Castilla del Sur, Bética, Tartessos o Turdetania y Bastetania. ``Andalucía´´ viene de Al-Andalus, el nombre del enemigo.
EL SER ANDALUZ
El andaluz es o violento o artista o aventurero o cacique o esclavo, y siempre lleva un filósofo dentro. Puede tener eso hasta mezclado y mal digerido, si se quiere. Es espiritual, soñador y artista a fuer de ser completo y querer abarcarlo todo. Y por supuesto, no conoce términos medios. Ojalá las taras engendradas por el caciquismo exacerbado que se instaló en el liberalismo que, a través del infame Mendizábal y la colonia contrabandista de Gibraltar, tomó el sur como su cortijo para pagar la "Guerra Carlista", esto es, el golpe militar desde dentro y para intereses extranjeros; en fin, ojalá esas taras que vienen de ahí y no de la gloriosa Reconquista vayan mermando y nos reencontremos con nuestras mejores virtudes.
"Andaluces de aceitunas, nacidos entre guitarras y forjados en los yunques torrenciales de las ansias"; dijo el poeta alicantino Miguel Hernández....
Nada que ver con la estupidez sensualista apática e intelectualoide pretendida por los mal llamados andalucistas de Blas Infante, que en no pocos casos, a imagen y semejanza de Antonio Gala, son forasteros que no entienden ni conocen la tierra y encima pretenden dar lecciones milenaristas. Dime de qué presumes y te diré de qué careces....
En fin, los andaluces así somos y así nos proyectamos y nos proyectaremos por más de medio mundo, constituyendo la quintaesencia expansiva de España. Pero para entender esto hace falta generaciones, mares y terrones corriendo por la sangre; y no embusteras y amaneradas pedanterías que al final lo que están buscando es vivir del cuento.
ANTONIO MORENO RUIZ
Castilla del Sur, Bética, Tartessos o Turdetania y Bastetania. ``Andalucía´´ viene de Al-Andalus, el nombre del enemigo.
Otra de los frikinazis...
1) Tartessos no se sabe exactamente dónde se ubicaba.
2) La Bética sí, y aunque ocupaba parte, no era la Andalucía propiamente dicha. Andalucía como tal nace en la Corona de Castilla con el Rey Fernando III el Santo, "Reynos del Andaluzía" es la denominación para los reinos de Sevilla, Córdoba y Jaén, con Algeciras y Gibraltar. Granada no se incluye hasta el XIX. Al igual que Euskalerría, no fue nunca una unidad política per se, pero sí de caracteres geográficos y culturales más o menos comunes, que de hecho influenciaron muchísimo en las Españas Americanas. Castilla del Sur jamás existió, en todo caso, "Castilla Novísima" y el nombre no cuajó. No es cierto, por otra parte, que seamos "castellanos culturales". De la Corona de Castilla sí, y a mucha honra, pero culturamente somos diferentes, aunque por supuesto, tenemos mucho más en común con nuestros hermanos castellanos que con los moros.
3) Sobre las hipótesis en cuanto a la nomenclatura/origen de Andalucía, existen varias y nada dice al respecto. Por otra parte, "Al Andalus" no es original árabe, y sí, no somos moros, ¿pero acaso el árabe es un "idioma enemigo"? Bien que sus camaradas moros cantaban en la lengua de Mahoma "Allah en el cielo y Hitler en la tierra", y Himmler les regalaba coranes con pastas de oro a los bosnios.... Ah, pero no eran árabes, pero sí musulmanes.... Qué difícil le va a ser entender eso...
4) Debería documentarse aunque sea un poco, porque es difícil soltar tantas chorradas en tan poco espacio y tiempo. Pero mucho me temo que eso no cambiará.... No obstante, si vd. y los suyos son la raza superior, estamos jodidos...
Última edición por Ordóñez; 20/10/2013 a las 02:45
Todas esas denominaciones del estilo Castilla del Sur, Turdetania y Bastetania huelen a CEDADE y sus secuelas. A los naturales de los reinos de Jaén, Córdoba, Sevilla y, por extensión, Granada se nos conoce en todas partes como andaluces.
Los andaluces somos una amalgama de gentes de origen ibérico y ultramontano (allende los Pirineos) llegados a estas tierras como conquistadores y/o repobladores, a los que hay que sumar un porcentaje no desdeñable de población gitana que comenzó a asentarse en época de los Trastámara. Fue precisamente la dinastía que unió Castilla y Aragón y que conquistó Navarra para formar España, la que persiguió y expulsó a los judíos y favoreció el asentamiento de los gitanos en los reinos del Andalucía. Quizás si en Montiel la Providencia hubiese querido que las cosas se hubiesen dado de otro modo, la Corona de Castilla habría conservado su población judía y se habría unido con Portugal, constituyendo el eje Sevilla-Lisboa el centro político y económico de esa nación que no llegó a existir jamás por voluntad de Dios.
Las cosas fueron de otro modo y tras la muerte del rey Don Pedro, Sevilla perdió el pulso, dejó de ser lo que siempre había sido y andando el tiempo se convirtió en una simple lanzadera de barcos sobre el Atlántico donde gentes de otros pueblos, que hoy desprecian a los sevillanos, ventilaban sus intereses. Sevilla dejó de ser por sí misma y pasó a ser en función de otros, en función del Estado de los Trastámara y de los Habsburgo. Es desde entonces que el sevillano y el andaluz sólo sabe ser, salvo excepciones, cacique o esclavo.
Si algo predomina de manera claramente perceptible en la mentalidad colectiva andaluza es la mentalidad servil propia del esclavo, del hombre no libre, del hombre que se desprecia a sí mismo y se somete a otros. Hasta el cacique es en estas tierras de apatía, falta de amor propio y falsa alegría, un esclavo... porque el caciquillo andaluz (no el cacique foráneo con título de Grande de España) suele ser una suerte de capataz o manijero que vela porque las cosas permanezcan en el status quo que interesa en la villa y corte.
El andaluz es además un tonto, porque, caso único en el mundo, no sabe hablar su propio idioma, al contrario que los otros españoles o de los hispanoamericanos, que hablan algo que deriva del andaluz atlántico (occidental) pero que dicen los entendidos que es una cosa una jartá de fina llamada español de América. Ahí es ná, que los pijos liberales de gomina y Eurovegas hablan como los ángeles y los indigenistas como Evo Morales como los arcángeles, pero los sevillanos y los andaluces resulta que no sabemos hablar... pero bueno, como quiera que el andaluz se siente esclavo o caciquillo/manijero, pues él mismo se avergüenza de su habla y se pone a imitar a la gente fina, la gente que sabe, la gente que él, en su estrechez de miras, ve como superior.
Por otro lado, aunque es totalmente cierto que Andalucía está formada en gran medida por castellanos, leoneses, gallegos, vascos, aragoneses o catalanes, no es menos cierto que estos pueblos que forman el tronco de España ya no reconocen a las ramas andaluzas, porque el tronco se sabe tronco y oiga usted, se cansa de enviar savia hacia las ramas... de lo que se olvida el tronco es de que es parte del árbol. Y América... ¿qué decir de América? América son las hojas nacidas de la natural expansividad de las ramas a partir del tronco, pero las hojas son verdes y el tronco y las ramas no, así que las hojas no se tienen por parte del árbol tampoco. En definitiva y sin andarme más por las ramas, que al andaluz se le percibe como algo extraño, alóctono e incluso inferior en el centro y norte de España y como a un malvado ladrón europeo de oro en América.
Se me dirá que esa visión es injustificada y que todos somos hermanos. Lo sé, pero una cosa es lo que debería ser y otra muy distinta la realidad existente, lo que piensan y sienten el gallego que se piensa celta y cree que el andaluz es una mezcla de moro y gitano, el catalán que se ve a sí mismo como trabajador y percibe al andaluz como vago o el castellano que, aún siendo iletrado, ve a cualquier andaluz, como analfabeto y burro (a no ser que aprenda a hablar como en la Meseta), además de moro, gitano y vago. También es lo que piensan y sienten los colombianos, peruanos, bolivianos o mexicanos que ven al andaluz como un español más, un europeo colonialista e invasor descendiente de los que les robaron el oro, etc.
Obviamente en la vida diaria, por aquello de no salir a puñetazos, garrotazos y puñaladas la gente evita decir lo que piensa y guarda las formas, no manifestando lo que su cerebro reptiliano le hace sentir, pero cualquier andaluz no reconvertido en un castellano del sur nota claramente la distancia emocional que se le guarda en el resto de España por ser andaluz y en América por ser español y europeo. Por supuesto que si perteneces a un pequeño grupo político con tus camaradas no notarás esa distancia... lo mismito que si te apuntas a los Testigos de Jehová o a otro grupo minoritario. Estamos hablando de las masas, de la mayoría abrumadora de gente que está metida hasta las trancas en el liberalismo, el racismo, la New Age, el resurgir de lo pagano y lo tribal, etc. Esa gente a día de hoy se siente celta, celtíbera, mapuche, azteca, aymara, etc. Los Estados son para ellos la proyección geopolítica de su etnia y nada más. El andaluz, aunque con mente de esclavo por regla general, tiene a su favor el no poder ser indigenista como los españoles del norte o los americanos.
Andalucía y particularmente el reino de Sevilla, jamás podrá hacer nada positivo ni en España ni en el Mundo si antes no aprende a respetarse a sí misma, a tener un poco de amor propio y de dignidad colectiva. Sólo así se puede salir de la dicotomía somos los peores/esto es lo más grande (ambas cosas son mentira) y de la ciertamente despreciable mentalidad servil.
Ser andaluz hoy en día es estar en tierra de nadie, es ser una rama que se seca porque el tronco y las hojas están enfermos del hongo indigenista (europeo o americano)... el árbol se muere pero las ramas, al contrario que el tronco y que las hojas, dan frutos y puede que esta decrépita rama que se está secando aún dé un último fruto del que nazca un árbol nuevo, que crecerá sobre los restos del viejo árbol ya irrecuperable.
Siento discrepar pero no creo que seamos andaluces, me parece una contradicción lingüística decir eso. La palabra Andalucía es la traducción de Andalus, una realidad que dejó de existir tras la reconquista, por lo que la palabra andaluces sería igualmente la traducción de andalusíes. Como Andalus llegó a ser gran parte de la Península Ibérica no veo lógica de por qué el sur tenga que llamarse Andalucía y otras partes de España no. Andalucía (Andalus) como sociedad desapareció tras la reconquista para nacer de nuevo, por eso el territorio político reconquistado pasó a tener otra denominación con cada uno de sus reinos como regiones. Incluso desde la perspectiva provincial de 1833, que no comparto, habría motivo para usar la palabra "Andalucía" pero desgraciadamente esa realidad artificial provincial descuartizó nuestras regiones históricamente dibujadas. En mi opinión, creo que la palabra "Andalucía" no hace más que alimentar una realidad artificiosa, esa misma que defendía Blas Infante, y que poco tiene que ver con nuestra identidad cultural hispánica.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores