Iglesias cerradas
Nos tienen a Dios confinado, encerrado en los sagrarios y con las puertas cerradas, inasequible la Eucaristía para casi todos, menos para unos pocos. Acabo de ver en 13 Televisión, "La Trece", una concelebración de 4 sacerdotes y un obispo, donde había un organista y alrededor de media docena de fieles. Pocos, ciertamente, pero sí en Barbatona (Guadalajara) se puede celebrar una misa con varios asistentes, y hasta comulgar, lo he visto yo y nadie me lo ha contado, ¿por qué entonces no se puede en todas las demás parroquias? Y no, no se me ha ido "la olla", es que sí se puede ir al supermercado, a la farmacia, al Banco, la gasolinera, el médico, sacar al perro tres veces al día, pasear una hora al día, hacer deporte, siempre que no se aleje uno de su domicilio más de un kilómetro, y todo siempre que se vaya más o menos protegido (me río de la eficacia de las mascarillas), y se guarde una distancia de seguridad mínima de metro y medio a dos metros, ya se dirá por qué no se puede ir siquiera a visitar al Altísimo.
No se pueden celebrar misas, es el cuento tártaro que nos han contado incluso desde El Vaticano. ¡Mentira! se pueden celebrar muy bien: ¡celebraciones al aire libre! en lugares donde se pueden mantener esas distancias. ¿Y qué pasa con la Eucaristía? Pues que no es igual reunirse en nombre de Cristo en común unión presencial de todos, que unos pocos "escogidos" (habría que saber quiénes) manteniendo a todos los demás en casa. Imaginemos por un momento una familia corriente escuchando una de esas misas a través de una pantalla. Algún que otro miembro en pijama o camisón, repantigados en la butaca o en el sofá, posiblemente con una taza de café al lado o picando patatas fritas o ganchitos. ¡Periquín deja en paz a tu hermana que estamos en misa! , los móviles que suenan sin parar, porque los mensajes de whatsApp entran continuamente, y hay que mirarlos no vaya a ser que alguno sea importante (???????????????????). ¿Parezco exagerado? pero sí estas cosas ya pasan en las misas presenciales, que no será en casa donde no hay cura que mire, o vecino molesto que pueda llamar la atención.
Se puede sí, vaya que sí, tener las iglesias abiertas dos o tres horas al día para poder ir a rezar al Altísimo. También se puede hacer en casa, claro, pero una cosa no excluye a la otra, y para los católicos que somos los que entendemos y vivimos nuestra fe, es más importante ir a visitar al Altísimo de cuya presencia real en los sagrarios tenemos absoluta convicción, que los importantes rezos que se puedan hacer en casa, sí, y paseando al perro, o en el supermercado comprando un paquete de macarrones, y hasta haciendo ejercicio o deporte, por qué no, sí todo es compatible y posible, todo menos visitar al Señor en persona.
Y las misas al aire libre son perfectamente posibles, vamos que Nuestro Señor no predicaba a las muchedumbres ni en las sinagogas, ni en el Templo de Jerusalén, no, lo hacía en las calles y en los campos, al aire libre. Y sí, según prelados y curas, la Eucaristía a través de la pantalla de la caja idiota es espiritual, también puede serlo en misas presenciales al aire libre. Querer es poder, y obras son amores y no buenas razones, pero otra cosa es que no quieran, busquen más la connivencia con el NOM, con otras religiones, especialmente la musulmana, para "no" ofenderlos, que estar a lo que Cristo les ha mandado: ¡predicar el Evangelio al mundo entero!
Cuando esto pase, ya veremos cuántos fieles habrá en las iglesias.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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