómo se mutila la historia de Portugal, si nos obstinamos en considerarla como aparte de la historia restante de la Península (Ibérica)”.
“Portugal, unido a Castilla en Monarquía dualista, no tardaría en desembarazarse del centralismo opresivo del Conde-Duque (De Olivares), recobrando su antigua forma de Estado autónomo. Es un paréntesis doloroso, que, si trajo ruinas y desmembración a Portugal, no trajo a Castilla resultados menos desastrosos. Como experiencia fue bastante para que quedase bien demostrado que la unidad hispánica no reside, ni residirá nunca, en violentos términos de incorporación y conquista”.
“La unidad entre España y Portugal es más moral que física, más espiritual que histórica”.
“La hermandad de España y Portugal, precisamente por ser una hermandad de las más estrechas y legítimas, no podía reducirse nunca a un estado único”.
“Menéndez y Pelayo notaba con rara agudeza crítica que: “ El ideal que reflejan es el que corresponde a un pueblo de pequeños agricultores, dispersos en caseríos, y que tienen por principal centro de reunión santuarios y romerías “ Aquí nos encontramos nuevamente con el lirismo, diferencial eterna del lusitano dentro de la universalidad peninsular”.
“Sólo en el noroeste peninsular se debe buscar el frondoso árbol lírico, que después vino a florecer por toda Europa”
“Aferrada a la tierra, defendiéndose por su raigambre de tropel de invasiones que iban y venían, la raza del Occidente peninsular, cuando la Reconquista llegó, se hallaba ya secularmente presa al suelo natal, por merced de una especial tendencia agraria que se expresó pronto en instituciones inolvidables, dando lugar a formas sociales, anteriores en todo a las que el Renacimiento Neogótico acabó por imponerse más o menos al resto de la Península (Ibérica )”.
“Obcecado por el espejismo erudito del “ ligurismo“, Martins Sarmento iba a pedir fuera la explicación de hechos pasados en la Península (Ibérica) Se daba por el testimonio de Estrabón que lusitanos, galaicos, astures y cántabros se emparentaban estrechamente en las costumbres y en las instituciones. ¿Qué más se necesita para qué quede probado suficientemente nuestro punto de vista?”
“Correspondía (refiriéndose a Portugal) en toda su amplitud un fondo étnico caracterizado por diferencias que, si lo aproximaban a las demás poblaciones hispánicas, le imprimirían todavía un particularismo universal suyo, que no dejaba por otro lado confundirlo enteramente con ellas”.
“No se extrañará, pues, que el Sebastianismo marque, en relación al alma lusitana, lo que el quijotismo en igual y dramático sentido, marca, en relación, al alma castellana “.
“Tomados por consiguiente, el sebastianismo y el quijotismo como éticas diversas, necesariamente tenemos que tomar como diversos los dos gremios, hijos de raza y de medio, que así encontraron expresión inmortal”.
“Castilla se fundó y dilató por la guerra, por el acto sistemático de la (Re)conquista”.
“El conde de Gobineau, preocupado con sus etnicismos místicos, consideraba al Amadís de Gaula como la flor más elevada idealidad humana”.
“Fijándonos en la manera como en el Quijote se trata al Amadís, podemos admitir que el hidalgo manchego es una proyección aislada del caballero portugués”.
“Ocupada por Francia la más hermosa parte de Marruecos, si el imperialismo francés viene a radicar y desenvolverse en la cabecera de África, una grave amenaza se constituiría allí para el futuro de toda la Península Ibérica, que, colocada entre la Francia de Europa y África, quedaría convertida en una simple tierra de paso. Con inspirada razón declaraba Vázquez de Mella en una reciente conferencia, en Burgos, que la guerra de Marruecos era para los españoles una especie de guerra civil”.
“La inmensa alma patética de España se materializa para mí en ese cuadro del Greco, El entierro del Conde Orgaz”.
“Con su profunda clarividencia histórica, Oliveira Martins ya acentuaba bien la unidad de esa civilización, a la que llamó ibérica, sacrificando a los mitos intelectuales de su tiempo. Llamémosle nosotros hispánica, recogiendo de Camoens el sentido superior que la palabra “hispanismo” debe conferir”.
“El Cristianismo es, en el alma de las gentes hispánicas, algo propio, algo como una estratificación racial”.
“La Latinidad, en sus componentes, es únicamente la suma del influjo religioso y moral del Cristianismo; ligada a las virtudes nativas de los pueblos hispánicos”.
“Todos los elementos del puritanismo que facilitan la victoria del capitalismo pertenecen a la religión judaica, principalmente a su práctica e interpretación talmúdica”.
“Se deduce, pues, de cuanto viene afirmado, que el uso literario del castellano no significaba debilitamiento del espíritu nacional. La conciencia de la unidad hispánica existía con raíces en el alma colectiva y el bilingüismo habitual de la gente culta no veía, entre nosotros, en el castellano, sino una lengua hermana, en la que la nuestra se ampliaba y difundía”
“Hoy, como ayer, el sentido de universalidad de nuestro genio toma cuerpo real en la asamblea augusta de los pueblos y de la raza”.
Oliveira Martins :
“As Lusiadas son el testamento político de España”
Almeida Garret :
“Ni una sola vez se hallará en nuestros escritos la palabra “español” designando exclusivamente al habitante de la Península (Ibérica) no portugués. Mientras Castilla estuvo separada de Aragón, y ya mucho después unida a León, etc, y nosotros y las demás naciones de Las Españas, aragoneses, granadinos, castellanos, portugueses, y todos éramos por propios y extraños llamados españoles; así como aún hoy llamamos alemán indistintivamente al prusiano, sajón, hannoveriano o austriaco, y como el napolitano, el milanés, el veneciano y el piamontés, indistintamente reciben el nombre de italianos. La fatal pérdida de nuestra independencia política después de la batalla de Alcazarquivir dio el título de Reyes de Las Españas a los de Castilla y Aragón, quienes lo conservaron aun después de la gloriosa Restauración de 1640. Pero españoles somos y de españoles nos debemos de preciar cuantos habitamos en esta Península”.
Camoens:
“Eis aquí se descobre a nobre Espanha como cabeça ali de Europa toda”
“Com naçoens differentes se engrandeçe,
cercadas com as ondas do Oceano,
todas de tal nobleza, e tal valor,
que qualquer dellas cuida, que ha melhor…
O Tarragonez, que se fez claro…,
Sujeitando Parthenope inquieta,
O Navarro; as Asturias, que reparo,
Já forâo contra a gente mahometa,
O Gallego cauto, e o grande, e raro,
Castellano, a quem fez o seu planeta,
Restituidor de Espanha, e senhor della,
Bethis, Leao, Granada com Castella “.
Tirso de Molina:
“Es Lisboa una octava maravilla”.
Juan Vázquez de Mella:
“Siento un intenso afecto al pueblo hermano y no le consideré ni por un momento algo extraño a mi Patria”.
Monís Barreto:
“Pero Portugal está interesada, no sólo en vivir en paz con España, sino en trbaar con ella relaciones de amistad y alianza”.
“la unión de pensamiento y de acción e independencia de gobierno, es a nuestro modo de ver, la fórmula actual, sensata y práctica del iberismo”
"España sigue la tradición de su gloriosa Historia”.
Martins Sarmento:
“Para completar su obra, no sería extraño que los druidas sembrasen la promesa de un libertador. No hay noticias de este mesianismo en la Galicia; pero vamos a encontrarlo en la Cantabria, donde menos se esperaba. Cuando Galba subió al trono, se vio en él al libertador del mundo, profetizado dos siglos antes de Galba; Hispania era todavía independiente. El Noroeste de Hispania fue tal vez el refugio de muchos ligures de la Galia e Inglaterra. Viene de algunos de estos países el misterioso mesianismo de los cántabros”.
Carlos Malheric Dias- Exortaçao a mocidade:
“Nuestra familiar convivencia con España sólo puede parecer peligrosa a aquellos en cuya alma tibia se debilitó el altivo e intransigente sentimiento de la Patria”.
Rafael Altamira:
“España ha recogido a la caída del Imperio Romano, la cultura clásica, y ha contribuido eficazmente a mantener su tradición en Europa durante algunos siglos: San Isidoro, la Lex
Romana Visigothorum. Ha recogido y difundido en la Edad Media la cultura antigua que los musulmanes se asimilaron, y la que éstos y los judíos produjeron en diferentes órdenes de la ciencia y de la literatura: Toledo, Alfonso X. Ha contribuido notablemente a salvar Europa del peligro musulmán: la Reconquista, luchas en Hungría, el Mediterráneo y África.
Ha colonizado y civilizado casi toda la América y parte de la Oceanía, y le corresponde una parte considerable en los descubrimientos geográficos que han completado el conocimiento de la Tierra, con sus consecuencias extraordinarias en orden a las ciencias naturales, físicas, y al aprovechamiento de nuevos productos.
Ha impulsado el desarrollo de la cartografía y de las ciencias aplicadas a la navegación, difundiendo sus obras de esta especie en otros países que lo aprovecharon.
Ha puesto sus bases, con los trabajos de sus crónicas y viajeros en América y Oceanía, de la filología y la sociología de los pueblos del Nuevo Mundo, y ha iniciado con Hervás, los estudios de lingüística comparada.
Ha dado al mundo el ejemplo de un sentimiento inquebrantable de independencia, concurso a la obra de las nacionalidades modernas.
Ha reconocido, como nadie, el derecho humano que corresponde a los llamados “ pueblos inferiores “de quienes son las Leyes de Indias el más alto ejemplo de legislación amparadora y tutelar”.
Ha creado una literatura realista y un teatro modelo de su especie, así como un alto ideal literario (Don Quijote), hecho “ humano “ por el reconocimiento de todos los pueblos y de todas las épocas, así como un realismo “ pictórico", y en general, plástico, que será siempre educador de artistas: Velázquez, nuestra escultura indígena.
Las cualidades generosas, caballerescas, románticas, en el buen sentido de la palabra, liberales y hospitalarias de su espíritu, sobrias y honradas de sus costumbres, significan una corrección viva, siempre saludable, del espíritu egoísta, mezquino, utilitario, al que con demasiada frecuencia arrastran las necesidades materiales de la vida y la codicia de los hombres”.
J.Francisco V.Silva
Reparto de la América Española y Panhispanismo:
“El espíritu se ensancha cuando mira que desde los Pirineos a Magallanes, y desde Magallanes al Río Grande, se acota en el mundo, y con el gran Océano como Mare Nostrum, todo el contenido territorial de la civilización hispánica”.
“Se muestra bien patente el proceso de adulteración sistemática, tanto histórica como política, que se empeña en robar a la Península (Ibérica), a la madre Hispania, el florón más rutilante de su corona gloria”.
Ricardo Jorge:
"(…)chamese Hispania a peninsula hispano ao seu habitante ondequer que demore, hispanico ao que lhez diez respeito"
Maria Carolina Michaelis de Vasconcelos :
“Hispanis omnes sumus".
Ernesto Giménez Caballero:
“Ni separatistas ni separadores “.
“¡Sed Católicos e Imperiales¡”.
Muy interesante artículo. Y mucha razón tiene Almeida Garret al aclarar el error que supone tratar de españoles a todos los de la Península menos los portugueses.
"Es doloroso permanecer en silencio ante lo que se escucha, pero vano es responder al ignorante. Replicar a sus palabras sólo crea la discordia, su corazón nunca aceptará la verdad"
(Ja-Jeeper-Re-Seneb)
Es curioso pero en los siglos XVIII y IXX se utiliza más la palabra raza que la de nacion y en esa palabra raza, tambien estan incluidos los portugueses.
"El nombre de España, que hoy abusivamente aplicamos al reino unido de Castilla, Aragón y Navarra, es un nombre de región, un nombre geografico, y Portugal es y será tierra española, aunque permanezca independiente por edades infinitas; es más, aunque Dios la desgaje del territorio peninsular, y la haga andar errante, como a Délos, en medio de las olas. No es posible romper los lazos de la historia y de la raza, no vuelven atrás los hechos ni se altera el curso de la civilización por divisiones políticas (siquiera eternamente), ni por voluntades humanas.
Todavía en este siglo ha dicho Almeida-Garret, el poeta portugués por excelencia."Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la península ibérica" .España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Catalunya. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano e incurren en otras aberraciones por el estilo."
Marcelino Menéndez Pelayo.
Caros colegas, historia é historia, presente é presente, Portugal hoje em dia é a unica nação iberica livre e soberana, e espero que isso nunca mude.
Portugal no es ninguna nación soberana, como tampoco lo es el " Reino de España ", sino un ente al servicio del capital. El 20 % de la nación portuguesa son africanos....El presente está como para reivindicarlo.....
Aún se apropia el nacionalismo portugués de lo " lusitano " cuando la capital lusitana fue Mérida. Igual de nefasto que el nacionalismo español.
Portugal por raza e historia es parte de las Españas. Lo fue, lo es y lo será. El Reino de Portugal y el Reino de los Algarves.
Última edición por Ordóñez; 28/08/2006 a las 14:04
Se vuelve aquí al sempiterno problema de los conceptos de Patria y Nación. No seré yo quien insista sobre este particular. En un blog luso-castellano, A Casa de Sarto, ya se reprodujeron y comentaron las editoriales de la Revista Mohenia escritas por el Profesor Félix Lamas, discípulo de Don Francisco Elías de Tejada. Todas ellas se pueden encontrar aquí.
El problema estriba en que por razones históricas en Portugal el término nacionalismo ha tenido éxito, como lo ha tenido en Argentina (donde se habla de "nacionalismo católico", sic, lo cual es para mí un oxímoron).
Realmente no veo por ningún lugar eso de que Portugal es parte del Reino de las Españas. Un Reino implica un solo Rey desde el punto de vista práctico. La historia es terca al respecto: Portugal lleva 800 años como nación y como Reino independiente. Lo acontecido en el período 1580-1640 fue un avatar de la historia que no se hubiera producido de no dejar Don Sebastián el estado de sucesión dinástica tras la Batalla de Alcazarquivir. Todo el resto del tiempo Portugal y Castilla (y luego Portugal y España) han mantenido fronteras estables, con la excepción del tema de Olivenza. No olvidemos que todas las tentativas de unión o de inmiscuirse Portugal en Castilla o viceversa, recordemos Toro y Aljubarrota respectivamente por ejemplo, han acabado en fracaso.
España, o las Españas por bien decir, confluyen en una unidad gestada y sentida desde hace tiempo. Los Reyes de León, de Aragón, de Castilla o de Navarra se autotitulan reyes (o Emperadores) de las Españas. Querer negar la legitimidad visigótica sobre la que España se asienta me parece ridículo. España está compuesta de varios Reinos, pero tiene un solo Rey.
Por otro lado en el post central se reclama la unidad ibérica basada en la Lex Visigothorum y el Fuero Juzgo. Bien, León y el Condado de Barcelona fueron la defensa de esta legitimidad por antonomasia, pero Castilla, por ejemplo, nace imponiendo moldes nuevos. ¿Por qué Portugal no puede hacerlo también? La diferencia estriba en que los distintos Reinos españoles convergen hacia una unidad y el Reino de Portugal (y los Algarves, para los puristas) no vuelve a converger hacia ella. Con los años y los siglos se van modelando distintas idiosincrasias, y éstas, hay que reconocerlo, son distintas en Portugal que en el resto de la Hispaniae.
Realmente discrepo de varias de las voces que se alzan en este foro. Hay dos naciones distintas. Esta es la realidad. Lo demás son especulaciones sin valor alguno.
Por un lado tenemos a "radge", quien hace gala de la estupidez con que ciertos portugueses tratan a España, como si todo en España fuera una tiranía de Castilla. Esta visión visceral, tan poco lúcida como falsa, tan irreal como ahistórica, de España, es con lo que viven muchos portugueses. Pues que sepa "radge" que no es así. Más aún, Castilla ha sufrido más que ninguna otra región posiblemente por estar en España.
Creer, también, como hace "radge" que Portugal es "libre y soberana", cuando en Europa todos somos ahora esclavos de este estadío intermedio hacia la República Universal del Anticristo, por sobrenombre Unión Europea, sería hilarante si no fuera por la gravedad del tema.
Si por el término de "Españas" se entiende la acepción tradicional, al modo de Menéndez Pelayo, entonces sí que Portugal es parte de las Españas. Si por el término Españas se entiende la unidad de los distintos reinos españoles bajo la misma corona, entonces ciertamente Portugal no es parte de ello.
En algunas otras ristras sobre Portugal se ha criticado abiertamente a António Sardinha e incluso descalificado. Por mucho que se quiera decir António Sardinha, en su juventud otro visceral anticastellano y antiespañol (porque, reconozcámoslo, esta es la educación -o deseducación- que se imparte en Portugal sobre España), llega a establecer los límites precisos de esa Alianza Peninsular en que debiera desarrollarse la base de la política exterior de las dos naciones ibéricas. Sardinha, no olvidemos, fue muy influído por Don Juan Vázquez de Mella, quien sigue siendo insuperado en su tremendo discurso sobre los Dogmas de la Política Exterior española, uno de cuyos vectores es la alianza con Portugal. En un estado ideal de cosas Portugal y España debieran coordinarse y armonizar su política exterior y su política de defensa. Por lo demás es bueno para Portugal y para España el permanecer independientes en todo lo demás.
Uno de los más grandes errores de Oliveira Salazar estuvo en seguir vinculado a la "Velha Aliança" con Inglaterra en vez de apostar por una colaboración más extrecha con España. Y el error permanente de España sigue siendo el ignorar a Portugal.
España y Portugal no sólo son naciones distintas y estados distintos. Son también Patrias distintas. En esto la historia ha cincelado perfiles. Sin embargo la metapolítica de España y Portugal es común, que es la defensa de Cristo sobre la faz de la tierra y el ímpetu misionero por encima de todo. Quien quiera seguir haciendo política sobre conceptos maquiavélicos en las dos naciones ibéricas seguirá contribuyendo a su decadencia en todos los órdenes. Quien quiera hacerla siguiendo la estela del Dante en su De Monarchia o Quevedo en su Política de Dios y Gobierno de Cristo tiene que admitir que Portugal y España deben permanecer unidas hacia lo exterior y separadas hacia lo interior. Esto incluso puede precisar de acuerdos a otros niveles, como ciertos aspectos económicos o de infraestructuras, pero en principio la común unión de España y Portugal debiera serlo a nivel diplomático y de Fuerzas Armadas. Y esto así porque beneficiaría al bien común de ambas Patrias, la portuguesa y la española, y permitiría la ejecución del destino común de las dos Patrias con menos problemas y más fuerza.
Y con respecto a Litus y su concepto de "raza" si éste es el enunciado por el Cardenal Isidre Gomá, entonces sin problema. Pero si es el moderno concepto de raza, etnocentrista y materialista, es mejor evitarlo. Ciertamente esta última acepción no era la estándar en el siglo XVIII.
Rafael Castela Santos
Es que el que no haya un estado unificado no quiere decir que España, como decía Menéndez Pelayo, sea un nombre de región y étnico. Es que realmente tampoco puede hablarse de estados unificados " modernamente " hasta el liberalismo. Es que hasta el tema " lusitano " es erróneo pues su capital radicaba en la extremeña Mérida. Entre Portugal y el resto ha habido malos entendidos, y el separatismo peninsular ha sido muy apoyado por Francia en " España " e Inglaterra en " Portugal ". Portugal de independiente tuvo poco, pues fue un protectorado británico, al igual que aquí fuimos el perrito faldero de una Francia con la que aún tenemos un gravísimo problema territorial.
El tema de la lengua no es preocupante, pues " una nación una lengua " se lo dejo para los gaullistas. Aún hay gallegos y pageses que ni chapurrean el castellano. ¿ Son menos españoles....?
Alfonso V de Portugal se enfadaba cuando decían que los RRCC eran " Reyes de España ", pues él decía que no eran de toda España. Como Camoens defiende a los portugueses como " Uma gente fortissima de Hespanha "; u Almeida-Garret, etc.
¿ Idiosincrasia ? Se nota que no conoces las tierras de " frontera "...Los andaluces occidentales tenemos más en común con los Algarves que con Castilla o Cataluña. Los estados falsos no han borrado los lazos de cultura y sangre que aún perviven. Hablas más por tópicos de pseudohistoriadores que por realidad popular. Te lo dice alguien que desde enano va todos los años a Portugal, que mi abuelo falaba portugues muito bem y que trato con ellos de siempre. Eso por no hablar de la relación de Galicia, Zamora, Salamanca o Badajoz desde Oporto al Alemtejo....Los tejemanejes políticos han vencido, sí. Pero la realidad popular vive. Y ojalá que aprendamos la lección para el futuro.
El problema no es un " estado " en el sentido moderno; pues Castilla y Aragón tenían sus propias constituciones forales, como Navarra. El problema es que los portugueses, como el resto de españoles, hemos sucumbido a ideas falsas de nacionalismos baratos y eso aún pesa mucho.
Iniciado por Ordóñez
Portugal mesmo que em tempos etnha sido parte das "españas" hoje em dia já não o é e muita gente morreu para continuar a manter portugal livre.
Alguns artigos da Constituição da Republica Portuguesa:
Princípios fundamentais
Artigo 1.º
(República Portuguesa)
Portugal é uma República soberana, baseada na dignidade da pessoa humana e na vontade popular e empenhada na construção de uma sociedade livre, justa e solidária.
Artigo 2.º
(Estado de direito democrático)
A República Portuguesa é um Estado de direito democrático, baseado na soberania popular, no pluralismo de expressão e organização política democráticas, no respeito e na garantia de efectivação dos direitos e liberdades fundamentais e na separação e interdependência de poderes, visando a realização da democracia económica, social e cultural e o aprofundamento da democracia participativa.
Artigo 3.º
(Soberania e legalidade)
1. A soberania, una e indivisível, reside no povo, que a exerce segundo as formas previstas na Constituição.
2. O Estado subordina-se à Constituição e funda-se na legalidade democrática.
3. A validade das leis e dos demais actos do Estado, das regiões autónomas, do poder local e de quaisquer outras entidades públicas depende da sua conformidade com a Constituição.
Artigo 4.º
(Cidadania portuguesa)
São cidadãos portugueses todos aqueles que como tal sejam considerados pela lei ou por convenção internacional.
Artigo 5.º
(Território)
1. Portugal abrange o território historicamente definido no continente europeu e os arquipélagos dos Açores e da Madeira.
2. A lei define a extensão e o limite das águas territoriais, a zona económica exclusiva e os direitos de Portugal aos fundos marinhos contíguos.
3. O Estado não aliena qualquer parte do território português ou dos direitos de soberania que sobre ele exerce, sem prejuízo da rectificação de fronteiras.
Artigo 6.º
(Estado unitário)
1. O Estado é unitário e respeita na sua organização e funcionamento o regime autonómico insular e os princípios da subsidiariedade, da autonomia das autarquias locais e da descentralização democrática da administração pública.
2. Os arquipélagos dos Açores e da Madeira constituem regiões autónomas dotadas de estatutos político-administrativos e de órgãos de governo próprio.
Artigo 7.º
(Relações internacionais)1. Portugal rege-se nas relações internacionais pelos princípios da independência nacional, do respeito dos direitos do homem, dos direitos dos povos, da igualdade entre os Estados, da solução pacífica dos conflitos internacionais, da não ingerência nos assuntos internos dos outros Estados e da cooperação com todos os outros povos para a emancipação e o progresso da humanidade.
2. Portugal preconiza a abolição do imperialismo, do colonialismo e de quaisquer outras formas de agressão, domínio e exploração nas relações entre os povos, bem como o desarmamento geral, simultâneo e controlado, a dissolução dos blocos político-militares e o estabelecimento de um sistema de segurança colectiva, com vista à criação de uma ordem internacional capaz de assegurar a paz e a justiça nas relações entre os povos.
3. Portugal reconhece o direito dos povos à autodeterminação e independência e ao desenvolvimento, bem como o direito à insurreição contra todas as formas de opressão.
4. Portugal mantém laços privilegiados de amizade e cooperação com os países de língua portuguesa.
5. Portugal empenha-se no reforço da identidade europeia e no fortalecimento da acção dos Estados europeus a favor da democracia, da paz, do progresso económico e da justiça nas relações entre os povos.
6. Portugal pode, em condições de reciprocidade, com respeito pelos princípios fundamentais do Estado de direito democrático e pelo princípio da subsidiariedade e tendo em vista a realização da coesão económica, social e territorial, de um espaço de liberdade, segurança e justiça e a definição e execução de uma política externa, de segurança e de defesa comuns, convencionar o exercício, em comum, em cooperação ou pelas instituições da União, dos poderes necessários à construção e aprofundamento da união europeia.
7. Portugal pode, tendo em vista a realização de uma justiça internacional que promova o respeito pelos direitos da pessoa humana e dos povos, aceitar a jurisdição do Tribunal Penal Internacional, nas condições de complementaridade e demais termos estabelecidos no Estatuto de Roma.
[.....]
Amigo no me hace falta que me digas que a día de hoy Portugal no es parte de España. Como " España " es un estado falso, y sus constituciones, papelajos hechos para que domine una clase política corrupta. Ese no es el tema.
Saludos a todos. Yo sin ser un estudioso profundo en ningun tema, me llaman la atencion todos los temas, y este no lo es menos. Siempre estoy al tanto de las relaciones España-Portugal porque los considero paises hermanos o asi lo quiero creer, lo que noto que por parte de los portugueses, buenos amigos mios incluidos, es que tienen como una cortina defensiva imaginaria a lo que es Portugal, temiendo que los españoles los fueramos a invadir, no reconociendo partes comunes de la pasada historia y algunos incluso huyendo de lo español, ¿porque?, me gustaria que alguno de los portugueses que frecuentan estos foros me lo explicasen.
Sinceramente creo que la historia dicta la verdad y poco hay que objetar cuando se ve que la historia comun es la misma, ¿guerras?donde no las ha habido, incluso entre los mismos españoles, ¿olivenza?en todo el mundo hay disputas, gibraltar, rosellon, vallespir, conflenc,etc...
Porque no se puede hacer un punto y aparte y vivir lo que se ofrece?.
Hermanos portugueses, lo que los españoles os ofrecemos es la unidad espirtual si asi lo quereis llamar y entender, misma fe, mismo territorio y mismos problemas e irremediablemente mismas soluciones. No queremos liquidar lo portugues porque lo portugues es tambien lo hispano, que no os engañen con los nacionalismos inventados, que me corrija alguien si me equivoco si digo que en toda la Iberia no hay ningun reino que quedara fuera de la historia comun.
Portugueses, no somos vuestros enemigos, ni siquiera somos amigos, somos hermanos, y eso lo dice todo.
Portugueses e espanhois, onrem e lutem pela nossa historia e nao deixem que nossa patria comun seja maltratada per issos que querem afastar.
Es que yo opino que Olivença debe volver al seno portugués.
Lo que los necio-nalismos no pueden negar, por más que les joda, es que los Algarves tienen más en común con Huelva que con Oporto, como Huelva tiene más en común con ellos que con Navarra y etc. Que las falsas fronteras no han anulado las realidades populares.
Que no hay que imponerle el castellano a los portugueses.
Que no se trata de " invasión ", sino de ir trazando objetivos comunes para poco a poco sentirnos más conscientes de lo que somos: Una Patria Hispana. Fuera el falso " Estado-Nación " de los liberales. Portugueses hay muchos afincados acá, y españoles allá....Pero no hablemos más de España y Portugal, pues tan aberrante sería como hablar de España y Castilla. Portugal es parte de las Españas. Lo decía el Rey Alfonso V o el Gran Sebastiâo.
Que en vez de tanta Constitución, que lean a Oliveira Martins, Almeida Garret, Sardinha o Camoens. " Os portugueses, uma gente fortissima de Hespanha ", " Españoles somos los que habitamos la Península ".....
Una Península Unida, renonociendo os foros portugueses, en contra de intereses extranjeros, en contra de protectorados británicos y manos gabachas.
Caros amigos.
Jo no albo nim escribo catellano-español. Tentarei mismo assim ablar nesta aproximación a lo castellano para mejor compreesión de vosotros.
Saludos
1º No está en causa nuestra hermandade hispânica. No está en causa la realidade que es la Ibéria, Hespéria, Sefarad, Hispania, o España, o como quereis llamar a nuestra penísula comum. Qui és una realidad.
2º No está en causa la realidad paisagistica y cultural del norte portugués galaico y la realidad del Alentejo y del sur portugués con más ligaciones geográficas, etnográficas y en parte culturales à la Extremadura española.
3º Ni está en causa la realidad de que Portugal surgio de Portu-Cale - y el nombre de Cale, Calae es la raís de Calaécia - Galicia. Portugal quer decir Portugalicia.
Pero ai realidades Divinas y superiores. No existen naciones por acaso. Acreditar nisto, es seguir la linea positivista de la história.
Claro que lo próprio Portugal buscou la unidad hispânica sobre su liderança, con D. Afonso V, en Toro, y con los desejados D. Afonso(hijo de D. João II) y D. Miguel (Hijo de D. Manuel) que herdarian la corona ibérica, pero, infelizmente, faleceran tragicamente. Y se lo tivessemos logrado - el Portugal reunificado, no dejaria de ser Portugal.
También diceran que Lusitânia tenia capital en Emérita, y que abrangia León y Extremadura(y até Castilla). Es verdad, pero esta es la Lusitânia Romana, antes desta división administrativa românica,- varios autores antiguos son claros en identificar la Lusitânia mas para Occidente, y con su centro los montes Hermínios.
Continua-
Hola de nuevo, Donoso, entiendo perfectamente lo que quieres decir y lo hago mio,pero entiende que ese concepto a raiz de la cantidad de mierda que se ha echado y se echa es dificil entender el concepto para algunos claro, portugueses incluido, como te digo, por lo demas concuerdo totalmente y es mas, me gustaria que estas cosas "sin fronteras"se potenciaran y algun dia llegaramos a ver carteles o pintadas con lemas que rezaran..."viva españa e portugal" o cosas similares con lo que las gentes percibiera con mas fuerza lo que yo quiero decir, dime si no seria bonito.
Templario, seja a epoca que seja , nossa historia e comun e irrebocavel, mas alem disto, o que eu quero dizer é esse sentimento de querer manter-se afastado do tudo o que seja espanhol, ¿porque?, se o nosso sentimento e constructivo, unificador na moral, estreitar as maos como irmaos, e fazer disto una força comun, nossos "inimigos" estao ao norte (frança e ingliterra)como bem diz o Donoso, que estam a ver-nos como protectorados, pemsas que os britanicos tem simpatias pelos portugueses? mais que nos nao, sem duvidas, eles sao anglofilos e nao somos como voces hispanos,e pela otra parte inimigos do sul, os islamistas dos cuais nao faz falta falar cual sao os problemas com eles.
Tem que perceber que cuando nos falamos das Españas, nao e no sentido de querer absorver portugal e que deixe ser o portugal de sempre e de hoje, nao!e de querer aplicar a logica historica, humana, geografica, economica onde penso que a politica e o ultimo a ter importancia. Percebes? Isto é o que pemso que os portugueses nao percebem. Obrigado pelo teu dialogo.
No queria decir Donoso, queria decir Ordonoñez.
Templário, encantado !!!!
Mi abuelo materno falaba portugues muito bem. Eu nao falo, pero sí entendo.
Me paresce tudo bem lo que voce dize. Saludos del Reino de Sevilla, irmao del Reino dos Algarves.
Pero Como lo dice, ai realidades superiores y Divinas:
Es mui sintomático que D. Afonso Henriques y sus familiares usaran como sus simbolos las Quinas sagradas, en CIRCULO cósmico y "céltico", Ciradas para el CENTRO; con las Palabras "PAX" y "LUX" en parte superior(Ciélo), y las palabras "LEX" y "REX"(Terra) en las inferiores.
A los primeros selos Rodados en Circulos con estas "Quinas" enigmáticas y Sagradas de el primero Rey y sus familiares, se somo otro selo rodado, usado también por nuesto fundador - y neste selo, lo circulo también en Cruz, coloca la palabra Po-r-tu-gal en determinada posición, que las letras, y al "R" en particular, crian el efecto y la aparência óbvia de POR-TU-GRAL. Sería propositado? Vejamos:
Lo que es verdad é que D. Afonso Henriques crescio desde infância, al lado de su amigo D. Gualdim Pais, que mas tarde será iniciado en Jerusalém, y regressa como Gran Mestre para fundar Tomar - capital de los Templários, y de su sucessora, la Orden de Cristo. (que foi la continuassión de la misma y que foe la forma de D. Dinis, más tarde, contornar la orden papal de extición.
D. Afonso henriques se assume en Documento a la Ordem como "SU HERMANO..."
Siglos más tarde (Siglo XV), és a partir de D. Henrique y su Orden de Cristo (onde navegaran Dias, Gama, Cabral, Corte Real, Colon y Magallanes - antes de passaren à España), que se inicia la nueva busca del Oriente y la Expación maritima.
Es sintomático que já existe vastas sedências a los Templários, en Portugal, antes de su Oficialización en Francia, en 1128.
Es sintomático también que el ano de su oficialización - 1128, es el año también de los primeros grandes actos de independência y de la assunción como Rey por parte de D. Afonso Henriques. La batalla de San Mamede, derrotando el partido galego-leonês, que queria por en causa su autonomia; y es el año también en que se armou a si próprio caballero -como hacen los reys.
Corrio leyendas y tradiciones en siglos XII, XIII, XIV y XV de la sagrada origen de las QUINAS - las cinco CHAGAS de CRISTO, y de la aparición Divina a el primero Rey, sobretudo después de la célebre batalla de Ourique, en 1139.
Tradiciones que fueron confirmadas por el Documento encontrado más tarde(siglo XVI; XVII), en la posse de la Orden de Cister, mui querida del fundador, en Alcobaça.
EL DOCUMENTO es claro: Es el JURAMENTO del Rey, con la assinatura del próprio y de sus principales y invocando el Milagre de la Aparición en aquella madrugada, antes de la batalla,- y en que El Própio REDENTOR, Hijo de DIÓS,en ciélo, promete el Reino y un Império que se extenderá por las naciones más remotas, para expación de la Fé.
Más: acrecenta la Prevision de la atenoación de la Prole real en la 16º géracion(17ª contando con el primero Rey), mas también, promete la entervención de Dios en la Restauración de la dinastia y de Portugal. Hai tambén Ordens directas sobres los Simbolos: Las Quinas Sagradas y los dineros y la Serpente de Moisés - para que el Reino coneça y se liembre de su Origén.
La face occidental de la Ibéria, la Face galaico-lusitana, la terra Lucida, no es tanto una identidad etngráfica, pués es bastante diversificada, y se enquadra con la diversidad penínsular en general.
La Identidad principal és, más que tudo, de Orden Espiritual, que es mui superior à cultural. Tiene su lengua própria y cultura, claro: el galaico -portugués. Pero:
Pero, la Identidad y Independência és Orden Directa Divina. Esta es Espiritual y principal.
Saludos
Saludos,
Soi Lisboa, caro Ordoñes, pero conesco bién el Algarve.
Saludos
Templario; como tu nombre indica quizá podrías contestarme.
Pasando por Oporto este verano, entré en una librería para buscar libros de historia de Portugal o de la Península, o de España, escritos por autores portugueses, para conocer su peculiar visión.
De lo que ví me llamaron la atención tres libros y los compré, dos de ellos solamente por lo sugerente del título:
Antonio Quadros : "Portugal, Razao e misterio (introducao ao Portugal arquetipo; A Atlantida desocultada; o país templario)"
Manuel J. Gandra : "O projecto templario e o Evangelho portugues"
¿Los conoces? ¿Son libros o autores que merecen la pena ser leídos?
De esas teorías sobre Portugal en España no se conoce NADA.
En cualquier caso creo que no tendrán nada que ver con "Hispania".
Caro Gothico:
Tengo que elogiar y enaltecer tu intuición y inteligencia intuitiva.
Acertaste en pleno. Son libros que tengo y leio, y son temáticas a que esto mucho ligado.
Son elites que vienen desde Bandarra (siglo XVI), Padre António Vieira(siglo XVII); Fernando Pessoa y el grupo "Orpheu"; António Quadros; Lima de Freitas; Agostinho da Silva; Manuel J. Gandra y Otros(siglo XX)
Son una elite Espiritual y Sebastianista que preconiza, la Fé en la Tercera Idad del Espírito Santo (La Segunda Vinda del Salvador),na Tradición de Joaquim de Fiore; na Tradición de las Festas del Espírito Santo e de la Coroaçõn del Niño Imperador - con sede en Tomar(Capital de los Templários y de la Orden de Cristo, y onde hoi se celebra ainda la Festa de los Tabuleiros - Tabernáculos - con muchos rituales Templários) Fiesta del Espírito Santo, que en sus particularismos portugueses, es unica en Portugal, en los Azores y en Brasil(Mui forte Implantación en los Azores y Brazil)
(Fueran en el passado, perseguidas por el Santo Ofício)
La Lusitânia(La tierra de La Luz) el Portugral, son vistos como el Lugar de la Manifestación futura desta Sucessión Super-Apostólica del Rei Sacerdote-Imperador. La Iglésia de San Juan, que sucederá à de San Pedro; Del Preste Juan -tan procurado por el nuestros navegadores de la Orden de Cristo.
Es "hispanista" sin, en un sentidido de un Portugal, que no deja de ser Portugal y que continua a ser Soberano, mas que estará como que en Comunhán con una Hespéria fraternal y espiritualmente dominante, incluso ligada a sus antiguos Impérios. Claro que la futura Ibéria es vista con Portugal como su Rosto y su face espiritualmente dominante o condutora. Pero en Fraternidad Espiritual.
Es la "Transmutación (Alquímica) en toda a Ibéria!" que se dará en la Península en la Idad Futura - de que habla Fernando Pessoa.(es su própria frase!)
Una cosa -la fraternidad y la "unidad" Ibérica, non anula a otra - La Identidad propria de su Rosto, Portugal.(Entendida la Península como una Cabeza (Fisionómicamente lo és-Un Rosto para Oriente, Otro para Sur y otro para Oeste) tal como el Hermes Trimegisto(El Três Veces Grande) como la Sagrada y santíssima Trinadade Trindade Divina.
La Esfinge Europa Cantada por Fernando Pessoa: Fitando o Ocidente, Futuro do Passado.
La Tradición del Espirito Santo y de la Tercera Idad (Fiesta Popular) , con las Particulares Ritualisticas Templárias y Joaquimitas es de Tomar y Alenquer( de D. Dinis y Reina Santa Isabel - instaurada por esta) los mismos Reis que Salavaran los Templários portugueses y su Património en una nueva Orden de Cristo. Con Implantación mui Fuerte en los Azores y en El Brasil(En todos sus Estados), onde el braço de la Inquisición, que lo perseguío, non era tan fuerte(após su llegada a Portugal, siglos después-1540). Hoi es acepte y tiene la Tolerância católica.
Claro que Portugal (Hoy), como España, se divide essencialmente en três pensamientos:
-El Catolicismo Conservador y Ultramontano (Ligación a la Ilésia Romana), - en la liña de vuestro foroforo "Hispanista",- y a Trento.
-El catolicismo liberal y "modierno" democrático y "relativista", mui comun.
- La Derecha Liberal(económica y socialmente hablando)"católica" o otra y también Agnóstica("intelectuales" para utilizar un termo)
-La Izquierda progressista acomodada (mui comum)
Pero, para lá destas:
Existe el Sebastianismo: es Una via para lá destas, cultivada por Grupos Intelectuales, con Ligaciones a La Alquímia, a lo Esoterismo, pero mui Erudito (NADA QUE VER con o que anda por aí en otros países y con grande propaganda) y con ligaciones a el Hermetismo en General.
Portugal es encarado y entendido, alquimimicamente Messiânicamente (Como un Israel), Trancendetemiente y Religiosamente.
abrazo
Estimado Sr. Ordóñez:
A finales de Agosto pasado incluí un post que Vd. contestó inmediatamente sobre el tema de Portugal.
Es Vd. un hombre enormemente prolífico en su escritura que ya comentó en este mismo foro de hispanismo.org un artículo mío titulado Contra el iberismo: Apuntes para una Epifanía ibérica, originalmente publicado en A Casa de Sarto. Creo que o bien no me sé explicar bien o Vd. no me lee correctamente.
Dice Vd.:
“Es que el que no haya un estado unificado no quiere decir que España, como decía Menéndez Pelayo, sea un nombre de región y étnico. Es que realmente tampoco puede hablarse de estados unificados " modernamente " hasta el liberalismo.”
Quizás pueda explicarnos entonces qué es Portugal desde 1640 hasta la aparición del liberalismo. Porque reúne todos requisitos para se considerada Estado y nación (tanto desde el punto de vista moderno como desde el clásico) mucho antes de la aparición del liberalismo.
Luego prosigue Vd. con hechos de hace 1800 años, como la capitalidad de Lusitania en Mérida. ¿Qué quiere Vd. decir con esto? ¿Reclama la vuelta a las fronteras de aquella provincia lusitana? Muchísimo más importante y relevante que esos arcaísmos es que la frontera de Portugal con León y Castilla primero y con España después se ha mantenido estable todo este tiempo, con la salvedad de Olivenza, en la cual Vd. y yo estamos de acuerdo que se debería restituir a Portugal.
Afirma Vd:
“Entre Portugal y el resto ha habido malos entendidos, y el separatismo peninsular ha sido muy apoyado por Francia en " España " e Inglaterra en " Portugal ". Portugal de independiente tuvo poco, pues fue un protectorado británico, al igual que aquí fuimos el perrito faldero de una Francia con la que aún tenemos un gravísimo problema territorial.”
Absolutamente de acuerdo en el principio que Vd. expone. España y Portugal llevan 300 años largos de postración prácticamente seguida, la primera satelizada por Francia y la segunda por Inglaterra. Sin embargo Portugal, antes de caer en esta trampa que culmina en los tratados de Methuen sí que fue independiente. Portugal en la época de los navegadores no tenía menoscabo en su independencia por parte de Inglaterra, como tampoco lo tenía España antes de la Guerra de Secesión y del afrancesamiento de nuestras élites. Un estudio desapasionado de lo que Inglaterra (y Holanda) hicieron a Portugal en Asia y lo que hicieron a España en América y las Canarias, a la par que apreciar el patrón anticatólico de Francia en su ayuda a los turcos y el empeño en destrozar cualquier país católico que pudiera ser más que ellos (véanse las hazañas de Richelieu), debería hacer pensar a portugueses y españoles. En Portugal, empero, la historiografía oficial vive empecinada en querer atribuir la pérdida del Imperio luso en Asia a España, obviando siempre la reconstrucción del Imperio Mogol y del Shogunado. Pese a todo, mientras estuvo España detrás, no lo perdieron. Pero esto, en Portugal, no acostumbran a quererlo saber teniendo siempre el chivo expiatorio de España, al que se pueden atribuir todos los males posibles, aunque España no tenga ni arte ni parte en todo ello.
Asevera Vd.:
“El tema de la lengua no es preocupante, pues " una nación una lengua " se lo dejo para los gaullistas. Aún hay gallegos y pageses que ni chapurrean el castellano. ¿ Son menos españoles....?”
Lo primero es que en mi respuesta yo ni siquiera menciono el tema de la lengua. Lo segundo es que a mí tampoco me resulta preocupante. Lo tercero es que ya expresé lo que pienso sobre aquellos que hacen la de la lengua la defensa de una identidad en otros escritos. Ni la Patria, ni la nación ni el Estado precisan de una unidad lingüística salvo la existencia de una lingua franca que les permita comunicarse.
Comienza Vd. a ponerse personal, e incurrir en contradicción, cuando afirma que:
“Hablas más por tópicos de pseudohistoriadores que por realidad popular.”
Pues bien, resulta que yo menciono a los siguientes “pseudohistoriadores” (por emplear su peculiar denominación) de entre los portugueses: António Sardinha (a quien cito profusamente), Carlos Malheiro Dias, Moniz Barreto, Maria Carolina Michaelis de Vasconcelos, Oliveira Martins, Alexandre Herculano, Pessoa y Manuel Alves. Entre los no portugueses menciono entre otros a Vicente Sierra o Félix Lamas, gran historiador católico y reconocido el primero y el más avezado discípulo de Francisco Elías de Tejada en tierras argentinas el segundo. Si estos son “pseudohistoriadores” que baje Dios y lo vea. Si otros a los que yo cito (como Camoes y Almeida Garret) y que Vd. también cita son “pseudohistoriadores”, entonces Vd. cita también a “pseudohistoriadores”. ¿No cree que debería ser un poco más cauto en sus afirmaciones y, al menos, ser más congruente y consistente consigo mismo?
No contento con el resbalón previo vuelve Vd. a columpiarse peligrosamente cuando dice:
“¿ Idiosincrasia ? Se nota que no conoces las tierras de " frontera "...Los andaluces occidentales tenemos más en común con los Algarves que con Castilla o Cataluña. Los estados falsos no han borrado los lazos de cultura y sangre que aún perviven. Te lo dice alguien que desde enano va todos los años a Portugal, que mi abuelo falaba portugues muito bem y que trato con ellos de siempre. Eso por no hablar de la relación de Galicia, Zamora, Salamanca o Badajoz desde Oporto al Alemtejo....Los tejemanejes políticos han vencido, sí. Pero la realidad popular vive. Y ojalá que aprendamos la lección para el futuro.”
En primer lugar, Sr. Ordóñez, creo que no tenemos el gusto de conocernos. Es por tanto temeraria, amén de totalmente equivocada, su afirmación de que no conozco las tierras de la “frontera”. Mire Vd. por donde que no sólo las conozco, sino que me he criado a pocos kilómetros de la frontera portuguesa en la provincia de Salamanca. No sólo conozco, sino que soy un hombre de la raya, de la frontera. Precisamente por haber vivido ahí, haber estado en el país hermano cientos de veces, y no ser un mero veraneante en Portugal, sé y soy consciente de muchas suspicacias que hay a ambos lados. Suspicacias corroboradas por mis veranos en Galicia, en Tuy, al lado de la frontera que también cruzábamos a menudo. Por lo demás comprenderá que el hecho de que su señor abuelo hablase portugués muy bien es un argumento ad hominem que no añade nada a este debate. Parte de mi familia es originaria de Braga y Bragança, así que hablaban portugués perfecto, si éste hecho le proporciona a Vd. algún tipo mayor de credibilidad, pero tampoco creo que añada nada a este intercambio de pareceres.
Con respecto a la idiosincrasia podría Vd. leer a Francisco da Cunha Leão («O Enigma Português» y su «Ensaio de Psicología Portuguesa»). Con habilidad pareja si no superior a la de Rafael Altamira en la descripción de la idiosincrasia española, Cunha Leão hace lo mismo con la idiosincrasia portuguesa. Las diferencias resultan obvias y nuestros caminos paralelos, pero separados, durante los últimos 800 años cincelan perfiles y también idiosincrasias.
En cual quier caso no se puede subestimar el hecho básico: una vez formado el Reino de Portugal ha tenido siempre independencia con respecto a Castilla y España. Ni uno solo de los otros reinos peninsulares puede decir tal cosa. ¿No es cosa digna de admirar que Portugal, desde su nacimiento, haya permanecido siempre separado de España salvo el período que va de 1580 a 1640 y que, como yo insistía, fue puramente circunstancial (y con Felipe II con gran respeto a la independencia de Portugal)? ¿No es digno de admirar que los distintos Reinos de las Españas siempre quisieran lograr esa unidad inicial, previa a la Reconquista, pero que Portugal se apartara de ese plan y apartado haya permanecido? ¿No es acaso merecedor de reflexión que las veces que Castilla intentó invadir Portugal, como en Aljubarrota, Atoleiros y Lisboa, saliera derrotada y que las veces que Portugal intentó meterse en Castilla (pues si hubo peligro español en Portugal también hubo peligro portugués en Castilla, como reconoce António Sardinha) como en Toro, León o Sevilla saliera trasquilada?
Estoy más de acuerdo con Vd. cuando afirma que:
“El problema no es un " estado " en el sentido moderno; pues Castilla y Aragón tenían sus propias constituciones forales, como Navarra. El problema es que los portugueses, como el resto de españoles, hemos sucumbido a ideas falsas de nacionalismos baratos y eso aún pesa mucho.”
Cierto que la concepción romántica de nación ha hecho mucho daño, tanto en el nacionalismo portugués como en los nacionalismos regionalistas o el propio nacionalismo español. Frecuento y colaboro en varias páginas portuguesas y me cuesta hacerles entender a mis amigos portugueses la diferencia entre Patria y Nación, al menos desde una perspectiva tomista y tradicionalista. Bien es cierto que a menudo llaman Nación a lo que en rigor es Patria, con lo cual todo queda en un problema terminológico. Pero es que, incluso por esa vía, reitero lo dicho: Portugal y España son dos Patrias, no una. Es más: la primera nación-Estado de la historia de Europa, en pleno siglo XIII, es Portugal. Este hecho no es una idea falsa de nacionalismo barato, sino una realidad.
Le vengo leyendo hace meses y Vd., como yo, está más cerca del movimiento integralista portugués que de ninguna otra sensibilidad política, histórica y cultural de la nación hermana. Dígame de entre estos patriotas portugueses, desde Sardinha a Hipólito Raposo, desde Lopes Vieira a Alberto de Monsaraz, desde Pequito Rebelo a Azevedo Coutinho, pasando por Augusto da Costa o por cualquiera de todos ellos, verdaderos amigos y aliados de España, dígame uno solo, repito, uno solo, que estuviera dispuesto o preconizase siquiera levemente entrar en algún tipo de estructura no ya federal, sino siquiera confederal con España. Porque yo, que presumo de haber leído bastante sobre el particular, no me he encontrado con uno solo.
Pretender volver a esquemas políticos medievales no tiene cabida hoy día. La realidad es que hay que admitir no poco de las formas políticas que se han desarrollado al cabo de los años. Los derechos forales pueden ser factibles en el Derecho Civil pero no en el impositivo, por ejemplo. De otro lado la evolución jurídico-política de Portugal tiene no pocas diferencias con las de las Españas. Profundizar en este tema me llevaría largo, y no quiero apartarme de mi idea inicial de replicar a su entrada y defender esa dualidad e independencia de ambas Patrias.
Ahora bien, esa dualidad patriótica y nacional de la Península no quiere decir que no hayamos de coordinarnos. Es más, sólo un estudio desapasionado de la historia moderna nos puede llevar a conclusiones ciertas: que Portugal ha sido ninguneado por Inglaterra fundamentalmente y lo mismo puede decirse de España respecto a Francia. Como además resulta que la misión histórica, el sentido providencial y universal, de ambas naciones es confluyente (dar a conocer a Cristo y defender su Iglesia), servir de referente para las naciones que son parte de la Hispanidad (que incluye las de la Lusitanidad) esto nos obliga a que tengamos que tener una acción conjunta y coordinada en política exterior y en defensa, para tener más presencia en el mundo conjuntamente y para sacudirnos los viejos yugos que nos obligan a no ser nosotros y que impiden reaportuguesar Portugal y reespañolizar España respectivamente (sin perjuicio alguno de las identidades regionales respectivas, como de las municipales o de cualesquiera otros cuerpos intermedios). En lo demás somos completa y absolutamente independientes. Esta era la hipótesis de trabajo de António Sardinha (¿por ventura otro “pseudohistoriador”?) en su libro “La Alianza Peninsular” que suscribo a pies juntillas. La unidad de la Península Ibérica es metapolítica. La independencia de ambas Patrias, de ambas naciones, debe ser mantenida por muchas razones. Entre otras porque es bueno y conveniente que sea así para ambas naciones.
Ya es difícil convencer de la acción exterior y militar conjunta a quienes tienen un concepto maquiavélico de la política al cual añaden una dosis de historia sesgada y cargada de visceralismo. Y en Portugal existen, y no pocos, quienes se alegran de la descomposición y debilidad de España. Cuando estos sufran en propias carnes ciertas consecuencias amargas aprenderán la lección de que el bienestar de Portugal es garantizado por una España fuerte. Portugal no se tiene que afirmar contra España, sino con España. Y como nos recordaba Henrique Barrilaro Ruas, también los españoles deberíamos recordar lo que hemos aprendido a base de sangre y fuego: que inmiscuirnos en Portugal y no respetar la Patria hermana por mandato de terceros, en este caso Francia, lo acabamos pagando caro.
Juntos en la defensa de Cristo y de su Santa Iglesia aún hemos de escribir algunas páginas gloriosas de la historia de la humanidad, que tanto precisa del mensaje de la Hispanidad para regenerarse. Y juntos hemos de acometer esta común misión y permanecer juntos en ella para que nuestros enemigos seculares abdiquen en su intento permanente de sometimiento y envilecimiento de España y Portugal, a día de hoy cada vez más jibarizados y más postrados.
Rafael Castela Santos
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