Paco: gracias por tu referencia; y Vascongado: gracias por el enlace a Tradición Católica, cuyos números de 2005 y 2004 no están disponibles (creo que a los últimos se refería Paco), y redireccionan a paginás de “non trouvée” de lycos.fr

En cierta manera, me habeis respondido todos, aunque tal vez no haya expresado correctamente mi pregunta. Es cierto que existen ciertos contenidos en red muy negativos para con el Opus Dei desde ciertos medios tradicionalistas. Una cosa es como ven los tradicionalistas al Opus Dei, cosa que me es clara, y otra cómo se pronuncian las instituciones tradicionalisa en si a este respecto y qué importancia otorgan a combatir este problema. En páginas oficiales no se encuentra tal –o al menos yo no encuentro nada parecido a un posicionamiento público y oficial de la SSPX, por ejemplo, en su propio portal de SSPX.org o en DICI. Es decir, lo que preguntaba yo es por qué desde medios e instituciones tradicionalistas se ocupan tan poco de la cuestión Opus, que en España, como bien recuerda Veleta, es fundamental, al estar el Opus totalmente enraizado en las estructuras de poder de lo que se suele llamar derecha, casi a la manera de una masonería católica.

De hecho, siempre he creido –corregidme si no es asi– que la precariedad de la SSPX en España, en comparación con su relativa fuerte presencia en Francia, Argentina, Brasil, Gran Bretaña, USA y Australia, se debe precisamente a la existencia de grupos aparentemente “alternativos” a la apostasia actual tales como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. Es decir que el problema “tradicionalismo vs. apostasia” en España está intimamente ligado a la acción de estos últimos grupos, a los que cientos de católicos siguen acudiendo en la creencia de que en ellos se encuentra una reserva del Catolicismo en medio del caos actual. Y aquí repito mi pregunta: por qué desde el tradicionalismo no se da más “caña” en el tema Opus, especialmente cuando se cuentan con apoyos fuera de España, donde el Opus tiene menos fuerza?

En cuanto al tema de SS Benedicto XVI, creo que el nuevo Papa juega a dos bandas: por un lado continua el ecumenismo de JPII en versión anglo-sajona: lo primero que destacaba ayer la BBC sobre la presencia de Ratzinger en Colonia era su visita a una sinagoga. Por otro lado, varios análisis en páginas tradicionalistas anglo-sajonas (novusordowatch y otras) sugieren que Ratzinger y la “logia Vaticana” están intentanto integrar a un tradicionalismo moderado y ‘reditante’ (FSSP, etc.) en una especie de Iglesia post-conciliar a la carta: “a ti te gusta la misa protestante y rojera, y a mi la misa de antes, y todo el mundo contento”. Con esto se reduciría el tradicionalismo a una corriente básicamente litúrgica (no revisionista del CVII) y respetuosa la Iglesia de la doble opción y el “todo vale”, o de las “dos velocidades”, por armonizar con el lenguaje europeista. Creo que esto último es positivo si ello sirve a una expansión de las congregaciones tradicionales y siempre que a largo plazo no se olvide que el objetivo último del tradicionalismo no es el derecho a tener su porpia liturgia cual “objetores de conciencia”, aino producir un debate-revisión del Concilio pastoral de los 1960.