Erasmo daba una de cal y otra de arena y no se comprometía por ningún lado, era un tibio. E incluso con Santo Tomás Moro, no hay que olvidar que aunque murió mártir y por eso está canonizado, y que aunque es santo patrono de los políticos porque se dejó matar antes que aceptar leyes inicuas, la Utopía estuvo durante mucho tiempo en el índice de libros prohibidos y tiene también su parte de heterodoxia.