La verdad es que la beata Ana Catalina Emmerich, dicho sea con todo respeto, decía a veces cosas muy raras. Pero las revelaciones particulares no son palabra de Dios ni dogma de fe, por lo que no es necesario aceptarlas. En cuanto a lo del veneratorio, como sé que desde que los pastores descuidadon el rebaño y dejaron de formar a sus feligreses no sólo han prosperado las sectas en tierras hispanoamericanas, sino que también han surgido supersticiones y extraños cultos sincréticos (cosa que no pasaba en tiempos de los Cristeros, cuando el pueblo todavía conocía la doctrina), pensé que sería alguna de esas cosas raras.