En eso no hay discusión aquí. La discusión se plantea porque el argumento del profesor es intrínsecamente perverso y sus alumnos (obviamente creyentes) se defienden. Además, si no es el argumento favorito de los ateos, está muy próximo de serlo, porque o se replica desde la fe, y no la admiten como argumento válido pues ellos afirman no tenerla, o se hace desde argumentos materialistas, que es el campo en el cual creen encontrarse más cómodos. La tercera solución es no dar respuesta, pero entonces ellos quedan como vencedores del envite.
Y es que igualmente "creen", que la ciencia es respuesta y que todo lo que sea ésta, dimensión conocimiento cierto por resultados (que de concluyentes o inamovibles no tienen nada, pues eso es anti-ciencia), el método, o por la presunción errónea y desenfocada que tienen de que todo científico por serlo ha de ser necesariamente ateo, les lleva a la convicción de que fe y razón son antitéticas. Obviamente ello demuestra que no saben lo que es fe, pero tampoco razón, por lo que resulta imposible que sepan conjugarlas. Y en buena parte, la culpa está en esos científicos, a mí ya ha habido quien me ha replicado que "por el hecho de ser científico, sólo puedo ser ateo", y claro, además de que se te queda la cara a cuadros, acabas diciendo ¿y yo que soy, el gato con botas?
De aquí el valor de la metáfora y la analogía. A un teólogo, o con formación teológica sólida, no le servirán tales metáforas a la hora de debatir con alguien de similares características, pero para un ateo sí, porque ¿es posible la existencia de un teólogo ateo? al menos yo no conozco el caso, pero de cualquier forma se me antoja una contradicción en los términos pura y dura. Entonces, entiendo que desde la teología no se puede dar respuesta al ateo, sencillamente, éste no la va a admitir jamás.
Paradójicamente, y contra sus erróneas interpretaciones, están en inferioridad de condiciones, ¿la prueba? que hay que descender a su terreno, ir a su campo porque ellos son incapaces de venir al nuestro y en cuanto lo hacen sus argumentos que presumen como válidos, dejan de servir para algo. Si el ateo es científico y va al terreno de la teología o de la metafísica, deja de ser científico y su opinión no pasa de ser eso, una opinión más.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Por realidad existencial quiero decir que son hechos factibles. Si se alega que el mal es la ausencia de bien, hay que reconocer que la ausencia de bien es parte de la realidad (es un hecho existencial), o si no se estaria afirmando que no hay hechos clasificables como malos, si no que todo hecho es un acto de bien.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Mal: Ausencia de bien debido
Ejemplo: Me falta una pierna. Es decir que me falta un bien que debería estar, pero no está, es una ausencia.
¿Como puedes llamar a la ausencia parte de la realidad?? Si es ausencia! No está, no es parte de la realidad, a mi me falta algo. ¿Qué me falta? una pierna, un bien debido, natural en el hombre.
El noble es aquel:
que tiene alma para sí y para otros.
Son los nacidos para mandar.
Son los capaces de castigarse y castigar.
Son los que en su conducta han puesto estilo.
Son los que no piden libertad sino jerarquía.
Son los que sienten el honor como la vida.
Son los capaces de dar cosas que nadie obliga y abstenerse de cosas que nadie prohíbe. Son los...
("El nuevo gobierno de Sancho" Leonardo Castellani)
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