Nuestra señora es, sino me equivoco, la patrona de la más gloriosa infantería que ha pisado el mundo; la Infantería española.
El culto a La inmaculada, apareció entre los soldados de los Tercios, porque durante una batalla, los herejes dejaron a un tercio en una pequeña isla (rompieron los canales) y la armada iconoclasta fue a batirlos con cañones a placer. Durante la noche, algunos soldados encontraron una tabla con una imagen de la Immaculada Concepción y ocurrió algo estraño: El río se heló, y los hombres de aquel Tercio asaltoron los barcos vizcaína en boca y pistola en mano.
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