Algunas aclaraciones sobre la marcha, porque, una respuesta a cada una de sus confutaciones me llevará un tienpo de que, por mis ocupaciones, no tengo ahora.
En primer lugar no soy miembro de ningún partido, sí carlista, y
Vázqiez de Mella dice que la raza aria es un elemento de la Patria e importante, en uno de sus discursos parlamentarios, habla de los ingleses de los que dice que "son arios, como nosotros". Ya le he remitido al discurso sobre el ideal de España, en que dice lo que pienso, mencionando a la raza aria en España. Podría yo ser nacionalsocialista, si quisiera, y a la vez católico. Sobre la compatibilidad de Nacionalsocialismo y Catolicismo tengo escrito en mi blog y seguiré escribiendo en sucesivas versiones aumentadas, de algunos artículos míos. No es ahorrar tiempo repetir aquí lo afirmado allí, en varios escritos. Léase el fijo que tengo siempre a la cabeza de todos, sobre el Beato Clemens August Marqués de Galen, Obispo Residencial de Münster. Repito que elogios de "nuestra raza", refiriéndose a las arias o a las más representativas de nuestra Patria, tanto Vázquez de Mella, cuanto Balmes, la consideran elemento importante y de gran potencial para obras valiosas de conquista en los campos naturales más excelentes y honrosos del ser humano. No soy nacionalsocialista, por ser Carlista en el punto de Monarquía CatólicaTraficional a la española, como ideal supremo político, o política mejor en lo ideal. En concreto luego habría que actuar en consecuencia, y ello no es más que un futurible, o reto en un posible futuro. Se puede obrar mal, dentro de un sistema oficial bueno, traicionándolo encubiertamente de hecho, y puede que haya una republica de católicos ejemplares y de buena raza, o linajes, que obren bien, consecuentemente, concordes con el Derecho Natural, y mejor que un Reino con régimen monárquico tradicional de Monarquía hereditaria. Por ello soy, como diría despectivamente Elías de Tejada, vaticanista, eso sí, de un antiguo, muy antiguo vaticano Estados Vaticanos, de Gregorio XVI para atrás, y e un Magisterio Pontificio, indiferentista resoecto a las formas de Estado u irganización política, en cuanto no contrarias a la Ley Natiral, ni opuestas a los derechos esenciales sociales y politicos de la Iglesia y de los Catolicos. Antes que Carlista, soy tomista del De Regimine Principum, y, si hay un régimen en que de hecho se actúe concretamente mejor que en el que idealmente, teóricamente, prefiero, apoyaré en lo posible ideológica y prácticamente a sus gobernantes y entenderé legítimo, aunque teóricamente mejorable, tal régimen ageno. En tal sentido, y considerando que en Alemania de la República de Weimar, debido a la abundancia y fortaleza del Protestsntismo en regiones germánicas, poco antes reinos o Estados, era imposible liquidar esa república liberal parlamentaria y acosada por los comunistas, minada pir los docualdemócratas, infecta de liberalismo y laicismo, proponiendo un régimen confesional católico, monarquicohereditario, habríanos de contentarnos, como lo hizo la mayoría de los católicos alemanes, con un régimen que en su declaracion de principios se comprometiese a respetar los derechos de la Iglesia, y al mismo tiempo dejase en paz a los protestantes, con los que era coyunturalmente necesario colaborar contra el judeobolchevismo y el Liberalismo, así como contra los Socialismos laicistas, siendo el Bolchevismo soviético (segun acertada orofecía de Fátima, confirmada por los bastante posteriores y a la sazón imprevisibles hechos históricos en Rusia) el principal peligro para la Iglesia militante, para España (como demostró nuestra Cruzada hispana) y para Europa, aunque también para el mundo (China, Vietnam, Corea, Cuba, ... como mayor lista ejemplar). Los puntos programáticos definitorios del Nacionalsocialismo son asumibles y fueron asumidos entonces por la gran mayoria de católicos alemanes, que constriyeron con sus demás compatriotas un Reich colosal, soberbio, la primera pirencia mundial abismalmente por encima, en Filosofía, Arte (esp. Arquitectura, Escultura y Música [ la Era Wagneriana, con Furtwängler en la Filarmónica de Berlín, y Richard Strauss con Klemens Krsus en plenitud ], Ciencias, Ingeniería, técnica, empresa, genios y talentos científicos, grandes militares, investigación, capacidad de trabajo, organizacion económica, laboral y de ocio, muy por encima, digo, de la potencia que le seguía en escala: Yankilandia (e Inglaterra después; esto en sólo 3 años después de la miseria, y conquistando un imperio a los 5 de gobernar el Canciller tras el primer año en coalición). Y Hubo un concordato con un régimen que la Santa Sede, al dar ese paso, retenía legítimo desde el punto de vista del Derecho Natural. Otra cosa son los a abusos de nacionalsocialistas que no eran católicos, especialmente ateos y protestantes, ejerciendo cargos políticos, legislativos, de gobierno, o ejecutivos. Las grsves, frecuentes, a veces sistemáticas infracciones del Concordato fueron denunciadas y ora condenadas, ora objeto de queja y protesta diplomáticas, con mucha razón por los Obispos alemanes y diplomáticas por las Nunciaturas en el Reich y por Su Santidad. También algunas posiciones fundamentales del judío Rosenberg, cuyo libro El Mito ... fue justamente puesto en el índice expurgatorio de libros prohibidos, no así el Mein Kampf, eran inconfesamente antigermánicas, antitradicionales, y anticristianas. Pero los Puntos Programáticos nunca fueron condenados, por su naturaleza incondenables puntos progrsmáticos definitorios del ideario, Partido y régimen nacionalsocialistas. El racismo materialista, ateo, de Rosenberg no es el oficial de su partido, ni es verdad ni bueno. La raza material, sin Criador Sapientísimo, sin inspiración espiritual. sin designio sobrenatural, o, al menos, Personal Divino de "Conformador Primero", "Motor Inmóvil", y Ser Supremo providencial sobre el Universo, no es admisible ni filosófica, ni cristianamente.
Ni todos los nacionalsocialistas habian de ser católicos, ni todos los católicos tenían la obligación de profesar el ideario específico íntegro y suficiente definitorio del nacionalsocialismo. Que éste esté oficialmente condenado por la Iglesia es falso, como es verdad que los Papas desde Pío XII apoyaron a la Democracia Cristiana, anteriormente condenada por San Pío X, en su Encíclica "Le Sillon". Atribuirme bacionalsocialismo puro y además anticatólico, más que una falsedad, es una memez, o una maldad, si llevada por la obstinación en el mal, el mal de la nentira. Ahora bien, no tengo inconveniente en adumir cuanto de bueno haya en ese régimen e idesrio, como en los de todis. ¿No doy dincretista, ecléctico, mezclador, y revoltoso, según quién? Vale, entonces, nientras sea bueno, déjeseme aceptarlo de doquiera venga y viniere.
Me importa absolutamente nada que cualquiera me denuncie, acusandome de sostener alguna tesis anticatólica. Por lo demás se supone que me someto siempre al mejor juicio de la Autoridad Eclesiástica, siempre que yo entienda que no se opone al Magisterio Solemne, hasta SS.Pío XI inclusive, en materia Doctrinal y Moral. Los nacionalsocialistas honestos, como lo fascistas, son camaradas de Carlistas y Falangistas en una Cruzada Europea. Sobre esa Cruzada pienso lo que ka entonces Conferencua Episcopal de Fulda aseveraba en pastorales conjuntas y los Obispos Residenciales en algunas de las suyas particulares. Pero aquí no puedo hacer una disertación. Lo intento en mi blog.
Si vd. no me es indulgente con las erratas que se me cuelan, y afirma que quiero escribir, por ejemplo, Daderdote, en lugar de Sacerdote, es cosa suya. Sólo le concedo que lo mal escrito está nal escrito, no que yo no sepa escribir, sí que no haya logrado técnicamente hacerlo bien. Ya corregiré los textos, si veo la opción digital para ello.
Ses fuerte, no se deje hacer víctima de los ardides oripagandísticis de la dofisticada Revolucion, y menos si le vuene de diabólicos seres infiltrados en el aparato externo de la Iglesia. ¿No cree que soy Carlists, ni timista? No importa. ¿Me juzga nazi, según concepto judeomasónico que se ha colado? No importa; pero dí es importante que nos quede diáfano que soy católico, apostólico y Romano. Por cierto, no he aportado ni un sólo argumento mío propio de que Cristo no fuese judío, de linaje judío, no meramente legal artificial; he asumido algunos que aparecen en escritos que reporto, pero ni estoy de acuerdo con todas las argumentaciones, ni con todos los asertos de los respectivos autores referenciados por mí, slguno con advertencia de mi prevención contra la secta de Mahoma. Pero todavía no he tenido tiempo de publicar mi crítica y conclusiones, evidenciadas como tales, con todo mi proceso argumental.
Ricardo de Perea y González, Pbr°. .
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