Fue en el Puerto de la Cruz, en una casa amarilla, con jardín y huerta cercana, en la zona de La Paz, donde se estableció a iniciativa de la Academia Prusiana de Ciencias de Berlín, la denominada
«Estación de Antropoides de Tenerife», el primer centro de investigaciones primatológicas del mundo.
Su principal impulsor fue el neurofisiólogo de la Universidad de Berlín Max Rothmann, que en un contexto de parentesco evolutivo entre los primates y el hombre buscaba establecer un centro donde realizar investigaciones sobre psicología, comportamiento y fisiología cerebral en nuestros parientes
Las tres ventajas que ofrecía Canarias a la hora de establecer un centro para el estudio de primates eran las siguientes: el clima –lo suficientemente similar al del hábitat natural de chimpancés, gorilas u orangutanes–, la relativa proximidad a Europa –para poder desplazar a los investigadores– y la facilidad para la provisión de los animales –fundamentalmente de Camerún, entonces una colonia alemana–.
El segundo director del centro, Wolgang Köhler, realizará pruebas desde 1913 hasta 1918 sobre percepción y, sobre todo, sobre el comportamiento inteligente de los chimpancés, lo que supondría un hito en los estudios sobre la inteligencia animal. Köhler, uno de los fundadores de la escuela psicológica de la Gestalt, publicará varias memorias sobre sus experimentos entre 1914 y 1920, dos de las cuales formarán su célebre libro The Mentality of Apes (La mentalidad de los simios) publicado en inglés en 1924, un clásico de la Psicología. Köhler también filmó una película sobre sus experimentos con los simios –al parecer la más antigua que se conserva en Canarias–.
Fue a causa de la I Guerra Mundial por lo que Köhler tuvo que quedarse en Canarias tantos años y que sólo pudiera regresar a Alemania en 1920. Este hecho también impidió que vinieran otros investigadores a Tenerife, incluido el estadounidense Robert Yerkes, el más importante primatólogo de EE.UU.
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