LA DOCÉTICA Y EL GNOSTICISMO LLAMADO ISLAM.

Entre las escuelas gnósticas más extendidas estaba la DOCÉTICA que, además de otras elucubraciones gnósticas, pretendía afirmar y divulgar, contra la evidencia, que Cristo no murió en la cruz y que su muerte era una mera apariencia.

Siglos después sostuvieron lo mismos los Cátaros, a cuyos miembros más eminentes denominaban "puros" porque su doctrina era puro Gnosticismo.
Los "puros" eran los "elegidos" los que pueden subirse al carro del poder sin que nadie se lo robe.

Siglos después se llamarían Puritanos a los seguidores más radicales de las doctrinas calvinistas.

El ISLAM recogió esta torticera, inventada y absurda versión. Al tiempo cargaba la responsabilidad de la sentencia de muerte a Jesús en los judíos. El Corán, escrito a inicios del VII, en su Sura 4 (157) dice que los judíos dijeron: "hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de Allah. Pero no le mataron ni le crucificaron, sino que se les hizo confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre él tienen dudas respecto. No tienen conocimiento certero sino que siguen suposiciones y ciertamente no lo mataron".

Aún así, el Sura 4 es vago sobre la responsabilidad por la muerte de Jesús. Sobre lo que no hay duda alguna es sobre que la herejía Docética, al igual que todas las basadas en los falsos textos gnósticos y el propio Corán -que tiene mucho de Gnosticismo- pretenden borrar a Jesús, bien como figura histórica o bien como Hijo de Dios, al intentar derrumbar el sacrificio redentor del Mesías.

Esas doctrinas luchan para abolir al mismo Cristo como figura central del Cristianismo, al negar su naturaleza divina y humana simultánea, sin la que el Cristianismo pasaría a ser una más de las religiones gnósticas al servicio de los poderosos.

En una conferencia del profesor de filosofía, Gustavo Bueno (1924) el Catedrático afirmó que según él, el Islam es la religión más filosófica. Sin duda ha de ser así para quien entiende la Filosofía como una práctica gnóstica a partir de un método materialista racionalista.

Pero los que entienden la Filosofía como una práctica ética a partir de un método racional valoran el Islam como el fruto más extendido del Gnosticismo monoteista irracional.

Se comprende que Bueno desde su concepto filosófico tenga esa consideración hacia el Islam, pero es más difícil entender que el obispo holandés de Breda, Monseñor Tiny Musken (1936) señalara en agosto (2007) en algunas parroquias católicas de Indonesia -en donde fue obispo- se reza a Alá y que bien se podría aplicar esta práctica en Europa para mejorar el diálogo entre religiones porque, según afirmó en la TV holandesa, Dutch TV: "a Dios no le importa como le llamemos ...
Alguien como yo he rezado a Alá durante ocho años en Indonesia y otros sacerdotes, durane veinte o treinta años. En el corazón de la Eucaristía, Dioes es llamado Alá en aquel lugar, entonces, ¿por qué no podemos empezar haciéndolo juntos?
"

Esta claro que la declaración de Monseñor sólo puede ser fruto de un proceso de demencia senil. Gracias a Dios, ya le han jubilado.
Precisamente en Indonesia se asesina a los católicos por el simple hecho de serlo. Es posible que muchos de estos católicos, por su instinto de supervivencia, se intenten mimetizar con la mayoría mahometana brutalmente hostil a ellos; pero presentar eso com un modelo deseable para Europa, sólo puede ser fruto de un delirio.

Independientemente de esto, la Europa laicista -ayudada incluso por algún obispo como el holandés y siguiendo un plan masónico- pretende equiparar todas las religiones partiendo de un absoluto desconocimiento de sus fundamentos, doctrinales e históricos.

Se intenta hacernos creer que en el Islam, cuyo significado es obediencia, sumisión, y no paz como en ocasiones se nos quiere vender, Alá es el Dios bíblico de los Patriarcas, de los Profetas y de los Apóstoles. De hecho, para hacer su doctrina más creíble pretenden afirmar la continuidad histórica del Islam respecto al Judaísmo y el Cristianismo. Pero es falso.

Como señalaba el escritor mexicano Fernando Medina Macías, Alá no es el Dios bíblico de Abraham, Isaac y Jacob. Alá es el dios -luna gnóstico-pagano- llamado Al-ilah, el dios o el ídolo de tiempos preislámicos que -por cierto- era masculino y casado con el dios sol que era el femenino.

Aunque al parecer la luna macho y el sol hembra tuvieron tres hijas. En la cuestión sexual del sol y de la luna no acaban de ponerse de acuerdo los gnósticos y en lo de los hijos tampoco.

Lo cierto es que la adoración a ese dios lunar era la más extendida en el Medio Oriente cuando Mahoma (570-632) cansado de asaltar caravanas con su banda, se inventó el Islam.

Según el pastor evangelista "carismático" Kenneth Boa en su libro Cults, Words Religion and the Occult: "los árabes eran personas idólatras politeístas que tenían un panteón de dioses. Uno de estos muchos dioses era Alá. Entre estos dioses también acompañaban a Alá, demonios (dijnn) y ángeles.
La Meca era el centro religioso y contenía unos 350 santuarios para diferentes dioses. Entre estos templos había uno llamado Kaaba, el cual era el templo de la Roca Negra (un meteorito) que supuestamente había sido dado a Abraham por el ángel Gabriel
".

Mahoma, convencido por su millonaria mujer, que le llevaba un buen puñado de años, finalmente creyó que había recibido una serie de mensajes enviado por el Arcángel Gabriel. Al venir acompañados de terribles convulsiones violentas y espumarajos, (epilepsia), el propio Mahoma creyó al principio que podían tener origen demoníaco, pero su mujer le convenció de lo contrario.

Mucho antes de las iluminaciones de Mahoma los adoradores de Al-ilah se postraban hacia la Kaaba varias veces al día, realizaban peregrinaciones a la misma y la rodeaban 7 veces. Luego la besaban y salían corriendo hacia el río par lanzarle piedras como si allí residiera el diablo.
También ayunaban durante un mes, con la aparición de la luna creciente y terminando cuando ésta reaparecía. Todas estas prácticas conforman la base del rito islámico hasta hoy.

Además, la identificación de aquel Al-ilah con Alá se pone de manifiesto por el hecho de que la luna creciente es el símbolo del Islam. Así aparece en las banderas de los países musulmanes y sobre las mezquitas de todo el mundo.

Mahoma que conocía mundo contactó con el Judaísmo y el Cristianismo en sus viajes e intentó asimilar las creencias monoteístas. Para ello tomó el Al-ilah, o Alá, como la divinidad principal dentro del batiburrillo religioso árabe, para convertirlo en el nuevo dios.

Aunque en Occidente solemos creer que los musulmanes dicen aquello de "Alá es grande" la traducción más correcta del dicho es "Alá es el mayor" dejando claro el origen politeísta del Islam, pues para ser "el mayor" ha de haber al menos un menor. Pero con esto no termina la vinculación del Islam con el Paganismo más rancio.

El viaje nocturno de Mahoma es una copia de la historia mística zoroástrica recogida en el Arda Viral Namak. En esta obra épica se cuenta la experiencia del archimago Arda Viraf, el cual, después de haber hecho purificaciones y abluciones, así como de someterse a severos ayunos, tomó una poción mágica, más tipo opiácea que la de Astérix, y la rato de tomarla cubierto con una tela blanca de lino, cayó en sueño profundo que duró siete días con sus siete noches. Durante este período estuvo velado por el Rey y los señores principales que al parecer no tenían otro quehacer.
Al despertar, Viraf, -investido con un poder paralelo al del mismo Rey tiránico que había promovido su "éxtasis" dijo haber recibido la doctrina metafísica y moral de Ahura-Mazda.

La doctrina fue escrita y conservada para la posteridad por varios secretarios que reproducían fielmente lo que el iluminado dictaba, igualico -que casualidad- que Mahoma con su Corán y la mayoría de iluminados que en el mundo han sido hasta nuestros días.

Fue el Zoroastrismo el que también inspiró la creencia islámica de las vírgenes con ojos oscuros que esperan al hombre en su entrada al cielo. Lo de rezar cinco veces al día está tomado de los sabaneos, una secta siria adoradora de la luna.
Los sabaneos idearon un Sincretismo entre la religión politeísta babilónica y el Paganismo helénico, en resumen, cabe definir el Islam como un engendro monoteísta pagano con ribetes gnósticos.

Los "teólogos" islámicos, conociendo o no estas realidades históricas, pretenden hacer que se crea que El Corán es la confirmación de la Toráh y los Evangelios. Pero una mínima lectura, incluso superficial, de estos textos demuestra que Mahoma o quien escribiera El Corán los modificó a su antojo y, la mayoría de las veces, de forma burda, siguiendo el ejemplo del resto de los textos gnósticos que fueron apareciendo durante los siglos previos al invento del Islam.

La falta de una profunda vinculación entre Alá y el Dios bíblico es evidente sobre todo con el Nuevo Testamento.
Alá es impersonal y no se le puede conocer. El Dios bíblico se revela y desea una relación personal con los seres humanos.
Alá es una deidad vengativa y arbitraria, mientras que el Dios de los Evangelios es AMOR y RAZÓN, hasta el punto de que se hizo hombre para mostrar el camino de la salvación.

El iluminado Mahoma se hizo pasar por profeta, pero se encontró con que judíos y cristianos tenían un conocimiento bíblico que les permitía detectar al farsante, pues -según el propio texto bíblico- cualquier nueva revelación no puede contradecir lo ya establecido en la Escritura. Siendo así, la "revelación" de Mahoma no podía tomarse como tal, pues era contradictoria con la Escritura, salvo que se tome el Mahometanismo como algo del todo ajeno a esa Escritura que lo niega ya antes de su existencia.

En definitiva, el Islam, respecto al Judaísmo y al Cristianismo, no es más que una mera herejía ideada por un árabe ambicioso de cuya personalidad y vida es mejor no hablar, pues con la ya dicho somos candidatos a la lista negra de la "paz perpetua" islámica.

A Mahoma, para intentar imponer su Alá lunar disfrazado de monoteísmo bíblico, no le quedó más remedio que poner al Islam, con sus obedientes y sumisos creyentes en una guerra por siempre contra el Judaísmo y Cristianismo, pero -eso sí- haciendo pactos puntuales con las excrecencias gnósticas "hermanas" de ambos y con la Jerarquía Iluminista antijudía y anticristiana.