Fuerza moral
La fuerza moral es la virtud, que capacita al hombre para llenar sus deberes; la dignidad, que produce amor a la milicia; la gratitud, que purifica el alma; la abnegación, que sacrifica juventud y riqueza. La fuerza moral del hombre es el ESPÍRITU DE HONOR, la EXPRESIÓN DE LA DIGNIDAD, el SANTUARIO DE LA CABALLEROSIDAD, el REFLEJO DEL CARIÑO y el INCENSARIO donde la patria vierte sus glorias para perfumar el corazón de sus hijos.
La fuerza moral es la victoria, porque en ella, mas que la voluntad puede el corazón, mas que la disciplina el sentimiento patrio, mas que la obediencia el cariño, mas que el mando la intensidad del afecto, mas que la esperanza del agradecimiento el contento del terruño, y mas que las satisfacciones del presente los elogios del porvenir.
¿Qué otra cosa sino fe es esa fuerza moral, que sujeta misteriosamente opuestas cualidades? ¿No es fe la fuerza moral que levanta al pusilánime, refrena al arrojadizo, ayuda al débil y rebaja al orgulloso? Sin la fe, la fuerza moral titubearía, rodaría arrastrando los prestigios legados por el pasado y las esperanzas puestas en el porvenir. La fuerza moral basada en la fe, trae consigo la exaltación de los nobles corazones. La fuerza moral independiente de la fe, conduce al aniquilamiento de toda civilización y a la muerte de toda sociedad.
EL BANDIDO REALISTA
Palafox: «Cansan mucho el pobre soberbio, el rico avariento y el magistrado insolente»
Virrey Juan de Palafox y Mendoza, pintor anónimo
Publicado Por: LA ESPERANZA mayo 19, 2021
Hoy rescatamos algunos dictámenes morales de Juan de Palafox, quien fuera Obispo y Virrey de la Nueva España. La concisión y el valor de estas breves reflexiones, sin duda aprovecharán al lector:
Dictámenes morales, por Su Ilma. Don Juan de Palafox y Mendoza
Lo primero que debe hacer cualquier hombre cuerdo y cristiano es formar buenos dictámenes en las materias que ha de obrar y, después de formados, ejecutarlos; como el que quiere asegurar el escribir derecho, primero hace la regla y señala las líneas y con esto corre rectamente la pluma, y como el pintor que primero hace la idea en la imaginación, después el dibujo y últimamente la imagen; y así se ha de reparar en los buenos dictámenes, y porque no se pierda el mundo ni yerre por falta de consideración: Quia non est qui recogitet corde, dice el Profeta.
Por esto he querido para mí mismo escribir aquí, como se me fueron ofreciendo, algunos dictámenes que sirven de reglas a diversas materias en que puede ocuparse el discurso, el consejo o la ejecución.
I
No se pueden conseguir cosas grandes sin despreciar y tolerar las pequeñas, y aun tal vez las grandes.
II
Del amor y de la cortesía dales a todos cuanto pidieren y conténtate con lo que te dieren.
III
Haz las cosas de manera, y tales, que si no se premian en esta vida se premian en la otra.
IV
De callar, raras veces consigue daño el que calla, del hablar mucho suele granjearse y muy grande.
XXIII
No puedes hacerte de todos amado, pero a todos puedes hacerte amable y digno de amor.
XXV
Tres cosas cansan mucho y la cuarta aborrece mi alma: primera, el pobre soberbio; segunda, el rico avariento; tercera, el magistrado insolente; cuarta, el ingrato a los beneficios
Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta
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Fuente:
https://periodicolaesperanza.com/archivos/5489
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