Respuesta: Justicia Divina
"Houston, tenemos un problema", algo similar a esto que dijeron los astronautas del Apolo "?", parece suceder aquí. Esta cuestiones pertenecen a la Teología más profunda, el problema es que cuando se plantean banalmente en conversaciones intranscendentes acaban por salir todos los topicazos más vulgares.
No sé qué clase de enseñanza religiosa estarás recibiendo, y no digo nada qué tipo de catequesis será a la que asiste tu amiga, claro que también ignoro cómo es el recipiente intelectual al que van dirigidas las enseñanzas. Del mismo modo que en otro hilo que has abierto te recomiendo un libro, en este caso vuelvo a hacer lo mismo, aunque ya me disculparás por mis dudas, pero no estoy muy convencido de que tengas una formación previa suficiente.
El libro que te voy a citar no es sencillo de leer, pero abarca toda la Teología necesaria para un público católico, con un discurso culto aunque accesible, y ajustado por completo al Dogma Católico. Vuelvo a recomendarte que lo busques en librerías o a través de Internet.
Teología y Sensatez F.J. SHEED. Editorial HERDER, Barcelona 1961 (1ª edición en castellano, tomada de la 7ª en inglés) con el "Imprimatur" de 1972. I.S.B.N: 84-254-0899-7 423 págs.
Un saludo en Xto.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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