«Tú eres Pedro» por Juan Manuel de Prada para la revista «Misión» publicado el 31/V/2018.
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Escribía Chesterton que Cristo “no eligió como piedra fundamental al místico Juan, sino a un pillastre, un fanfarrón, un pusilánime y, en una palabra, un hombre. Sobre esa piedra construyó su Iglesia; y las puertas del infierno no han prevalecido sobre ella.
Todos los imperios y los reinos han perecido a causa de su debilidad inherente y continua, a pesar de haber sido fundados sobre hombres fuertes y sobre hombros fuertes. Solo la Iglesia cristiana histórica fue fundada sobre un hombre débil, y por esa razón es indestructible”. Los epítetos que emplea Chesterton para referirse a Pedro, el primer vicario de Cristo en la tierra, pueden parecernos irreverentes o poco contemporizadores, sobre todo si los comparamos con el epíteto laudatorio que dedica a Juan (quien, a su vez, era un iracundo “hijo del trueno” y tenía sus puntas de vanidosillo, como demuestra el hecho de que solicitara sin rubor sentarse a la vera de Cristo en el cielo).
Pero lo cierto es que la Iglesia ha sido fundada sobre hombres débiles; o, dicho más exactamente, ha sido fundada contando con la debilidad de los hombres. En esto se distingue de todas las instituciones humanas, que han sido fundadas sin contar con esta debilidad; y, al no contar con ella, se condenan inexorablemente a la extinción.
Cristo quiso que su Iglesia estuviese fundada sobre la debilidad humana; y quiso que al frente de ella estuviese un hombre tan débil como cualquiera de nosotros. La experiencia histórica nos demuestra que ha habido algunos papas pillastres, fanfarrones o cobardes; pero, sobre todo, nos demuestra que muchos de esos hombres débiles puestos por Cristo al frente de la Iglesia resultaron, a la postre, santos varones, ejemplo de virtudes y faro de luz para los fieles, a quienes entregaron la fe que recibieron.
Y lo han sido no porque fueran hombres sin tacha, sino porque la gracia divina actuó sobre el barro con el que estaban hechos; porque dieron todo lo que tenían, como hombres frágiles que eran, y Cristo premió esa entrega sin ambages, adornándola con las prendas de la santidad.
Pedro es vicario de Cristo; lo cual no obsta para que, como persona privada, pueda actuar como un hombre cualquiera. Cuando confiesa, profesa y proclama a Cristo, habla con la voz de Dios; pero, cuando se fía de sus fuerzas y entendimiento meramente humanos, puede decir y hacer cosas propias de un pillastre, un fanfarrón o un cobarde.
Me repugnan los papólatras que pretenden santificar cualquier fanfarronería o pusilanimidad papal; casi tanto como los papófobos que pretenden que esos deslices propios de quien es humano sean causa de su condena. Unos y otros desconocen por igual el sentido del ministerio petrino; y también, por cierto, el dogma del pecado original, que nos enseña a apoyar nuestros juicios sobre la realidad humana, considerando su debilidad. Con ella contó Jesús, para que su Iglesia fuese indestructible.
https://www.revistamision.com/tu-eres-pedro/
Última edición por Pious; 14/07/2018 a las 16:55
¿Pero este De Prada es que no sabe salir de sus Chesterton y Castellani? ¿No tiene otras lecturas que citar? Mejor haría citando a Sto. Tomás de Aquino o a s. Agustín... alguna vez en la vida, pongo por caso, si es que va de católico.
Por lo demás hay que aclarar que la Iglesia del Vaticano II no se auto-considera fundada sobre Pedro sino sobre los Apóstoles y el Colegio episcopal.
Parece que de esto nadie se ha enterado o nadie se quiere dar por enterado.
He aquí una muestra, no exhaustiva, del documento conciliar Lumen Gentium (año 1964):
El Señor… piedra angular (cf. Mt 21,42 par.; Hch 4,11; 1 P 2,7; Sal 117,22). Sobre este fundamento los Apóstoles levantan la Iglesia (cf. 1 Cor 3,11) (LG6)
Jesucristo edificó la santa Iglesia enviando a sus Apóstoles (LG 18)
IGLESIA UNIVERSAL QUE EL SEÑOR FUNDÓ EN LOS APÓSTOLES y edificó sobre Pedro, su cabeza, siendo el propio Cristo Jesús la piedra angular (LG 19)
El oficio de atar y desatar dado a Pedro (cf. Mt 16,19) consta que fue dado también al Colegio de los Apóstoles unido a su Cabeza(cf. Mt 18, 18; 28,16-20) (LG 22)
Potestad suprema sobre la Iglesia universal que posee el Colegio episcopal (LG 22)
Lumen Gentium
Es que ya hace falta tener jeta para perpetrar semejante herejía; imaginarla, decirla en voz alta y aprobarla por la casi totalidad de obispos, contradiciendo el magisterio y la teología de siglos y milenios que reafirmaban el poder único y absoluto de Pedro.. Pero, por supuesto, solo mons. Lefebvre se rebelaría contra tamaña monstruosidad. (Y luego nos vendrían Guerra Campos y mons. Marcelo a decirnos que "allí no había pasado nada"....)
La promesa de Cristo sobre que las puertas del infierno no prevalecerían se referían a la Iglesia fundada sobre Pedro y los papas; que efectivamente mientras la Iglesia estuviera fundada sobre Pedro NO PASARÍA NADA...pero, como se puede leer, la Iglesia actual está fundada "sobre los Apóstoles" y sus sucesores: los obispos + el colegio episcopal (y efectivamente está orgullosa esta nueva Iglesia de considerarse distinta de la tradicional).
Y mira por donde parece que en esa nueva "Iglesia de los Apóstoles-obispos" ya pudo entrar "el humo de Satanás" (como reconoció Pablo VI en el verano de 1972). ¡¡Vaya por Dios, cuando mandaban Pedro y sus Papas esas cosas nunca pasaron, como Cristo ya había avisado.
Queda dicho.
Última edición por ALACRAN; 17/07/2018 a las 19:02
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
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