Los textos aquí recogidos (de ese panfleto cibernético que es wikipedia) están concebido en términos falaces de unos –ismos frente a otros -ismos (juego ideológico simplicísimo de conceptos ultramodernos).
Es una forma fácil pero engañosísima de etiquetar con categorías artificiosas tanto períodos de siglos, como de territorios variadísimos y distantes; presentándolos a todos como discrepantes o aproximativos en función de un único punto de vista propagandístico actual y políticamente correcto, pero HISTÓRICAMENTE DISPARATADO.
Es como clasificar la historia de la humanidad en términos políticamente correctos -pero ridiculísimos- de historia homosexual frente a historia heterosexual; o historia feminista-frente a historia antifeminista.
La pena es que estos bodrios cibernéticos de cuatro páginas de extensión son la única referencia que los jóvenes tienen de épocas cuyo conocimiento requeriría libros enteros.
El clericalismo es la doctrina que instrumentaliza una religión con fin político; defiende que el clero que la representa puede y debe inmiscuirse en los asuntos públicos y profanos como un poder que los oriente, supervise y corrija conforme a sus dictados. Como tal, hizo surgir el anticlericalismo, modalidad de laicismo que sostiene la doctrina opuesta.
Definición tendenciosa y manipulada ideológicamente. Con solo decir que la palabra “clericalismo”, “clerical”, “integrista”... son un invento del catolicismo liberal –condenado ex catedra por el Magisterio Pontificio- se ve lo capcioso de todo lo demás.
-No hay ni ha habido dentro de la Iglesia ninguna doctrina “clerical” -así llamada-: esa era la doctrina de la Iglesia de siempre.
Sí que había enemigos del papado: primero protestantes y después de la infiltración liberal en el siglo XIX, también los católicos –liberales; y después enemigos de todo el cristianismo, desde hace poco más de un siglo.
Por supuesto que históricamente hubo autores más o menos valedores de los derechos de la religión y de la Iglesia, o más bien del emperador o de los reyes. Pero eso se conoció con otros nombres mucho más correctos y ajustados que el pro- y el anti- de turno.
- Ni la religión católica ha pretendido históricamente instrumentalizar la política, sino aplicar unas reglas de funcionamiento correcto de la comunidad política, en función de los superiores derechos del espíritu y de la religión sobre los materiales del simple gobernante secular.
-La interpretación de las frases de Jesucristo : “Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” y “No se puede servir a dos señores” la ha interpretado la Iglesia siempre en otro sentido que el de los sabihondos de wikipedia, faltaría más.
Los “dos señores” a los que no se puede servir a la vez son Satanás (el dinero, el mundo, el poder) y Dios. No son ni mucho menos el poder temporal y espiritual enfrentados. Serían bienes de Satanás los bienes materiales usados en sí mismos fuera de una perspectiva espiritual; pero dejan de ser de Satanás si esos bienes son aplicados en servicio de Dios.
Lo que explica esa frase es precisamente lo contrario: que no se pueden disociar los bienes de un solo Señor, ya que disociados pasan los materiales a ser propiedad del demonio.
“Dar a Dios lo que es de Dios” implica que los FUNDAMENTOS del orden temporal pertenecen a Dios, creador del hombre y de la sociedad civil. Eso no quita que haya matices políticos, diplomáticos, tributarios que pertenezcan en exclusiva al César.
Y así de todo lo demás. No vale la pena desmontar todos los artilugios falaces que ahí se dan como dogmas políticamente correctos y fieles al endemoniado y horripilante sistema que nos tiraniza.
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