"BEATO, LOS POBRES SIN COMIDA"
San Juan Macías
PEOR QUE LA FALTA DE ARROZ ES LA FALTA DE FE
Año 1949. España sufre privaciones, pues Europa ha quedado devastada tras la 2ª Guerra Mundial. Hay mucha hambre y las despensas están mohínas. En la cocina de un comedor para pobres de Olivenza (provincia de Badajoz), Leandra Vázquez mira lo que tiene ese día para poner a la mesa de los indigentes que se allegan allí a calmar el hambre. La buena mujer ve que apenas hay 750 gramos de arroz y que, engañando a la olla, hasta puede sacar diez platos. Pero, aunque está pensándolo, no se le ocurre otra cosa que mirar al cielo, encontrando el techo de la cocina y, suspirando, decir con el corazón en la mano:
-Beato, los pobres sin comida.
El Beato era Juan Macías que nació el 2 de marzo de 1585, en una casa de padres nobles, pero de capa caída y que, habiendo quedado muy niño huérfano de padre y madre, tuvo que cuidar rebaños como todos esos grandes extremeños, como Francisco Pizarro. En 1619, estando en Sevilla, Juan Macías se embarcó rumbo a América y en Lima hizo su profesión solemne, ingresando en la Orden de Santo Domingo de Guzmán el 23 de enero de 1623. Durante su vida en la tierra, fray Juan Macías destacó por su caridad y, para que se den con un canto en los dientes los incrédulos, también por sus levitaciones y éxtasis, de tal modo que pasó a mejor vida con fama de santidad. Aunque la mayor parte de su vida la hizo en la otra España -en la América española- la fama de Juan Macías llegó a su tierra nativa y allá por 1949 todavía se le recordaba en Badajoz, implorando su intercesión por aquello de que el paisanaje tiene aldabas en el cielo. El Santo Padre Gregorio XVI lo había beatificado el 22 de octubre de 1837.
-Beato, los pobres sin comida. -dijo Leandra Vázquez mirando la olla. Y, en cuestión de minutos, la cocinera ve que el volumen del arroz aumentaba de modo inexplicable en la olla. La olla, de 10 litros, empieza a rebosar. Leandra llama a voces a la madre del párroco -a la sazón D. Luis Zambrano Blanco- que la ayuda en las hazanas. Y la madre del cura trasvasa lo que va rebosando a otra olla de ocho litros. Acude también Isabela Fuentes y hace lo mismo, llenando una tercera olla de diez litros. Durante 4 horas el arroz no dejó de multiplicarse en la olla.
Y sin que nadie pueda explicarlo científicamente, con 750 gramos de arroz se sació el hambre de 150 comensales indigentes. El Vaticano envió a dos especialistas -Giovanni Petrosini y Angelo Bianchi, catedráticos de agronomía, que aseveraron que: "estudiado y controlado el fenómeno, estamos convencidos que no se le puede dar una explicación natural, conforme a las nociones de la ciencia". 23 testigos prestaron testimonio de lo que habían visto: un suceso sin explicación, la multiplicación de 750 gramos de arroz en una olla de diez litros de capacidad.
Los consultores teólogos aprobaron el caso. El consejo cardenalicio lo confirmó el 9 de julio de 1974 y Su Santidad Pablo VI lo vino a ratificar el 4 de octubre de 1974. El 28 de septiembre de 1975 Su Santidad Pablo VI canonizó a Beato Juan Macías.
Leandra Vázquez llegó a decir que "Beato Juan Macías hizo bien las cosas", pues además multiplicar milagrosamente el arroz, lo sazonó de tal modo que cuantos comieron ese día decían que estaba más sabroso que nunca.
En estos tiempos, cuando tantos comedores sociales prestan sus servicios a tantos y tantos españoles que la crisis económica ha dejado en la indigencia -la crisis que no han sabido ni saben superar los políticos- he querido recordar lo que San Juan Macías hizo por sus pobres en el año 1949 y que pronunciemos, a modo de jaculatoria: "San Juan Macías, tus pobres sin comida".
Y es que, no hay duda: la falta de fe es la peor de las crisis.
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Para saber más de San Juan Macías, pinchar aquí: San Juan Macías
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