¿Se podría traducir el texot en inglés para los torpes?
De la Gran Bretaña no tengo muy buenos recuerdos como españo, y es un idioma que siempre se me ha esistido.
Será porque no soy "Batasuno", digo yo.
A propósito de una anécdota que me pasó ayer noche, me gustaría saber cuál es vuestra opinión sobre la modalidad de habla andaluza y su relación y convivencia con el español "estandarizado" de los medios audio-visuales.
Paso a contar la anécdota: se me cruzó en un foro, un tal tipo cuyo blog es el siguiente: (está en inglés y sus contenidos pueden herir sensibilidades patrióticas)
Leherensuge
Como bien veis, es mínimo un batasuno; me dijo que siendo andaluza mi forma de hablar era de por sí en su totalidad un defecto que atentaba contra la integridad del español, a parte de ser "feo". Me dijo también que no es por casualidad que a los andaluces nos obliguen a "perder" el acento para hablar en los medios, y la guinda fue decirme que me fuera a Burgos a aprender español.
Me gustaría saber vuestra opinión sobre todo en general, y si alguien conoce algún artículo en el que se defienda el habla andaluza de caer en la simple vulgaridad.
Cuando veais el link, edito.
Última edición por Donoso; 08/06/2009 a las 23:38
“La verdadera fe es incolora, por decirlo así, como el aire y el agua; medio transparente a través del cual el alma ve a Cristo. Nuestros ojos no ven el aire y de la misma manera nuestra alma no se detiene a contemplar su propia fe. Cuando, por consiguiente, los hombres toman esta fe como si dijéramos en las manos, la inspeccionan curiosamente, la analizan, se absorben en ella, se ven forzados a materializarla, a darle color para que pueda ser tocada y vista. En otros términos, sustituyen a ella, colocan sobre ella, cierto sentimiento, cierta impresión, cierta idea, cierta convicción, algo en fin en que la atención pueda prenderse. Cristo les interesa menos que lo que llaman ellos sus experiencias. Los vemos trabajando para seguir en sí mismos los signos de la conversión, la variación de sus sentimientos aspiraciones y deseos: los vemos ponerse a conversar con los demás sobre todo esto. ”. John Henry Newman
¿Se podría traducir el texot en inglés para los torpes?
De la Gran Bretaña no tengo muy buenos recuerdos como españo, y es un idioma que siempre se me ha esistido.
Será porque no soy "Batasuno", digo yo.
Conócete, acéptate, supérate.(San Agustín)
¿Cuál es el artículo? Porque no me gustaría leerme toda esa basura de blog.
Dicen que los andaluces hablamos mal, pero nosotros no usamos laísmos ni leísmos, ni se nos ocurriría decir «"ves" allí y traeme tal cosa». Incorrecciones hay en todas partes. Y si el problema es el acento, para empezar no hay un solo acento andaluz, y como en todas partes hay distintos niveles dependiendo de la cultura que tenga el hablante o de a quien se dirija. El habla andaluza no tiene por qué ser vulgar necesariamente.
Es que no hay una " habla andaluza " propiamente dicha. Grosso modo, existen 3: El andaluz occidental ( Sevilla, Huelva, Cádiz ), el andaluz oriental ( Córdoba y Jaén ) y los llamados " acentos de transición ". Zonas como Granada o Almería que nunca pertenecieron políticamente a los Reinos de Andalucía encuadrarían en el andaluz oriental, mientras que la actual provincia de Málaga oscila entre los acentos de transición y quizá más con el andaluz occidental. Y por ejemplo, tanto en el habla occidental como en la oriental se diferencian las zonas rurales, costeras y urbanas. En la forma de hablar, uno de Bollullos de la Mitación, Umbrete o Benacazón ( Sevilla ) tiene más en común con uno de Hinojos, Chucena o Almonte ( Huelva ) que con uno de Sevilla ciudad. Asimismo, las hablas andaluzas, en especial la occidental quizá por la repercusión geográfica, han sido inspiradoras de las formas canarias ( Conquistadas las islas afortunadas a partir del condado de Niebla y en el Reino de Sevilla ) y de no pocas hispanoamericanas, desde las Antillas al Chile.
Este tipo de intervenciones que realizan individuos como el referido por Christabel en los foros internacionales -parece que el blog está en inglés, por eso lo digo- me hace pensar. Tratándose de un sujeto de esa catadura -se declara radical en sus ideas izquierdistas y separatistas... ¿A qué viene que, en un foro internacional -dudo que sea español el medio en que se exprese, no vaya a ser que se le pegue algo bueno-, se preocupe de lo bien o mal que suena el acento español de los andaluces?
Creo que la respuesta es muy sencilla. Bien adoctrinados como están en las tácticas maoístas, estos bichos -creo que es el nombre que les cuadra- tratan de hacer algo en lo que se han especializado (¡que venga Darwin y los estudie!!!). En un ámbito como es un foro internacional -donde hay españoles- este espécimen del subtipo zoológico "guarro ratasuno" se siente en un hábitat hostil, hostigado por sus paranoias contra todo lo español, necesita saber cuántos españoles pululan por ese ámbito, y qué grado de reacción tienen. ¿Para qué? Pues, puede ser para muchas cosas... Algo que los caracteriza es el afán de sobrevivir, así que bien pudiera ser que su provocación obedezca a la necesidad imperiosa de saber con qué tipo de españoles puede encontrarse en ese ámbito.
Mao lo dijo de una forma muy poética: "Dejemos crecer la hierba, para segarla" (en plata: fomentemos -dicen los maoístas- que nuestros enemigos levanten las cabezas, para mejor cortárselas", a la política de ZP me remito, no lo perdamos de vista: sus provocaciones -desde la "pseudo-memoria histórica" hasta la virulencia anticatólica- tratan por todos los medios de hacer que levantemos la cabeza, para mejor cortárnosla: cada cual saque de esto que digo sus propias conclusiones).
Sobre el habla andaluza, pues... Para ser andaluz, todos los que me conocen dicen que hablo muy finolis (tal vez se deba a la permeabilidad que tengo para los acentos, y mis largos años de estancia en el Reyno de León). Así que soy el menos indicado para pronunciarme en este aspecto, lo que tenía que decir, siento decepcionar las expectativas si el lector pensaba que iba a hablar del asunto en cuestión, es bien poca cosa. Para acabar, redundo en lo dicho por Hyeronimus: en las Andalucías hay tal pluralidad de acentos que eso de "habla andaluza", díría yo, o es un estereotipo cristalizado o es que más bien tendríamos que hablar de "hablas andaluzas" (y pronuncio las "s" como un burgalés).
Última edición por tautalo; 09/06/2009 a las 02:48 Razón: enmienda
Sin ser andaluz, no merece la pena dedicarle una sola palabra a ese neanderthal. Como él mismo se define: "profundamente interesado en la prehistoria (quizá un tiempo mejor)"...si, si, no habría estado mal verte en el Cretácico como aperitivo del tiranosaurio (lástima que el hombre sea muchísimo mas "moderno")...o me hubiera gustado verle el careto de alegría al ser sodomizado por una pandilla de neanderthales (como él) salidos...aunque con un poco de suerte la habría palmado antes, a eso de los 15 años, por una caries, una apendicitis o mejor aun, devorado por un oso o un león europeo....
Cuantas gilipolleces hay que leer de esa chusma.
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
Por cierto que los que dicen que el andaluz tiene fonemas del árabe....Algunos es que hasta se lo creen. Serafín Fanjul ha desarrollado mucho este tema. Si alguien no me cree, cuando quiera, que me llame o lo que sea y le digo un par de frases en árabe, a ver si le recuerdan algo al castellano hablado por los andaluces. NO TIENE NADA QUE VER, y eso lo sabe cualquiera que haya tratado mínimamente con moros. Ni en el carácter, ni en las costumbres, ni en la forma de ser, ni en la forma de hablar, el andaluz tiene que ver con un moro. Y esto en un momento dado ni es mejor ni es peor, simplemente es que es así.
En la forma de hablar, un sevillano tiene más en común con un extremeño del Sur que con un granadino, y es que esto tampoco es malo o bueno. Y ni el granadino ni el cordobés ni el onubense se parecen al moro hablando. Pero en fin....Igual algún día nos tenemos que tomar el andalucismo en serio.
Siendo castellano de madrid te digo, tienes y teneis tanto derecho a hablar en acento andaluz, la variante que sea como nos refieren los informados como los vascos a hablar en vasquence.
VIVA ANDALUCIA
VIVAN TODAS LAS ESPAÑAS Y LA GLORIA DE DIOS
EL ACENTO ANDALUZ
Jesús-Rodríguez/Diario de Jerez
Creo que hasta a los propios andaluces se nos hace complicado a veces entender la pronunciación de la gente de ciertos lugares de Andalucía. Aun recuerdo de la cara de pasmo de mi amigo Keith Woodster – catedrático de Filología Hispánica de la Universidad de Sussex, en Inglaterra – la primera vez que visitó Jerez, cuando en el curso de cierto debate sobre la conquista de Mejico, uno de los contertulios rechazó su opinión diciéndole : “t’es qui pui ya”, en lugar de “te quieres ir por ahí ya”. Pensó que le hablaba en maya.
La cuestión que quiero plantear hoy es si ese modo natural de hablar de los andaluces debemos reservarlo para el habla coloquial o mantenerlo en el discurso académico, culto.
Yo, desde luego, soy partidario de que cada cual utilice siempre su pronunciación natural. Una de las características de la buena oratoria es precisamente la naturalidad, tanto en el lenguaje escrito como en el oral; de ahí, que nada resulte mas ridículo que una pronunciación afectada, como la de esos que alargan las eses de los plurales y enfatizan mucho para marcar cuándo quieren pronunciar una be y cuándo una uve. Para mí, comerse el plural es mejor que decir “Zeñorasss y Zeñoresss”.
Conozco algunos a quienes les da vergüenza su deje andaluz y se esfuerzan por disimularlo cuando tienen que hablar ante un público que consideran culto. Yo siempre les digo que no debemos tener complejo de nuestro acento. Aquí tenemos una zeta que engrasa y suaviza igual que el aceite las piezas silábicas de las palabras; y una jota aspirada, maravillosa, que se dejaron atrás los moros, como un sollozo de despedida, cuando se fueron de Granada.
No debe importarnos el ceceo porque siempre fue propio de nuestra tierra. Cuando César estuvo por aquí, cuentan las crónicas que aprendió a alancear toros de la mano de dos amigos de Gades : los Balbo. ‘Balbo’ quiere decir en latín tanto tartamudez como ceceo, y como ninguna de las noticias históricas que tenemos sobre ellos menciona una característica tan llamativa como que ambos fueran tartamudos, es seguro que los Balbo ceceaban.
Cicerón se reía públicamente de ese ceceo y del modo, para él frívolo, con el que hablaban los Balbo ante el Foro. No es raro que los criticara, porque Cicerón era, sobre cualquier otra cosa, grave. Sus injurias a Catilina sonaban terribles, tanto por la seriedad con que las profería como por lo bien que las pronunciaba.
De los Balbo sabemos que ofendieron a adversarios, pero tambien que casi siempre obtuvieron el perdón de los ofendidos. Estoy convencido de que ello obedecía a su modo de hablar. Seguro que sus insultos parecían menos graves a causa de su ceceo, porque el ceceo lima el perfil de las palabras, les quita acritud y las hace más suaves.
No pensemos que hablar como hablamos aquí priva de altura y erudición a nuestro discurso. En los comienzos de la Lengua se hablaba el castellano más parecido a como nosotros pronunciamos hoy que a como se pronuncia en otras zonas de España. Cuando el romance nacía, a nadie se le ocurrió otra cosa que escribir cada palabra tal como se pronunciaba. Fue luego, en el siglo IX, cuando los monjes cluniacenses, piadosos pero pedantes, se empeñaron en volver atrás cada palabra, asemejándola lo más posible a su abuela latina.
Luego, en nuestra Edad de Oro, Nebrija y Valdés volvieron a romper lanzas por la ortografía fonética, y en las páginas de Santa Teresa se está ya casi tocando el habla popular del decir “tal como suena”. Pero en el siglo XVIII vino la reacción neoclásica, y luego, la Academia y el Diccionario, y otra vez las palabras volvieron a retrotraerse hacia sus abuelas y a buscar, con letras inútiles, una respetable fisonomía etimológica. Una pena : íbamos ya hacia los cómodos “setiembre” y “dino”, cuando los académicos nos obligaron a decir “septiembre” y “digno”.
Pero en este movimiento pendular de nuestra lingüística, que va de lo popular a lo académico para volver a lo popular, creo que estamos iniciando la vuelta a nuestro romance inicial. Ahora, hasta nuestros eruditos acaban los participios en “ao”, en lugar de en “ado” y nuestros literatos escriben nuevamente “setiembre” y “sicología”.
Así, si los andaluces hemos sido y somos la vanguardia del español hablado ¿por qué vamos a sentir complejo de inferioridad? Si conseguimos que los habitantes del Nuevo Mundo hablen de modo muy parecido a como lo hacemos nosotros porque consideraron que nuestra pronunciación era más fácil y más hermosa fonéticamente que la de los castellanos ¿por qué vamos a abjurar de ella?.
Nuestras palabras, tronchadas y a medio hacer, constituyen el dialecto de un pueblo ágil e intuitivo, cuya expresión no es capaz de seguir la velocidad de su pensamiento. Haciendo un símil, podemos decir que nuestro acento andaluz es el vuelo de un globo de gas que para ascender mejor hacia lo claro va arrojando por la borda de su barquilla el lastre de sílabas y desinencias inútiles que no sirven… “pá ná”.
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
una jota aspirada, maravillosa, que se dejaron atrás los moros, como un sollozo de despedida, cuando se fueron de Granada.
Esto no es así. La aspiración de la " J " en árabe ( No es exactamente aspiración ) es bien distinta de la andaluza occidental. Aspiración que se agudiza mucho a finales de palabra ( El nombre femenino " Farah " por ejemplo ), en sonido, totalmente distinto. Es algo que se da por sentado pero que se quita de la cabeza en cuanto uno aprende algo de árabe. Aun así, por desgracia, hay quienes saben algo de árabe y siguen empeñados en ello.
En realidad, es frecuente que en andaluz se aspire la jota menos que en el resto de los territorios hispanohablantes. Es más suave. Se tiende a aspirar la hache a veces, y sobre todo se aspiran las eses finales o antes de consonante. No es cierto, como dicen muchos, que los andaluces, canarios, caribeños y chilenos nos comamos las eses. Las aspiramos levemente y así nunca hay duda de si hablamos en singular o en plural. Y estoy de acuerdo en que no se parece nada al árabe. Yo no sé árabe, pero el árabe suena mucho más gutural y con aspiraciones más pronunciadas.
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
No, si el artículo no está nada mal amigo. Simplemente quise ser puntilloso por eso porque como digo, se da muy por sentado y es que no es así.
Un saludo.
EL HABLA ANDALUZA
Me indigna el tópico circulante de la gracia andaluza: ¡Olé la grasia!. Me sulfura la chistosa caricatura establecida del habla andaluza. Que se comen los sonidos, dicen, se cortaban las palabras, en definitiva, que en Andalucía se habla mal. En el fondo del ridículo, hacen suponer que aquí no se trabaja, se canta y se baila, y se está en continua fiesta y “juerga”.
Estos ingenuos de la mofa sólo lucen su ignorancia. La expresión andaluza carece de uniformidad, no hay un habla, son diversas hablas, según las zonas que atraigan la observación. En esta parte meridional de la Península se producen realizaciones lingüísticas curiosísimas y extraordinarias, que no se dan en Castellano, y previenen directamente del indoeuropeo, de las lenguas clásicas y del sustrato idiomático; a la vez que otras de tipo avanzado y progresista en aras de una mayor economía y fluidez del habla.
De las variantes dialectales del español, el andaluz es la más importante. Circunstancias geográficas e históricas han hecho que el castellano manifieste, en el Sur de España, unos rasgos lingüísticos diferenciadores de carácter propio y muy singular. Al ser el andaluz el dialecto de mayor personalidad, con él coinciden, en lo fundamental, los otros dialectos meridionales: extremeño, murciano, canario y, en la lista, se incluye también el español de América.
El andaluz es el resultado de la evolución del castellano llevado al territorio meridional por los colonizadores y repobladores que, desde el s. XIII y, hasta el XVI, iban ocupando las tierras reconquistadas a los árabes.
Las características más sobresalientes del dialecto residen en el seseo-ceceo y en el vocalismo. El seseo y ceceo es el rasgo más significativo en el conciencia lingüística peninsular; sin embargo, el seseo se extiende por todo el alrededor de la Península y se oye en la zona valenciana, catalana, vasca y gallega y en Iberoamérica. La modalidad articulatoria de la –s- andaluza se realiza en dos variantes: -s- coronal, la más frecuente, que se articula entre los incisivos superiores y los alvéolos, con la lengua plana; y la –s- predorsal, la más extrema y característica, que se articula con el ápice en los incisivos inferiores y con la lengua convexa. Hay núcleos que mantienen la –s- castellana: ápico-alveolar cóncava.
El sistema vocálico es muy peculiar. En andaluz, existen ocho vocales, quizás diez, tres más que en castellano, hecho que recuerda la existencia de la cantidad indoeuropea en las lenguas clásicas. La razón fundamental se halla en la pérdida de la –s- final, signo fonológico del plural; para marcar la diferencia de número, singular-plural, el dialecto recurre a un nuevo signo que consiste en modificar el timbre de la vocal final, con lo que, creando la serie vocálica cerrada y la serie abierta, se provee del elemento propio para trasmitir la idea de la pluralidad: poko, poko. Es tan enormemente significativo, que la transformación del timbre de la vocal final ha transmitido su grado de abertura a la vocal tónica y de ahí a las demás vocales de la palabra: sing. [pOcO], pl. [pQcQ] (la cerrazón se marca con un punto bajo la vocal y la abertura, con una comita). La cerrazón de las vocales, en singular, es más obstensible cuando las vocales pertenecen todas a la misma serie: efe, efe; monótono, monótono. Destaca especialmente el extraordinario alargamiento de la vocal tónica
Rasgo esencial del andaluz es su respeto por la construcción gramatical, base de toda lengua, frente al deterioro que sufre la morfosintaxis en el resto de España. Aun cuando hoy se resiente del efecto nocivo de la televisión, mantiene su solidez y facundia en la elocución del discurso.
Camilo Valverde Mudarra
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
El diminutivo en Andalucia
Según la R.A.E., el diminutivo denota la reducción de tamaño del objeto designado, sin embargo en el habla popular andaluza sus aplicaciones son incontables, dándose casos en los que son utilizados para expresar intenciones emotivas, apelativas o calificativas, de significación intensiva y en no pocas ocasiones, contrarias a su cualidad como adjetivo de disminución.
Provistos de una buena dosis de sentido auditivo, sin caer por ello en la ortodoxia o lo racional, y como muestra de la riqueza expresiva de nuestro habla, os propongo desde la todavía conservada universidad de la calle, la familia, la tertulia,... una colección de diminutivos en sus acepciones más usuales en Andalucía:
“Abuela ¿quieres café?”, “Si, hija, échame un poquito, una Mijita”. “Ahora Mismito o ahorita mismo”. “Pos date prisita, que estás mocita”. Un cafelito se referirá al del bar y no al casero. “Voy a tomarme un cafelito, no tardo”. Tomarse una copita, una cervecita, un tintito, con una tapita de caballito de jamón o alguna racioncita de pescaíto o Papelón de Pedacitos, incluso un güisquicito, es la forma de dar a entender que van a ser pocas y buenas, que no pequeñas, sin ni siquiera referirse al plural, pues se da por hecho que van a ser varias.
Si añadimos que el lugar es un chiringuito que está cerquita, estamos cortando más aún la distancia de cercanía pero sobre todo de regreso, porque lo normal sería cerquísima. Si esto no se cumple, se preguntará ¿que Horitas son estas de llegar?. Si, por abuso, se coge de cuadritos, es decir “gorda”, o se da la Nota montando un numerito; al día siguiente, para no molestar, dirán “tienes malita Cara”, cuando en realidad la tiene fatal; “si, me encuentro algo malusquillo”, “ya llevo unos Diítas regular, pero ¡qué Nochecita he pasado!, ¡que Fatiguitas más grandes!, no me tenía en la macetilla de la escalera, ahora estoy esmayaíto”. Lógicamente estas expresiones no son nada diminutivas, más bien al contrario.
“Eso te pasó por el Rebujito" , “¡que va, si sólo bebí una mijita, un Buchito!, estaba tan agustito” (acentuación del estar a gusto), “puede que me sentaran mal los Calentitos”. “Anda que eres un Regalito (aquí el regalo se tiene por no deseable) que te pasas jugando a las maquinitas”. “Y tú un polvorilla… que estás en el machito…” (activo que está en el poder). “Y tú con el Gusanillo del mostrador” (más bien afición al del bar).
“Hombre, que yo también tengo mi corazoncito” (justificación de que se es persona y normal). “Ya, ya veo que estás Colaíto”. “Más bien es un venenillo que me ha entrado, y hasta que no la consiga…” (descripción del desasosiego). “Anda, eso es de Boquilla”. “Que no, listillo, que es de verita” (reproche al “sabelotodo” sobre la verdad intensa). “Anda, eres un figurita (sólo tiene pose)”.
“No tengas Cristalitos en la barriga y dame una calaíta”, demandando un buen gesto o calada del cigarro. “Anda, vete a tomar un poco el Solito”. “Y tú, ten cuidaíto (consejo sobre la prudencia) cuando te montes en los Cacharritos. “A ver si nos vemos un sabadito” (intención de proponer un buen día) y “te vienes a chiquitas (venirse a razones) y me prestas chismitos (algún dinero)”, “ A ver si tenemos buen rollito que si no te hago la Trompetita”.
Al agua fresquita, también se le llama agüita fresca. Para intensificar más la adoración, a la madre se le dice mamaíta. Si no se quiere ofender mucho, se comentará qué feíto es. Si lo que se siente es lástima, no referida al dinero, se dirá pobrecito (p.ej. la que le ha caído). Al niño latoso que se esté quietecito, que es un bichito o un diablillo que me tiene desesperaíta, pero si es buen hijo se referirá lo buen chiquillo que es.
A la persona de apariencia noble, pero de mala intención, se le califica de mosquita muerta. Los que narran embustes con pesadez, cuentan Batallitas. Una forma de acercar más al homosexual a la condición de mujer, es llamarle mariquita. Un equipo de fútbol le mete a otro chicharitos o goles en exagerada clave de mofa. El indigente pide una limosnita, rebajando el tamaño para influir en el receptor. En la zona oriental de Andalucía, se utiliza la terminación ica o ico, como nos recuerda Carlos Cano en su Ay, que bonica verla en el aire, quitando penas, quitando hambres…
Cuando se lee o se dice algo sin conciencia de su sentido, se hace de carrerilla. El geranio de hiedra es llamado gitanilla. Si se pintan los zócalos se dan unas bajerillas. No son pelotas pequeñas sino suciedad, las Pelotillas. Ni es una manzana pequeña el dorado jugo de Sanlúcar, conocido y reconocido como manzanilla.
Y para colmo el sin sentido “la mucha poca”, que sólo en Andalucía cobra verdadero valor descriptivo de cuando a la poca vergüenza se quiere aumentar su intensidad, y se dirá que se tiene “Mucha pocavergüenza”.
Total, que todo lo metemos en un Cuchitrí, haciendo grande lo que pronunciamos en pequeñoy no suena tan mal, son los diminutivos de nuestro habla de Andalucía, una más de nuestras incuestionable señas de identidad.
Fernando Repiso Rodríguez
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
Tanto revuelo por los dichos de un pirata inglés?. vamos, que los andaluces aspiren todas las eses que quieran, y que los ingleses aspiren nuestras heces las veces que quieran.!!!.
Ah, y ahora que caigo:
cuando se fueron de Granada.
En Granada no se aspira la " j ". Ni en Jaén tampoco. Ni en no pocas zonas de Córdoba. La " j " se aspira en las actuales Huelva, Sevilla, Cádiz y Málaga. Así que eso de " como recuerdo de cuando se fueron de Granada " pues como que no se sostiene por ninguna parte.
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