Revista ¿QUÉ PASA? núm.200, 28-Oct-1967
Protesta y pastoral, bajo la República, de los obispos Manuel Irurita e Isidro Gomá
PROTESTA DEL OBISPO DON MANUEL IRURITA CONTRA UN ACUERDO DEL AYUNTAMIENTO DE BARCELONA. (EXTRACTOS.)
—Por la prensa hemos tenido noticia de una proposición, presentada y aprobada por mayoría de votos en la sesión del viernes del Ayuntamiento de esta ciudad, que dice así:
1.° Que se proceda al derribo de las paredes de cierre que separan el recinto católico del libre, en todos los cementerios de Barcelona.
2.° Que el Ayuntamiento de Barcelona asista en Corporación a la ceremonia de la destrucción de la valla existente entre el Cementerio Católico y el Libre en el Cementerio del Sud-Oeste, el domingo día 6 de diciembre, por la mañana, para solemnizar el mencionado acto, al que asistirán representaciones de muchas entidades barcelonesas, deseosas de concurrir a la ceremonia, destinada a reafirmar los postulados de la libertad de conciencia.
Esta proposición, así expresada, no sólo es contraria a las leyes vigentes y a los sagrados cánones, sino que tiene, además, una significación de impiedad tan insolente y monstruosa que seguramente no ha sido bien meditada por los señores Concejales que la presentaron y favorecieron con su voto. Grave es la ofensa que el Ayuntamiento infiere a la Iglesia de Jesucristo con lo propuesto en primer término, derribando las paredes que separan los Cementerios católicos de los libres. Más grave todavía por lo que se propone después, por la solemnidad que se quiere dar al acto destructor del domingo día 6.
Pero es muchísimo más grave por la finalidad de la ceremonia, destinada, se dice, a reafirmar los postulados de la libertad de conciencia. Y decimos que esto entraña una gravedad mayor, porque los postulados de la libertad de conciencia que se proyecta reafirmar se reducen, en suma, a proclamar la independencia de la conciencia humana respecto a Dios y de la Autoridad religiosa por Dios constituida. Y es completamente falso y sumamente impío; porque si el hombre fuese independiente, autónomo, si tuviese un derecho contrapuesto a los derechos de Dios, los derechos de Dios serían limitados, pues tendrían por límite ese derecho presunto del hombre, y como en Dios los derechos se identifican con su esencia, se seguiría de ahí que Dios es limitado, que no es infinito, es decir, Dios dejaría de ser Dios. Podrá tolerarse en determinadas circunstancias la libertad de conciencia; pero los postulados de esa libertad, en sí mismo considerados, son y serán siempre falsos, impíos, reprobables. Y reafirmar esos postulados con un acto público, solemne, como se pretende el domingo próximo, es sumamente injurioso a Dios Nuestro Señor, es de una impiedad insolente y monstruosa, sobre todo si se atiende a las circunstancias que van a concurrir.
Y dando las gracias a los señores Concejales que con tanta valentía defendieron la causa católica en la sesión pasada, pedimos insistentemente al Señor, por mediación de la Virgen de la Merced, nuestra Patrona, que dé al Ayuntamiento abundante gracia y fortaleza para administrar los intereses temporales en conformidad con las leyes divinas.
Barcelona, 30 de noviembre de 1931.
|
Marcadores