Respuesta: Urdaibai: probablemente el mejor lugar del mundo
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Erasmus
¡Qué hermosas fotos que saca este vasco!, ya me estoy haciendo un álbum "Don Cosme"
A propósito, ¿alguno de los dos prepara cocina vasca?
Soy muy mal cocinero. En esto pasa algo similar a lo de ¡ahhh! spanish, "torreador", mocho gitarra torros, ¡olé! y que te quedas mirando al guiri como diciendo ¿pero éste me ha mirado bien?.
Pues eso, ¿vasco? cocinero seguro, "pues en mi casho como que noo, olle pues. O sea, lo justo para no pashar "gazúzaa", así que no pertenesco a ninguna sosiedad, olle.
Algunas cosillas si se me dan bien: tortilla de patatas con cebolla y "secreto"; las croquetas, las mías tienen fama entre los de la "cuadrilla" de amigotes madrileños, y los platos de cuchara también, en especial las alubias... y ya es mucho.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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