FIN DEL AÑO 2006 EN EL ROCÍO





Mi “ primasho “ Primitivo J. Monrobé me venía insistiendo de hacía tiempo y yo no acababa de decidirme. La verdad es que cada vez estoy más hogareño a la par que antisocial ( O eso creo ). Y eso que el sábado 30 de Diciembre estábamos los dos aburridos, sin ganas de hacer gran cosa; y a mi amigo del alma ( También de mi sangre, de los Rivero ) se le ocurrió la brillante idea de que ambos nos fuéramos a pasar la tarde en el Rocío; al menos un café. Cosa a la que yo acepté instantáneamente. En seguida me puse algo medio decente y él arribó a la puerta de casa, haciendo sonar la bocina de su coche. A eso que salimos para Doñana, donde dejamos atrás los olivares del Aljarafe y nos adentramos en los pinares. Allá por Villamanrique de la Condesa se cuentan que aún quedan buenos matos de sandías, melones y etc.








Allá llegamos a nuestro ansiado destino. Lo primera era, a gusto de los dos, visitar la ermita. Hacía tiempo que no visitaba yo la Ermita de Nuestra Señora, lo cual tiene delito. Primitivo me hablaba recordándome que esta ermita era relativamente nueva. La verdad que así, con todo, ha respetado y mucho un canon de arquitectura tradicional. Aquella imponente ermita blanca, frente a la marisma, conserva en su pórtico una gran concha, que recordóme ( Así se lo hice saber a mi primo ) la devoción a Santiago ( En nuestro pueblo es fiesta local, como se le tiene devoción en muchos otros pueblos cercanos, tales como Pilas, de donde procede parte de mi sangre ). Lo mismo que muchas casas rocieras conservan la estructura de la “ casa-palacio “ sevillana, con ese color blanco que bella claridad aporta a tantos pueblos de los Reynos del Andaluzía, ayudándolos quizás contra las calores de rigor. Anduvimos por el pozo y nos dispusimos a copar el maderamen de una cafetería, que estaba rodeada de pequeñas tiendecitas. Café para mí y copa para Primitivo….Allí, en frente de la marisma, con ese paisaje tan típico....Donde el Guadalquivir desemboca, donde prácticamente se juntan las actuales provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz, esto es, el Reino de Sevilla....Sombreros cordobeses, boinas bien puestas, botos camperos, algunos muleros carros; entre la diversidad del peregrinaje, donde distinguí a un señor entradito en carnes y pelirrojo que me hizo imaginar a una gran zanahoria….Alguna flauta y tamboril por allí también deambulaba. De este folklore de origen leonés, de Dostoyevski, de los paralelismos entre Rusia y España, del realismo ruso y del realismo español, de la vida, del amor y el desamor, de las pequeñas cosas que uno valora y de las despreocupaciones de nuestra alocada pubertad….De todo eso hablamos. Primitivo no tuvo lugar para el aburrimiento con este caballero de triste figura. Hasta de los blasones de algunas casas-hermandad; como los Cuarteles de León y Castilla y la Flor de Lis ( Estilo dieciochesco, quizá ), tal y como también figura en la ermita; símbolo de la realeza del lugar.





Así pues, filosofando casi a martillazos; nos dispusimos en su coche a ir a ver a algún paisano nuestro que ya se encontraba en aquel santo lugar. A eso que fuimos que a la casa que alquilaron José Antonio Terrero y compañía. Yo seguí con el café y nos sentamos a charlar en la chimenea, en un ambiente muy sano y tranquilote. En la casa de al lado había gente flamenca por derecho, y se me fueron los oídos al escuchar soleás, tientos o alegrías tan bien cantadas. Y allí había 25 personas en alquiler. En la casa había una fotografía de la antigua ermita, lo cual acordó en señalarme Primitivo. De allí fuimos a parar a la casa donde se hallaba Albina Ríos; allí estaba con su novio Manu y su primo Enrique Ruiz. Allí estaban un poco en plan muermo, quizá por la batalladora existencia juerguística que habrían desarrollado días atrás…Unos zumitos acompañaron la ligera conversación, y acordamos retornar a la patria chica.




Así las cosas, me vinieron muchos recuerdos a la mente. Me acordé de la estupenda Romería del Rocío que pasé años ha gracias a la invitación de la familia Monrobé-Moreno. Me acordé de otros tan buenos momentos que he pasado allí en el Rocío, en aquel santo lugar, de recuerdos de Guerra de la Independencia y Devoción Inmaculada, con mi gran amigo Primitivo; como aquel día que presenciamos la amanecida en el Ajolí….Así las cosas....¿ Cómo no me decidí yo antes ? Está claro que voy perdiendo bríos con el paso del tiempo. Con todo y con eso, decidí irme al Rocío allí mismo. Lo cual no causó demasiada sorpresa en mi casa. ¿ Qué mejor cosa que hacer en Nochevieja; estando encima con tan buena gente alrededor ?






Créanme si les digo que aquella noche dormí nervioso. Acordándome de tantas cosas….O de cómo mi señora madre, Doña María Teresa Ruiz Sánchez, encomendóse a la Virgen del Rocío en el apurado trance que supuso para nuestra hermana su prematuro nacimiento....¡¡ Y he ahí que mi hermana se llame Rocío !! Habíamos quedado a eso de las 11 de la mañana; así que me apresuré a ir a la Santa Misa de las 9.00, celebrada por el párroco nuestro Paisano D. Antonio Godoy. Levantéme gracias a las insistentes llamadas de mi madre, pues eso de madrugar no me gusta demasiado, por desgracia....Total, que estaba yo temprano dispuesto, ya preparada la ropa y la pitanza. Mi madre me agasajó con un par de tortillas de papas, chorizo que compramos en nuestro viaje a El Burgo de Osma ( Soria, Reino de Castilla ), pistachos, papas, plátanos, chocolate…Y qué se yo. De allí fuimos a la casa de Rogelio Gordo, a quien veo muy poco por su estudiantil estancia en los Madriles. También traía él buen material. Salimos para el Rocío Primitivo, su hermana Antonia y yo. Antonia presionaba a su hermano para que no se dejase llevar por la velocidad conductora....Y en esas, escuchando sevillanas y con buenas conversaciones, atravesamos el Aljarafe para arribar a Doñana, tesoro natural por excelencia de las Españas. Apenas de llegar a su casa de la Calle Ánsares, apenas puesta alguna ropa y de revisar las camas y alguna cosa en la cocina, llegaron Manolo Mantecón e Inmaculada Sánchez. También con muy procelosa vitualla; y por si fuera poco, Manolín trajo un suculento cargamento de petardos, santo y seña de su pueblo de Umbrete ( Terruño devoto de San Bartolomé ), que posee una de las mejores pirotecnias del país.





Y al poco rato llegaron Rogelio Gordo y Rosalía Pérez. Si ya habíamos recogido algo de la vitualla de Rogelio, ellos trajeron más. Vamos, que hambre, lo que se dice hambre, no pasamos. Allá en el porche, Manolo y yo hacíamos temblar a las muchachas con nuestro gusto por la pólvora, haciendo algún surco en el tímido césped. Nuestra risa provocó su estupor....Lo que nos faltaba era hielo; y a eso que pasó una furgonetilla por nuestra vera; y ante la duda, nos salieron sonidos más allá del camperismo, tales como “ oooo “ u “ ojiiii “. Curiosamente, el vendedor nos entendió a la perfección y paróse, suministrándonos el ansiado hielo.




De ahí pasamos al suculento almuerzo. De todo había en la mesa: Chorizo, morcilla, jamón, gambas, papas, tortilla, filetes de lomo de cerdo…Algo nos dispusimos a calentar en la ardiente chimenea. ¡ Qué ricos que sabían aquellos pepitos con chorizo así tan calentitos ! ¡ Qué ricos los filetitos ! Y qué ricos los dulces....Pasamos una entretenida sobremesa, hablando de acá y allá, del pueblo y alrededores, de amores y desamores, de poesías y músicas....Y parecía que el tiempo se paraba. Aún así, se vino pronto la oscurecida a aquella tierra de María Santísima. Me asombró que la funda de un sofá de la casa fuera de flores de lis; así como el escudo de la hermandad de mi pueblo, que la tiene en el centro. Por eso, Antonia y yo hablamos todo el tiempo de la realeza del lugar….






De esta guisa nos acercamos a la ermita, donde Antonia y yo nos adelantamos a orar en el Altar. Al poco, salimos de allá para volver a aquella cafetería de madera, donde aparte de un purito de la marca “ Amigos “ degusté un rico y cremoso capuccino ( La verdad que el sábado no lo pedí porque temí hacer el ridículo, pensando que no gastaban allí de eso. Quizá sea una de las pocas veces en mi vida que he temido hacer el ridículo....). Ya allí hacía de las mías con mis imitaciones, mientras un tema de tertulia fue nuestros gustos literarios. Amén que otro tema fueron mis miradas. Dicen que por cada hombre hay siete mujeres, pero yo he llegado a la conclusión de que hay uno que debe tener catorce. Hay hembras tan guapas por el Sur, que a mí se me van los ojos y se me ocurren tonterías. En fin…El ambiente aquel hace que el tiempo se suspenda en una nebulosa mágica. A veces te puede transportar al pasado, otras, soñar con un futuro mejor, tranquilo….Y otras, el seguir admirando las tiendas de ropa tradicional, guarnicionerías, tan bien enclavadas allá.





Y ya, pues cada cual a ducharse y a preparar una suculenta cena. La cosa es que un servidor de ustedes comenzó en el turno de duchas, y me di cuenta al ducharme que me había olvidado la toalla en el cuarto…Di un par de vozarrones y nadie enteróse….La gracia que en los pantalones andaba el móvil y tuve que pedirle socorro por este medio celular a Primitivo, que amablemente me acercó mi toalla que había dejado en la cama…En esos momentos, parecía que todo el frío de la marisma se hubiera parado en mí. ¡ Qué frío más malo ! Mis escasos vellos parecían vigas de metal; en fin....Y nada, a esperar las duchas, mientras las arenas y los céspedes eran presa de la risueña pólvora que Manolín y yo gastábamos, ante el meneo de los delgaduchos arbolitos y el temblor de la tierra. Las conversaciones se entrecruzaban cuales vidas procelosas y el canturreo ya comenzaba a hacer de las suyas…Yo llevéme algunos discos pero el que más se escuchó fue el de Estrella Morente. Su voz “ temblorosa “ para las alegrías o su buen hacer en los tangos nos deleitó harto. También comenzó a reinar la rumba en el dulzor hogareño de aquella casa rociera. Ese dulzor hogareño se transmite en cada rincón de la marismeña aldea. Se sumerge uno en el intimismo cuasi lírico, aunque esté rodeado de paisanaje jaranero. Y el gentío está tranquilo, más o menos.






Esperando la hora clave, quizá fuera la única vez en toda nuestra estancia que enchufáramos el televisor. Al final nos decidimos Canal Sur, que lo estaba retransmitiendo ( Si mi frágil memorieta no me engaña ) desde la bellísima urbe cordobesa. La cosa está en que los presentadores no parecían aclararse antes de las campanadas, y hubo un pequeño debate: ¿ Aquello eran ya las campanadas, o era un “ ensayo “ ? Salían distintas imágenes de caricaturas vacunas; y mi determinación fue de que aquello, aunque no se escuchase apenas, eran ya las campanadas; mientras que el umbretero Manolín se aferraba a que aquello eran tan sólo algo de “ prueba “….La cosa está en que yo me comí las uvas con las ridículas vaquitas y tenía razón; ante el congojo del resto de comensales que decían haber empezado el año titubeando....Con todo, en seguida se iniciaron los brindis, aínos de buenos propósitos, del Himno del Centenario del Sevilla Fútbol Club que magistralmente borda “ El Arrebato “, y por mi parte, de vivas a Cristo Rey, intentando imitar el acento mexicano. En seguida me puse a avasallar a preguntas a Rogelillo, sobre su estancia en la tierra que evangelizó Fray Juan Calero, a partir de la Nueva Galicia de la Nueva España ( Hacia los actuales Estados Unidos de Norteamérica ); esto es, el actual Jalisco, tierra de cristeros.





Algunos petardos más se dejaron de oír por aquel hermoso ruedo, y cuando salí a la puerta, cuál fue mi sorpresa al ver que a pocos metros de nosotros, en la mismita Calle Ánsares, se estaba produciendo un baile extraño.... Identifiqué, eso sí, al poco tiempo, el acento rumano de aquellos danzarines. No sé si eran cíngaros, eslavos, o qué se yo. Lo que sí sé que el baile aquel exótico resultaba curioso, pero disgustóme los gorruchos del gordinflón de la pseudocultura protestante que llevaban....






Así las cosas, estuvimos un buen rato en la casa rociera de los Monrobé-Moreno, allí contemplando el césped surcado y el arbolito que Manuel Monrobé plantó, que ni Primitivo ni yo sabemos de su especie vegetal concreta....Sea como fuere, nos decidimos a visitar amistades. Por allí con gentes de Bollullos de la Mitación, Benacazón, Umbrete, Castilleja de la Cuesta….Abundantes aljarafeños. Según lo que había escuchado, yo no vi el ambiente tan excesivamente desfasado. Lo que no me gustó nada fue que en alguna casa, una pseudomúsica de pum-pum-pum y unos saltos estrambóticos provocados por el consumo de estupefacientes parecían asemejar aquello a una discoteca urbanitas más que al Rocío propiamente dicho. Aparte del problema de “ ubicación “---supongo---, está claro que nuestra juventud está más para allá que para acá. Yo, a base de Fanta Naranja, Licor de Manzana ( De estos Rives sin alcohol ) y Seven Up….Y allí corrían los licores; porque vino, salvo para los almuerzos, se veía poco. La verdad es que andar por las arenas es pesado; y más cuando en el Rocío las distancias no son precisamente cortas. Al final de nuestro intenso recorrido ( Donde otra vez nos volvimos a encontrar con el paisanaje de José Antonio Terrero, Albina Ríos y compañía ), decidimos volver, ya pasadas las cuatro de la mañana, a la Calle Ánsares. Allí continuaron el cante y hasta el baile gente de Bollullos, Benacazón y alguno de Tomares. Rogelio Gordo destacó por su manejo de la guitarra española y por su potente y rica voz para las sevillanas y las rumbas. Y también por su pesadez, pues se llevó toda la noche insistiéndome en que le prestara mi preciado sombrero, que adornaba mi triste figura junto a unas botas camperas, un chaquetón verde decorado con la Cruz de Santiago y el pañuelo gris campesino. El sombrero ( Que algunos dicen de cowboy ) que me regaló mi hermana, importado de Punta Umbría, es un bien muy preciado y si me lo pongo yo no lo presto. Sería como pedir prestado un chaquetón a un transeúnte que degusta el invierno siberiano….O algo así, me imagino. Y allí seguimos charlando y cantando en la casa; hasta que a las 6 de la mañana, tras contestar un sms a mi muy querido primo D. Pedro Moreno Larrazábal, decidí irme al catre. Me lié un par de gordas mantas y apoyé mi hermosa molondra ligeramente sobre la almohada; escuché a un tío de mi pueblo cantar muy malamente por sevillanas, y me dormí al instante....





Despertéme a eso de las tres de la tarde. Lo primero que hice fui salir a fumarme un delicioso Ducaditos al porche. Contemplando alguna torbisca, recordando los pinares, hice saber a Primitivo el enorme placer que sentí al levantarme y ni tan siquiera oler el asfalto….Mi “ primasho “ respondió afirmativamente, pero quizá algo extrañado por mi efusividad....La verdad que si por la noche me había sentido poeta triste, y ya comencé a escribir mi humilde composición, aquel mediodía me resulta de una honda alegría que veo imposible rallar en la explicación más o menos concreta. Es como una sensación tan saludable a la par que austera, tan emotiva a la par que sincera, tan entrañable a la par que universal, tan honda a la par que amable, tan agradable a la par que lisonjera….Sentimientos así son los que despiertan en mí, y por eso imagino ( En ardientes deseos ) una fundación gaucho-carlista en el Río de la Plata o en el Sur Brasileño....Soñar es bueno, bonito y barato. Y por soñar que no quede. Y con todo, evoco los bucólicos lamentos que en tales momentos suele hacer mi muy querido tío D. José María Moreno Becerril, un artista frustrado del cante y la poesía; con el alma revuelta. Somos muchos, que conste. Mi querido tío, aparte es que tiene muy mal gusto el hombre, pues suele alabar mis pobres trabajos....




El almuerzo fue consistente y copioso. Seguía trabajando la chimenea y el olor de aquellos asaditos espontáneos de chorizo, morcilla y lomo de cerdo…Ideal para una dieta en condiciones....Y el remate del lunes gastronómico fue el flan de huevo con el que obsequiónos la madre de Rosalía. Tenía como algo de caramelo….Dios mío, qué cosa más rica….





Corrió alguna tímida cerveza y algún esporádico cigarrillo. No fui yo el primero en levantarme pero tampoco el último. La resaca, aunque no escandalosa, se hacía de notar. Lo que no secundaron fue mi propuesta; consistente en volver al maderamen cafetero marismeño....Así que, a la hora de la limpieza, Primitivo y un servidor estuvimos ágiles y fuimos a ver a un amigo de Primitivo natural de Bollullos Par del Condado, actual provincia de Huelva, Reino de Sevilla. Allí gusta el fútbol igual que aquí: Por Sevilla y/o en su peor forma, el Betis. Las gentes de esta actual y artificial división provincial ( Tanto como la “ nuestra “ ) están muy relacionadas en todos los sentidos ( Habla, costumbres, etc. ) con Doñana y el Aljarafe; y con muchas otras zonas de Sevilla y Cádiz en general. Francisco Rivas y Alfonso Álvarez-Ossorio, aportaron para Una Ventana al Pasado ( Historia de Bollullos de la Mitación ), un documento donde el Aljarafe supuestamente llegaba hasta Manzanilla, Paterna del Campo, y por alrededores…Claro que D. Juan Manuel Rodríguez me recordaba la fragilidad de algunos geógrafos del pasado ( Ese documento data del XVII ). La casa de este amigo Rafael radicaba a muy pocos metros de la Casa Hermandad de Granada, la cual parece que tiene un pórtico imitativo de lo mudéjar. En frente de la Casa Hermandad de Gines ( Que tiene los cuarteles de Castilla y León y la flor de lis ), le da un toque especial a aquella zona, próxima a la marisma. Allí disfrutamos de grata compañía, buenas vistas; y el tiempo se suspendió otra vez en aquella pesada pero amable nebulosa, rodeados de coches de caballos.





Al poco, volvimos a la casa de la Calle Ánsares. Ayudamos algo en los equipajes a Manolín, Inma, Rogelio y Rosalía. Y salimos los últimos, no sin temprana nostalgia. Parecía que la casa y la tierra se había abrazado a nosotros y que no se resistía a nuestra partida. Parecíamos acurrucarnos en el blanco coche de Primitivo, lamentándonos de lo poco que dura lo bueno, agradeciendo lo bien que lo habíamos pasado y deseandito de volver a aquella santa tierra.




Y qué más decir, sufridos lectores. Que lo pasé muy bien, con buena gente al lado. Que no sabría vivir sin amigos como Primitivo. Que no sabría vivir sin tener un referente en el Rocío. Y recomendaros a todos la peregrinación a esta bendita tierra. Remato con humildad, pues, con una poesía:









EL ROCÍO



En la Calle Ánsares, sentíme poeta triste,
Como el gorrión que anda sin demasiado alpiste....


Anhelaba yo la ermita, la marisma….
La arena me conduce por senderos de conquista,


Si el Guadalquivir va al Atlántico,
El jinete busca a su caballo,


Es el Rocío bandera de Tradición,
Reunión romera, Reino de Sevilla, cálido corazón,


Es la afirmación de la honra mariana,
Devoción linda que embauca a la jarana,


El arbolito que plantó Manuel Monrobé,
La oración del almonteño ante los corsarios del francés….


Rocío Chico....Recuerdos de la Guerra de la Independencia;
Romería del Rocío; la Inmaculada es la Reina,


Flautas, tamboriles, sevillanas; flamenco….
Palillos, alegría, amor; y también descontento....


La brisa marismeña, próxima a Matalascañas,
Doñana pura, tesoro natural de las Españas,


No sé si es la primavera la señora, con todos honores;
O es el Rocío quien encanta a las estaciones....


Y es la jineta manera, la medalla….¡ La cruz, siempre la cruz !
Es el sueño grandioso, la magia del andaluz,


Los olivos del Aljarafe, pasando los pinares....
León, Castilla y la Flor de Lis coronan a las hermandades,


Las carretas de Triana, el barco de Sanlúcar de Barrameda,
Y Huelva, Huelva....¡ Ole Huelva entera !


La mágica alegría, de quien por la Madre de Dios
Se siente regocijado....¿ Cómo puede haber explicación ?


Que los pocos cérvidos y linces ibéricos que dejan vivir,
Hasta ellos parecen a la ermita querer ir,


“ Casas-Palacio “ de color blanco, tejas bien puestas,
La estaca en el porche, la boina, la chaquetilla tiesa….


El sombrero cordobés, el pañuelo gris,
Los botos camperos; el hondo sentir,


Es la Religión la esencia pura,
¡ Rocío, el almonteño te custodia; estás segura !


El dulzor hogareño, la espera temprana;
El Rocío encoge el corazón desde la primera mañana,


Vamos del Majalberraque al Quema,
Y todo el año la memoria pasea,


Y es que, aquel que se empapa del Rocío,
Imposible es que un solo instante caiga en el olvido,


Aquel emblemático lugar de espiritualidad,
Realeza confirmada en blasones de autenticidad,


¡ Fuera el asfalto, vivan las arenas !
Rememorando a los guerrilleros del “ ¡ vivan las cadenas ! “....


Enclave católico de trascendencia universal,
¡ Virgen Santa, Virgen Pura; ruega por nosotros hasta el final !


Salve Regina ! ¡ Oh Blanca Paloma ! ¡ Viva la Virgen del Rocío !
La sombra del Cristiano Viejo perdura en el camino.