¿Por qué Tarragona se llama así?


El investigador de Historia del Lenguaje, Enrique Cabrejas, elabora una nueva teoría sobre el topónimo de la ciudad, basándose en sus conocimientos de la lengua ibérica



El simbólico anfiteatro romano de la ciudad durante uno de los actos del festival Tarraco Viva. Foto: Lluís Milián
Fuente: Natàlia Queralt | Diari de Tarragona
30 de agosto de 2016


«Tarragona es un acrónimo ibérico que significa Gran Costa Brava, aunque hoy paradójicamente, esté localizada en la llamada Costa Daurada». Lo afirma Enrique Cabrejas, investigador de Historia del Lenguaje que ha elaborado la teoría más reciente sobre el significado del topónimo de la ciudad a partir de la escritura y la lengua ibérica.


El investigador, nacido en Barcelona y experto en lingüística y en mitología entre otras disciplinas, relata que empezó a desglosar el topónimo para buscar y entender su significado, utilizando sus conocimientos sobre la lengua y escritura ibérica.


Etimología de la ciudad



«La palabra Tarragona es un acrónimo ibérico que se compone de TAR-, que significa ‘brava’; RACO, ‘línea de tierra’ y, finalmente -ONA, un aumentativo que significa ‘más grande que’».


Enrique se extrañó ante la posibilidad de que el mar Mediterráneo fuera calificado de ‘bravo’ en el sentido de enfurecido por nuestros antepasados, pero finalmente descubrió que el adjetivo hacía referencia a la tierra.


Así pues, según la teoría del investigador Enrique Cabrejas que se basa en sus tesis sobre la lengua ibérica, el litoral tarraconense fue calificado como ‘bravo’ en tanto que ‘triunfal’ y ‘heroico’. Un calificativo que los pueblos de influencia doria, como los cosetanos pobladores del Camp de Tarragona y los rodios que habitaban en Girona, utilizaban habitualmente para referirse a sus territorios. «Suena sorprendente, pero podríamos decir que en Catalunya hay dos ‘Costas Bravas’ según los topónimos dados por los cosetanos y los rodios: una en el norte y otra en el sur del mapa catalán.


El investigador respalda su teoría afirmando que los romanos también conocían el significado de la palabra Tarraco al designarla Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco y reconocer, el componente ‘triunfal’ que le habían otorgado los cosetanos.


La ciudad tomó primero el nombre heleno de Tarako, el latino de Tarraco y, en una ampliación de la ciudad, terminó por llamarse Tarragona.


El investigador sugiere también que los cosetanos dedicaron el nombre de la ciudad al dios Apolo Tarraio, a quien adoraban y consideraban una divinidad triunfal. Además, Enrique Cabrejas tiene otra teoría sobre el nombre de Costa Daurada, que designa el litoral tarraconense, y asegura que «hace referencia a la influencia doria del pueblo cosetano, que se instalaron en el Camp de Tarragona».


La lengua ibérica



Enrique Cabrejas, asegura que se dedica a descifrar los topónimos de España para que algún día el país reconozca su descubrimiento histórico y lingüístico. «En abril de 2012 descubrí la lengua ibérica a partir del texto de una placa conocida como El Bronce de Luzaga que se encuentra en Guadalajara». El investigador explica que sus tesis sobre el lenguaje y la escritura ibérica están publicadas en Rusia y en diversas revistas especializadas en lingüística, historia y mitología.


Enrique Cabrejas asegura que la historia antigua está mal explicada en los libros de texto y que la mayoría de las palabras no tienen raíces latinas, como se suele creer, si no helenas.


Una nueva teoría que aporta otra visión sobre el origen del topónimo Tarragona y que, pone en el mapa otra Costa Brava, a parte de la ya conocida en el norte de Catalunya y ultra explotada durante la época estival.


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