Algunos comentarios habidos respecto al texto:
Joaquim Maria Cymbron Yo me siento limitado en decir lo que pienso ser mi deber dejar expreso, por dos clases de motivos.
1 - El P. Javier Mu... Ver máisñoz-Pellín tubo la generosidad de ofrecerse para unos sufragios en favor de las almas de mis padres. Le debo esa inmensa caridad.
2 - Resulta difícil opinar cuando el nudo de la discusión reposa sobre la conducta de una persona que es Jefe de Estado de una nación soberana, a la cual me unen lazos muy fuertes, pero que no es la mía. No digo esto por temor, sino por pudor y una natural reserva.
Sin embargo, se trataron temas que son universales. Y si uno tiene en cuenta la identidad que existe entre Portugal y España, no puede admirarse que muchas de las enfermedades que aquejan a una de estas dos patrias, igual agobian a la otra.
En esta medida, me siento con algún derecho a intervenir. Y, cómo tú, Hispanicus, me identificaste en la nota, aquí estoy diciendo de mi justicia, en los términos más abstractos de que soy capaz, porque así conviene al cuadro concreto que se vivió.
Me parece, en algunos pasajes, que se hizo gran confusión entre situaciones de hecho y situaciones de derecho, al mismo tiempo que no se distinguió bien cuando se hablaba de la legitimidad de origen, distinta como es sabido, de la legitimidad de ejercicio.
Por otro lado, cuesta a comprender como no es posible entender que el juicio sobre el foro externo no se confunde con el juicio sobre el foro interno, el cual sólo a Dios compite. Y que, a uno cualquiera, es lícito proceder al primero de estos dos juicios.
Si no es así, callense los tribunales; la historia que no hable más; y rienda libre y sin freno, porque nadie será demandado.
Lo curioso es que los golpes más violentos vienen precisamente del lado de aquellos que pregonan que no debemos juzgar. Y no se enteran estos que al decirlo ya están haciendo lo que reprochan a los otros.
Después de esto, Hispanicus, no hará falta que te diga que estoy de tu lado.
P.S. - Estoy confiante que fui suficientemente escueto, quedando a disposición del que me pida cualquier aclaración.
Javier López Ureña A este cura ya le hab... Ver máisía visto en varias penosas intervenciones suyas en este mundillo virtual. Creo que le tengo como amigo y le eliminaré.
De la adhesión de un cura del Opus a la monarquía liberal, democrática, usurpadora y perjura, no me sorprende nada. Es la línea oficial del Opus Dei: la aceptación y promoción del statu quo político existente.
Lo que me sorprende es la osadía a la par que abismal ignorancia reconcentrada hasta el ridículo en el primer mensaje que te dirige ese presbítero.
Acuña conceptos ridículos hasta el bochorno de “legitimidad” (legitimidad “metafísica”, legitimidad “de sucesión dinástica” ¿?), ignora lo que es la Monarquía, identifica la sucesión dinástica con la decisión de las Cortes franquistas. Lastimoso.
Que encima esta calamidad de sacerdote justifique un perjurio público, el más grave, y justifique el oportunismo, la falsedad y la doblez de Juan Carlos aprobando el perjurio consciente, no quiera ver los males a todos los niveles que se han seguido de ello, y declare sin ninguna vergüenza su enemiga del Reinado Social de Cristo es escandaloso.
Además, para más inri, sigue justificando la infame firma de las leyes del aborto del 85 y del 2010 atribuyendo al monarca liberal, no ya irresponsabilidad, sino impotencia para no firmar. Deduciendo acto seguido que el hecho de no firmar un asesinato sistemático y legal confiere a alguien automáticamente la santidad, para así poder justificar la infamia y miseria públicas de su monarca.
Y lo que ya me enciende es que encima este individuo tenga la cara dura de permitirse ejercer la coacción abusiva que tan a gala tienen a en su Obra diciendo que Hispanicus tiene que confesarse, y de confesión general, cuando el único que tiene que reflexionar y confesarse por rechazar escandalosamente la doctrina de la Iglesia y hasta la más elemental decencia al aprobar y justificar el juramento en falso es él mismo.
¿Y dice que va a torcer a 60 chavales este verano??? Qué lástima, por Dios.
Este Oppas, este falso pastor que conduce a los fieles al hoyo de sus errores liberales, que se permite decir en público que él rechaza la pública profesión de Fe del Jefe de la Nación, es la viva respuesta a la pregunta que se hace tanta gente de por qué estamos como estamos: por curas como éste.
Le puedes mandar esta respuesta, Hispanicus, si no le encuentro yo antes en la lista de amigos.
Y decirle que haría mejor en aplicarse sus impertinentes recomendaciones de confesión para que el Día que Dios nos llame a todos, que no caiga en Su desgracia.
Porque Javierito Pellín, p’a tonto, tú
Javier López Ureña Bueno, pues este Javier sí que es cura y vive en Novelda (Alicante). Es ex-profesor de Derecho Político en la Universidad, según dice.
Si ampliáis la foto de esta noticia le veréis:
Novelda Digital -- Marcha... Ver máis
Si váis a este otro enlace, veréis de nuevo una intervención con su estilo inconfundible de cura juramentado:
Foro Santo Tomás Moro - Crisis Opus Dei - Otros Temas
Joaquim Maria Cymbron Yo hab... Ver máisía dicho que no quería envolverme en esta delicada materia más que tratándola en términos muy abstractos. Con todo, porque sigue la pertinacia de algunos en el error, queriendo sembrar la confusión, entiendo en estos momentos que callar es consentir en una posición viciosa.
En mi juicio, se define una verdad cuando se dice que Juan Carlos de Borbón no cumplió lo que juró!
Todos actúamos condicionados. De ahí a hablar de coacción la distancia es larga. No me parce que nada le obligase de forma irresistible a aceptar el cargo. Qué derecho poseía más que lo reconocido por el regimen franquista, observadas que fuesen determinadas formalidades?
Franco no tenía legitimidad para imponer aquellas restricciones? Entonces tampoco la tenía para nombrarle como sucesor. Lo hizo, y respaldado de la autoridad del Caudillo fue que Juan Carlos de Borbón entró en el moderno escenario político de España, después de jurar que se cuadraría a determinados principios fuertemente opuestos al desorden que pronto empezó. Y esa presunta falta de legitimidad será porque su poder le venía de la fuerza de las armas? No faltan juicios de los más doctos autores de Derecho, todos ellos de corte tomista, que declaran que una victoria militar puede ser fuente de derecho. Además, si así no fuera, no habría lugar a la guerra justa. Si el que se alza, armas en la mano (respetando todo lo exigido a ese movimiento), acaba ganador, cómo no ha de ser derecho la impronta que deja?
Todos sabemos que las situaciones políticas empiezan por ser situaciones de hecho; se convierten en situaciones de derecho; y son legítimas o ilegítimas según el uso que se hace del poder detenido: la efectivación del bien común, he aquí lo que confiere legitimidad al “princeps”.
De manera que, en absoluto, hay que distinguir entre legitimidad de origen y legitimidad de ejercicio, siendo la última mucho más importante que la primera, al mismo tiempo que es la decisiva para un juicio de valor sobre la bondad de cualquier sistema político instalado.
A semejanza del hijo que, después de haber recusado trabajar, hizo la voluntad del padre más que su hermano, que se comprometió a ir y faltó, corresponde mejor a mis deseos el gobierno que hace lo que quiero sin oír mi voz que el que me escucha y, en seguida, hace lo que le da en la gana. Y, de modo análogo a lo contenido en la enseñanza de San Pablo, respecto nuestro libre albedrío, añado: el gobierno sano no es el que procede según mis apetitos, sino el que cumple lo que me conviene.
La Constitución Española determina que el Rey prestará juramento al ser proclamado ante las Cortes Generales (artículo 61, 1). Que me conste, Juan Carlos de Borbón nada juró ante estas Cortes. O falta observar esta condición; o las Cortes Generales ratificaron el juramento de 1975, por lo cual queda dentro de la legalidad democrática el que fue allí producido!
El Código de Derecho Canónico es categórico al establecer que «quien jura libremente que hará algo adquiere una peculiar obligación de religión de cumplir aquello que corroboró con juramento.» (c. 1200, 1). Ahora bien: o se entiende que Juan Carlos de Borbón juró libremente y, en ese caso, como no cumplió, ha cometido perjurio; o se sostiene que estaba coacto y, ahí, determina la ley canónica que «el juramento arrancado por dolo, violencia o miedo grave es nulo “ipso iure”.» (“ib.”, 2). Caberá entonces preguntar cómo sigue reinando si no prestó juramento.
Oriol Ferré Qu... Ver máisé sorpresa al leer que, para don Javier, la Ley Ley de principios del Movimiento Nacional es de locos. Concretamente, para don Javier, el de la Ley de Dios como timbre de honor es de un clericalismo absolutista.
Don Javier debería leer una de las cartas que San Josemaría Escrivá, fundador de la Prelatura Personal a la que don Javier pertenece, escribió al Generalísimo Franco haciendo referencia a la Ley de principios del Movimiento Nacional:
"No quiero dejar de unir a las muchas felicitaciones que habría recibido, con motivo de la promulgación de los Principios Fundamentales, la mía personal más sincera. La obligada ausencia de la Patria en servicio de Dios y de las almas, lejos de debilitar mi amor a España, ha venido, si cabe, a acrecentarlo. Con la perspectiva que se adquiere en esta Roma Eterna he podido ver mejor que nunca la hermosura de esa hija predilecta de la Iglesia que es mi Patria, de la que el Señor se ha servido en tantas ocasiones como instrumento para la defensa y propagación de la Santa Fe Católica en el mundo" .
"Aunque apartado de toda actividad política, no he podido por menos de alegrarme, como sacerdote y como español, de que la voz autorizada del Jefe del Estado proclame que «la Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y Fe inseparable de la conciencia nacional que inspirará su legislación». En la fidelidad a la tradición católica de nuestro pueblo se encontrará siempre, junto con la bendición divina para las personas constituidas en autoridad, la mejor garantía de acierto en los actos de gobierno, y en la seguridad de una justa y duradera paz en el seno de la comunidad nacional. Pido a Dios Nuestro Señor que colme a Vuestra Excelencia de toda suerte de venturas y le depare gracia abundante en el desempeño de la alta misión que tiene confiada. Reciba, Excelencia, el testimonio de mi consideración personal más distinguida con la seguridad de mis oraciones para toda su familia.
Josemaría Escrivá de Balaguer. Roma, 23 de mayo de 1958" .
Guillermo Pérez G Por otra parte, la concepción que tiene ese Javier sobre la legitimidad del poder civil es contraria al derecho público católico.
Parece formado en una escuela de derecho calvinista.
Javier López Ureña Es que está formado en una escuela de derecho calvinista...
Guillermo Pérez G No se puede esperar otra cosa de quienes tienen una concepción calvinista del trabajo, una concepción jansenista de la moral, una concepción indiferentista de la religión, una concepción galicana del Papado y llaman "hermanos mayores" a los asesinos de Cristo.
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