Respuesta: La Iglesia perseguida...en España
CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA de 1978, EN VIGOR.
CAPÍTULO II Derechos y libertades.
Art. 14. Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
CAPÍTULO II SECCIÓN PRIMERA
De los derechos fundamentales y de las libertades públicas
Art. 16 pár. 1 Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación en sus manifestaciones que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley
Pár. 2 Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
Pár. 3 Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Dentro del mismo CAPÍTULO
Art. 27. 2 La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.
Art., 27. 3 Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
Pero no siendo esto suficiente conviene recordar que:
TÍTULO PRELIMINAR
Artículo 1º. pár 2 La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
CAPÍTULO IV. De las garantías de las libertades y derechos fundamentales.
Art. 53. 1 Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo II del presente TÍtulo vinculan a todos los poderes públicos. Sólo por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades que se tutelarán de acuerdo con lo previsto en el artículo 161. 1.a Referido a las competencias del Tribunal Constitucional.
Lo que no se entiende es:
1º Que un Ministro de Justicia se inmiscuya en temas que no son de su jurisdicción.
2º Que el mismo ministro hable de restricciones de los derechos establecidos en la Constitución vigente, pues para que tales se puedan dar habría que modificar dicha Carta.
3º Que haga sus manifestaciones en nombre de su gobierno sin ser su portavoz.
4º Que olvide que las competencias en materia educativa están transferidas a 17 Comunidades Autónomas y sujetas a 17 legislaciones diferentes.
5º Que no sepa leer e interpretar los textos legales, lo que es harto sospechoso y como resulta tener la condición de letrado, hay que entender que actúa de mala fe, y se pronuncia contra una mayoría del pueblo español.
6º Que falsee la realidad legal del Estado al afirmar la laicidad de éste cuando es sobradamente sabido que el Estado español es NO CONFESIONAL y que todavía siga sosteniendo que hay que lograr la separación de funciones de la Iglesia y el Estado. Dichas funciones están claramente separadas pero la situación actual es de COLABORACIÓN entre ambas, acorde con el Concordato de 1980 y con lo establecido en el artículo 16 párrafo 3 de la vigente Constitución y más arriba reproducido.
7º De sus palabras se pueden deducir aspectos amenazadores que son intolerables en un miembro del gobierno al pretender un recorte en las libertades establecidas y pretender limitar, y con reservas, hasta el hecho de llevar un pequeño crucifijo colgado del cuello de los niños, poniendo como comparación una auténtica imbecilidad como sería el hecho de ir en pelotas.
Por todo ello, y como ciudadano con su parte alícuota de soberanía, exijo que este individuo cese de inmediato de sus funciones.
No obstante, ya va siendo hora de que los católicos salgamos a la calle, así como hagamos llegar a los tribunales las denuncias pertinentes según nos permite la norma máxima constitucional (Capítulo IV, artículo 53, párrafo 2) para frenar las arbitrariedades y ataques a nuestros derechos por parte de los miembros de un gobierno ilegítimo.
Última edición por Valmadian; 11/08/2009 a las 21:08
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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