Por eso mismo, amigo Reke, no me da la gana de participar en manifestaciones, que si bien estoy de acuerdo con el fin último -expulsar a los inmigrantes y facilitar la mano de obra de los locales- no quiero hacerlo ahora, cuadno la batuta de los sindicalistas amigos del poder, y los "arquitectos" del sistema deciden que es hora de retomar esa bandera y "quitárnosla a nosotros de las manos", que no se nos olvide. Ellos siempre ganando, nosotros, nunca. Hata hace poco, ellos los traían "por tolerancia y por el bien de esas pobres criaturas, para darles "una vida mejor" -nos decían en sus telepropagandas, y ahora, cuando ya les molesta verlos por sus barrios residenciales pidiendo limosna, pues afuera con ellos; ahora si, porque lo dicen ellos y ya no es de fachas el decirlo o hacerlo. Ahora, en autobuses a sus países, dorgados o sedados, que ya no es delito.

El paro no es sino la consecuencia directa de la permisividad de una sociedad abotargada merced a los nuevos oligarcas y plutócratas que tenemos por "amos". La sociedad que van ha heredar los jóvenes de hoy en día me da miedo. Esto sólo lo salva - como decía un amigo- una bomba nuclear, -¡qué yo me muero, pero la cantidad de H.P. que se van a venir conmigo...! -me decía aquel profeta.

Y sí amigo Ordoñez. Tienes razón. Ya no quieren ir los locales a la aceituna o a la vendimia, pero es lo que digo en el otro hilo. ¡Jodidos de mierda, pagad lo que se debe pagar por una jornada laboral y ya verás como no falta mano de obra! Lo que no me vale es explotar a unos españoles o extranjeros, sacar píngües beneficos en la cooperativa, y luego quejarse de lo mal que va el mundo. Y digo, que la culpa es en gran medida del Gobierno de turno, que permite esas prácticas (tal y como apunta Tautalo), porque son ellos mismos los máximes caciques y terratenientes a día de hoy.