2ª Parte.- LA BIBLIA.
La característica que mejor describe La Biblia es que es un libro ÚNICO.
Único como lo describía Webster: 1.- uno y especial. Singular, solo. 2.- diferente de todos los otros; sin igual o semejante.
Según el profesor M. Montiero-Willians, ex profesor de Sánscrito que pasó 42 años estudiando los libros de Oriente, dijo, al compararlos con la Biblia: “apílelos, si quiere, al lado izquierdo de su mesa, pero coloque la Biblia en el derecho, sola, y con un amplio espacio entre ambos lados porque hay un abismo entre ella y los así llamados libros sagrados del Oriente, abismo que separa a ésta de los otros en forma total, sin esperanza, y para siempre … un abismo tan profundo que no puede ser traspasado por ninguna ciencia de pensamiento religioso”.
La Biblia es un libro único en muchas formas de los demaś, entre otras porque:
Única en su Continuidad:
Es un libro escrito a lo largo de unos 1.600 años, durante 60 generaciones, por más de 40 autores diferentes de toda clase social (reyes, campesinos, filósofos, pescadores, poetas, estadistas, eruditos, …).
Escrito en diferentes lugares: desierto, en la cárcel, en un palacio, mientras viajaba, en la isla de Patmos, en medio de campañas militares, etc.
Escrito en diferentes épocas, en guerra y en paz.
Escrito desde muy diferentes estados de ánimo: entusiasmados de gozo o desde la tristeza más profunda y la desesperación.
Escrito en tres continentes: Asia, África y Europa.
Escrito en tres idiomas: hebreo (idioma del Antiguo Testamento), arameo (lengua franca del VI al IV a.d.C) y griego (idioma internacional en época de Cristo).
Abarca, en su material, cientos de casos y asuntos de controversia (que generan discusiones y opiniones contrarias). Pese a todo, sus autores hablaron sobre cientos de estos asuntos con armonía y continuidad, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Siempre con una única historia en desarrollo: “la redención humana efectuada por Dios”.
A primera vista la Biblia parece ser una colección de literatura, principalmente judaica, pero no es una simple antología, mantiene una unidad en su conjunto y la Biblia carece de antologista que recopilara todo el material.
Única en su Circulación:
La Biblia ha sido leída y publicada más que cualquier otro libro. Ningún libro ha generado tantas copias, totales o parciales en toda la historia.
Solamente la Sociedad Bíblica Británica debe, para satisfacer su demanda, producir una cada tres segundos, día y noche, todos los días del año que despacha a varias partes del mundo en 4.583 bultos que pesan unas 490 toneladas.
Todo esto, evidentemente, no prueba que la Biblia sea la palabra de Dios, pero sí que es un libro único.
Única en su Traducción:
Es el primer libro que se tradujo: La Septuaginta (traducción griega del A.T. Hebreo, unos 250 años antes de Cristo).
La Biblia ha sido traducida, vuelta a traducir y parafraseada más que ninguna otra obra del mundo.
Según la Enciclopedia Británica, en 1996, la Biblia entera estaba editada en 240 idiomas y dialectos. Uno o más libros completos de la Biblia en 739 idiomas adicionales, es decir, en total, en más de 1.280 idiomas.
Entre 1950-1960 trabajaban más de 3.000 traductores bíblicos.
Única en Supervivencia:
RESISTENCIA TEMPORAL:
Escrita en materiales perecederos, teniendo que ser copiada y recopiada durante cientos de años antes de la invención de la imprenta. Pero ello no perjudicó ni su estilo, ni su corrección ni su existencia.
La Biblia comparada con cualquier otro escrito antiguo tiene más evidencia manuscrita que diez piezas cualesquiera de escritura clásica juntas.
Según A.T. Robertson (autor de la gramática más completa del N.T. Griego) escribió: “existen, al menos, unos 8.000 manuscritos de la Vulgata Latina, y cuando menos otros 1.000 de otras versiones primitivas, a los que hay que añadir unos 4.000 manuscritos griegos. A parte de ello gram parte del N.T. Puede reproducirse de las citas de los escritores cristianos primitivos”.
John W. Montgomery (History and Christianity) dice: “mostrarse escéptico respecto del texto resultante del Nuevo Testamento equivale a olvidarnos de todos los clásicos de la antigüedad porque ningún del período antiguo tiene tal respaldo bibliográfico como el N.T”
Los judíos preservaron la obra como ningún otro manuscrito ha sido preservado jamás. Con su masora (parva, magna y finalis) llevando la cuenta de cada letra, sílaba, palabra y párrafo. Había especialistas con la misión exclusiva de preservar y transmitir estos documentos con suma fidelidad, prácticamente perfecta. ¿Quién contó jamás las letras o sílabas o palabras de Cicerón, Séneca, Platón o Aristóteles?
Sobre el N.T. Hay cerca de 13.000 manuscritos, completos e incompletos, en griego y otros idiomas que han sobrevivido desde la antigüedad. Ninguna obra clásica antigua cuenta con tal respaldo.
John Lea (The Greatest Book in the World) comparó la Biblia con las obras de Shakespeare. Sorprende que las obras de Shakespeare en unas décadas se hayan corrompido y sea más incierto que la Biblia con diez veces más de existencia y que durante 15 siglos sólo estuvo en forma manuscrita.
Salvo unas 15 excepciones el texto de cada versículo del Nuevo Testamento puede decirse que está de tal modo establecido por el consenso general de los eruditos que cualquier en cuanto a sus lecturas debe atribuirse más a la interpetación que a cualquier duda del texto.
Sin embargo, en cada una de las 37 obras teatrales de Shakespeare hay probablemente un centenar de lecturas aún en disputa, una gra porción de las cuales afecta el significado de los pasajes en que ocurren.
RESISTENCIA A LA PERSECUCIÓN:
La Biblia ha soportado más ataques malintencionados de sus enemigos que cualquier otra obra y durante más tiempo. La han quemado, prohibido, ilegalizarla (desde el Imperio Romano o los regímenes comunistas).
Voltaire, el incrédulo francés que murió en 1778 dijo: “cien años tras mi época el cristianismo sería borrado de la existencia y pasaría a la historia”, pero el que pasó a la historia fue Voltaire mientras la circulación de la Biblia siguió creciendo en prácticamente todo el mundo. Tan sólo 50 años tras la desaparición de Voltaire, la Sociedad Bíblica de Génova usó la misma casa e imprenta que Voltaire usara para producir montones de Biblias. Ironías de la Historia.
Ya en el 303 Diocleciano expidió un edicto para destruir a los cristianos y sus libros sagrados. En todas partes se promulgó una carta imperial obligando la demolición de las iglesias y las Escrituras arrojadas al fuego, retirando los cargos públicos y derechos civiles a los cristianos que los detentasen y privar a todo cristiano de libertad.
25 años más tarde, Constantino, el Emperador que sucedió a Diocleciano comisionó a Eusebio para que preparara 50 copias de la Escritura a expensas del Gobierno.
La Biblia es única en supervivencia, lo que no prueba que sea la palabra de Dios, pero sí que es única, que permanece sola entre los libros.
CUALQUIERA QUE BUSQUE HONESTAMENTE LA VERDAD DEBERÍA CONSIDERAR UN LIBRO CON TALES CARACTERÍSTICAS ÚNICAS.
RESISTENCIA A LA CRÍTICA:
Por más que los incrédulos han atacado e intentado refutar el libro sin denuedo hogaño permanece tan sólido como una roca. Su circulación aumenta y es más amado, leído y querido que nunca antes.
Cuando un monarca francés propuso perseguir a los cristianos un anciano estadista y soldado le recordó: “Señor, la Iglesia de Dios es un yunque contra el que se han roto y gastado muchos martillos mientras el yunque permanece”
Si este libro único no fuera el libro de Dios, hace siglos que los hombres lo habrían destruído. Emperadores y Papas, reyes y sacerdotes, prícipes y gobernantes, todos han probado su mano contra él pero mientras ellos han pasado el libro sigue.
Más de mil veces las campanas han anunciado la muerte de la Biblia, se ha formado la procesión fúnebre, se escribieron las esquelas y lápida mortuoria, se ha leído el oficio, pero … de manera inexplicable, el cadáver nunca ha aparecido.
Ningún otro libro ha sido tan molido, acuchillado, cernido, escudriñado, vilipendiado, … ¿qué otro libro, de filosofía, religión, artes, clásico o moderno, ha sufrido un ataque tan masivo y severo como el de la Biblia? ¿con igual rencor y escepticismo? ¿con tal perfección y erudición? ¿sobre cada capítulo, línea y declaración?
Pero la Biblia aún es amada, leída, estudiada y querida por millones.
Hubo un tiempo en que se hablaba de los resultados confirmados de la “alta crítica” pero ahora los más altos críticos caen en el camino. Así, por ejemplo, la Hipótesis Documentaria: según ella el Pentateuco no pudo ser escrito por Moisés. Los resultados confirmados de la “alta crítica” demostraron que la escritura era desconocida en ese tiempo de Moisés. Obviamente el autor tenía que ser, forzosamente, más reciente. Las mentes de los críticos empezaron a funcionar y los escritores: J, D, P, X, L reunieron todo el material, dividieron hasta un mismo versículo en tres autores diferentes, construyeron grandes estructuras de crítica muy científicas.
Fue entonces cuando otros individuos descubrieron el “código negro”, caracteres cuneiformes con la ley de Hamurabi, pero ¡caramba!, era no solo anterior a Moisés sino a Abraham, antecedía a Moisés en tres siglos, un Moisés al que consideraron, de forma muy científica un primitivo carente de alfabeto.
Irónicamente la Hipótesis Documentaria aún sigue enseñándose si bien su base original (los resultados científicos confirmados de la alta crítica) tuvo que ser erradicada al comprobar su falsedad.
Los críticos dijeron, enfáticamente, que los muros de Jericó no pudieron desplomarse. Pero sabemos que estaban, otra vez equivocados, se desplomaron.
Una vez más los resultados “confirmados” de la “alta crítica” negaron que hubieran existido los hititas (la única referencia que se tenía de ellos era la del Antiguo Testamento, no figuraban en ningún otro registro, ni había indicio alguno de su existencia).
Pero la arqueología hoy ha cubierto, con centenares de referencias, unos 1.200 años de civilización hitita.
Única en sus Enseñanzas:
PROFECÍAS:
La Biblia es el único texto humano en el que pueden encontrarse un gran cuerpo de profecías relativas a naciones en forma individual, Israel, a todos los pueblos de la tierra, a ciertas ciudades y a la venida de Uno que sería el Mesías. El mundo antiguo tuvo muchas formas diferentes de determinar el futuro (adivinación) pero en toda la literatura griega y latina no hallaremos verdaderas profecías específicas sobre un gran hecho histórico a suceder en un futuro distante, ni profecía sobre ningún Salvador que saldría de entre los hombres, y eso a que en dicha literaturas se empleaban las palabras profecía y profeta.
El mahometanismo no puede señalar ni una profecía sobre la venida de Mahoma expresada siglos antes de su nacimiento. Ni los fundadores de ningún culto identificar algún texto antiguo que preanunciara específicamente su aparición.
HISTORIA:
Desde Samuel a Crónicas se cubre la historia de Israel durante 500 años. El A.T. Es el texto histórico más antiguo conocido.
Es una narración histórica sin parangón en cualquier otra nación, o tribu. Ni en Egipto o Babilonia, ni en Asiria o Fenicia, ni en Grecia o en Roma podemos encontrar algo comparable. No hay nada similar en la tradición de los pueblos germánicos, ni en la India ni en la China hay nada similar. Ningún otro pueblo guarda memoria de sus ancestros, tal vez los que más se acercan, distando mucho, son los antiguos escritor hindús (Puranas) o los asirios que reconocían que sus primeros gobernantes (de los que sólo se sabe sus nombres) moraron en carpas pero hacía mucho tiempo que habían olvidado sus orígenes.
PERSONALIDADES:
La Biblia no es la clase de texto que el hombre escribiría si pudiera o que podría escribir de querer hacerlo.
La Biblia es crudamente franca cuando trata los pecados e injusticias de sus personajes. No trata de encubrir defectos, cuenta las cosas como son, relata los pecados del pueblo, de los gobernantes, y no escapan los propios evangelistas que narran sus propias faltas y los errores de los apóstoles.
La Biblia no se ahorra capítulos, tiene el hábito de contar las cosas como son.
Única en la Influencia Sobre la Literatura Circundante:
Si se destruyera la Biblia de todas las ciudades podría restaurarse en todas sus partes esenciales por las innumerables citas de ella que sugen de cada biblioteca pública de cada ciudad.
Casi todos los grandes escritores literarios tienen obras en las que explican la enorme influencia que ha ejercido la Biblia sobre ellos.
Como dice el historiador Philip Schaff (The Person of Christ): “este Jesús de Nazareth, sin dinero ni armas, conquistó más millones de hombres que Alejandro, César, Napoleón o Mahoma.
Sin ciencia ni erudicción arrojó más luz sobre las cosas, divinas y humanas, que todos los filósofos juntos.
Sin la elocuencia de las escuelas habló tales palabras de vida como nunca antes, ni después, fueron dichas y produjo efectos más allá del alcance del orador o el poeta.
Sin escribir una sola línea puso en movimiento más plumas y proporcionó más temas para oraciones y sermones, discusiones, volúmenes de erudicción, obras de arte, cánticos de alabanza que el ejército completo de los más grandes hombres antiguos y modernos.
Hay complejidades de estudios bibliográficos sin paralelo en ninguna otra ciencia o rama del saber humano. Partiendo de los Padres Apostólicos (año 95) hasta hoy hay un gran río literario inspirado por la Biblia: diccionarios bíblicos, atlas bíblicos, léxicos bíblicos, enciclopedias bíblicas, geografías de la Biblia, que pueden considerarse el punto de partida, luego la vasta bibliografía sobre teología, educación religiosa, himnología, misiones, idiomas bíblicos, historia de la Iglesia, biografía religiosa, obras devocionales, comentarios, filosofía de la religión, evidencias, apologética, etc. es un venero inacabable.
Una evidencia de su importancia y el efecto que ha tenido en la historia, y del desconcertante misterio de su ser, es el hecho de que nadie que haya vivido sobre este planeta ha evocado una tan gran cantidad de literatura entre tantos pueblos, épocas e idiomas, y que lejos de menguar el río continua creciendo.
Lo anterior no es una prueba de que la Biblia sea cierta, pero desde luego es una prueba irrefutable de su singularidad.
Cualquier persona inteligente que busque la verdad leerá el libro que ha atraído la atención mucho más que los demás.
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