SAN PÍO X DEFENSOR DE LA FE Y CIVILIZACIÓN CATÓLICA
San Pío X fue el Papa de lo sobrenatural. El más grande defensor de la fe católica frente al liberalismo de los nuevos teólogos, más protestantes y liberales que católicos. Además de ser el defensor de la fe católica, fue también el mayor defensor de la Iglesia frente a todas las agresiones internas y externas. Por este mismo hecho, el Papa defendió la familia, la patria, la juventud, el matrimonio y hasta el bienestar material de los católicos. Por defender el orden sobrenatural, el santo Papa defendió el orden natural. Hoy al contrario, por menospreciar el orden sobrenatural, la sociedad neopagana pisotea el orden natural; acepta el asesinato de millones de inocentes y todos los vicios horribles que atraen la maldición de Dios sobre la sociedad.
San Pío X sabía bien que las acciones buenas o malas hacen al hombre feliz o infeliz; y las acciones proceden del pensamiento. Si las ideas de un hombre son justas, sus acciones también lo serán y ese hombre quedará en la verdad. Y la verdad lo hace feliz y lo ayuda a salvarse. “La verdad os hará libres”, dice Nuestro Señor Jesucristo.
San Pío X, que fue uno de los papas más grandes del siglo XX, propagó con todas sus fuerzas la fe católica y luchó contra las ideas modernistas que son más peligrosas que el veneno para los fieles. El trató por todos los medios de liberar a la Iglesia de una peste nueva: “El Modernismo“.
En efecto tuvo que enfrentar y condenar a los sacerdotes modernistas, quienes pretendían seguir enseñando en la Iglesia, aunque habían perdido la fe católica.
Por su acción de pastor fuerte y cumplidor de su deber, San Pío X retrasó 50 años la crisis que estamos viviendo y que está causando la ruina de nuestra Santa Iglesia católica. La crisis mortífera actual que destruye al catolicismo es el fruto de las ideas modernistas que San Pío X había condenado en 1907 en su Encíclica Pascendi. Por desgracia, esas ideas no católicas entraron en el catolicismo, mediante el Concilio Vaticano II y hoy son presentadas como algo católico por el partido modernista que tiene en su mano el gobierno de la Iglesia.
Pío X escribía:
“… hoy no es menester ya ir a buscar los fabricantes de errores entre los enemigos declarados: se ocultan, y ello es objeto de grandísimo dolor y angustia, en el seno y gremio mismo de la Iglesia, siendo enemigos tanto más perjudiciales cuanto lo son menos declarados.
Hablamos, venerables hermanos, de un gran número de católicos seglares y, lo que es aún más deplorable, hasta de sacerdotes, los cuales, so pretexto de amor a la Iglesia, faltos en absoluto de conocimientos serios en filosofía y teología, e impregnados, por lo contrario, hasta la médula de los huesos, con venenosos errores bebidos en los escritos de los adversarios del catolicismo, se presentan, con desprecio de toda modestia, como restauradores de la Iglesia, y en apretada falange asaltan con audacia todo cuanto hay de más sagrado en la obra de Jesucristo, sin respetar ni aun la propia persona del divino Redentor, que con sacrílega temeridad rebajan a la categoría de puro y simple hombre.
Tales hombres se extrañan de verse colocados por Nos entre los enemigos de la Iglesia. Pero no se extrañará de ello nadie que, prescindiendo de las intenciones, reservadas al juicio de Dios, conozca sus doctrinas y su manera de hablar y obrar. Son seguramente enemigos de la Iglesia, y no se apartará de lo verdadero quien dijere que ésta no los ha tenido peores. Porque, en efecto, como ya hemos dicho, ellos traman la ruina de la Iglesia, no desde fuera, sino desde dentro: en nuestros días, el peligro está casi en las entrañas mismas de la Iglesia y en sus mismas venas; y el daño producido por tales enemigos es tanto más inevitable cuanto más a fondo conocen a la Iglesia. Añádase que han aplicado la segur no a las ramas, ni tampoco a débiles renuevos, sino a la raíz misma; esto es, a la fe y a sus fibras más profundas. Mas una vez herida esa raíz de vida inmortal, se empeñan en que circule el virus por todo el árbol, y en tales proporciones que no hay parte alguna de la fe católica donde no pongan su mano, ninguna que no se esfuercen por corromper”. (Pascendi, párrafos 1 y 2)
Para salvar a las ovejas, el santo Papa hizo todo lo posible para mantener a los fieles y a los sacerdotes en la verdad católica, revelada por Dios. Pero los modernistas siguieron trabajando bajo el agua y su virus germinó muy bien en las cabezas de teólogos como Yves Congar, Karl Rahner y muchos otros, a tal punto que la Iglesia hoy está infectada por esas doctrinas anti católicas. Y todo católico que no está públicamente de acuerdo con lo que hicieron de la Iglesia, es tratado como excomulgado.
San Pío X luchó en su tiempo contra los errores modernistas,los cuales tienen por objeto (y han conseguido) adaptar la Iglesia al mundo neopagano actual, vaciando la fe de su contenido.
Las ideas modernistas, hechas gobierno en la Iglesia, son responsables no solamente de la condenación eterna de millones de almas, sino también de la crisis moral, económica y social que estamos viviendo hoy en día. San Pío X con todos los papas defensores de la fe, nos enseñan el camino: recibir íntegra y pura la fe católica; la que se transmitió de generación en generación durante más de dos mil años.
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