Madrid, 20 septiembre 2008. La introducción por S.S. el Papa Benedicto XVI, en su reciente viaje a Francia, del término "laicidad positiva", cercano a lo que también se ha llamado por algunos "nueva laicidad" y, por otros, simplemente "laicidad" (como opuesta al "laicismo"), es asunto que requeriría una consideración detenida y cuidadosa, excluyendo en todo caso conclusiones sumarias. Los lectores de FARO tienen a su disposición en Carlismo.es el artículo del profesor Miguel Ayuso "La ambivalencia de la laicidad y la permanencia del laicismo: la necesidad de reconstituir el derecho público cristiano". Ahora, con motivo de una encuesta realizada por el diario ABC en su edición del día 20 de los corrientes, publicamos la siguiente nota de nuestro querido colaborador don Manuel de Santa Cruz.
- [FARO] Manuel de Santa Cruz contra Dagnino
Don Alfredo Dagnino dice que "nadie quiere volver a formas pretéritas de confesionalismo, sino que no se nos expulse de la vida pública […]". Como don Alfredo Dagnino es presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, que aunque ya no es lo que era sigue siendo importante, bien merecen esas palabras suyas dos brevísimas puntualizaciones:
1º. Esas "formas pretéritas de confesionalismo" fueron, por un lado, largamente bendecidas por la Iglesia y, por otro, nunca por Ella condenadas. No digamos lo que de ellas se benefició la organización que ahora preside don Alfredo Dagnino.
2º. Eso de que "nadie quiere" es una generalización falsa. Todos los que militan bajo el lema de "Dios-Patria-Rey legítimo", lo que entienden por el primer punto es precisamente volver a esas "formas pretéritas de confesionalismo".
Consulte también las secciones El Carlismo y la Unidad Católica y Artículos en la web de FARO
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Agencia FARO
Unos que si laicismo...; otros que si laicidad... y entre medias la amenaza cierta: "que no se nos expulse de la vida pública"...
Qué poquito queda ya para que el catolicismo sea declarado fuera de la ley...
Y otra cosa: la jerarquía católica se autoexpulsó de la vida pública tras el Vaticano II.
Más aun, todos sabemos que si, ( por hipótesis remotísima) pongamos que algún partido político reconociera el confesionalismo católico en España o que se prohibiera el aborto porque la Iglesia lo dijera o le gustara, ...la propia jerarquía católica rechazaría toda oferta que la hiciera protagonista política de algo.
No quieren dar motivos para que cierren iglesias. Pero dará lo mismo, se las acabarán cerrando igual.
Última edición por Gothico; 22/09/2008 a las 15:28
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