Me sumo a lo dicho por Mefisto sobre el imponente discurso de Ordóñez que he procedido a imprimir, pues creo que debemos hacerlo correr y saber. Lo que me deja atónito (y no es una alabanza facilona) es como se puede escribir así con tan pocos años.
A pesar de nuestras presuntas diferencias, ahí va mi mano, joven Ordóñez.
Marcadores