D. Cristobal de Mondragón y Otalora
CAPITAN GENERAL DE LAS PROVINCIAS DE
ZELANDA (1573-76) Y DE LIMBURGO (1578), MDC INF ESP (1582-
1588), CASTELLANO DE AMBERES (1585-1596), CONSEJERO DE
GUERRA Y PRESIDENTE DE DICHO CONSEJO EN LOS PAISES BAJOS
(1582-1596).
ORÍGENES Y CARRERA MILITAR EN ITALIA (1513-1544).
De ascendencia guipuzcoana, su familia era originaria de Mondragón, como recuerda
Insasti (612), emparentada con los Mercado de dicha villa. En cuanto a la fecha de su
nacimiento, preferimos la anotada por su biógrafo Angel Salcedo Ruiz y consonante
con la «Relación de los españoles en Flandes, hecha el 3.VII.1574», (Nueva Co.Do.In,
tomo III, Madrid, 1894), donde se dice que servía en Flandes «de 30 años continua-
dos»; por lo tanto, desde 1544. Este dato coincide con la afirmación de Coloma de
que «había asistido más de 50 años en Flandes» (en realidad, 52), pero el mismo
autor dijo que murió a los 92 años de edad, por lo cual se ha venido generalmente
datando su nacimiento en 1503. Creemos que Cristóbal murió con 81 años
cumplidos, aunque el contemporáneo y bien informado SgM Alonso Vázquez nos
desmienta. Y no pudo éste seguir a Coloma pues sabemos, por su propia confesión,
que hasta 1610 no comenzó a escribir sus voluminosa obra «Los sucesos de Flandes
y Francia del tiempo de Alejandro Farnese», concluída antes de su muerte cinco años
después, aunque no se publicara hasta 1880.
Ignoro si Angel Salcedo resolvió suficientemente la primera etapa —la más oscura—
de su biografía militar. Hace años consulté en la B.N. de Madrid su libro El Coronel
Cristóbal de Mondragón. Apuntes para su biografía (Madrid, Marcelino Tabares,
1905), pero aquellas notas, escritas con tinta estilográfica, son ahora ilegibles debido
a que un manchón de café las ha diluído. Apenas puedo leer que Salcedo conoció la
existencia de una pintura donde se le retrata de cuerpo entero que poseían sus
descendientes. En todo caso, sabemos que Cristóbal marchó a servir a Italia, quizá
con 18 ó 19 años, siendo probable que asistiera a la empresa de Túnez (1635) y, de
regreso en Lombardía, a las operaciones contra los franceses para la liberación de los
estados saboyanos. Cristóbal era entonces un simple soldado, pero no puede resultar
muy difícil reconstruir los jalones de su carrera por los grados inferiores de la milicia
(cabo, sargento, quizá ayudante, etc.) dado que, afortunadamente, disponemos de
una relación de sus servicios militares que conserva el Archivo Histórico Nacional, en
Madrid. Algún día la consultaremos.
EN FLANDES, 1544-1568.
Sabemos que llegó a Flandes en 1644, donde casaría y pasaría el resto de sus dias,
salvo dos esporádicos viajes a España (1570-71 y 1579). Allí participó en las guerras
del Emperador contra Francisco I, que saldaría su hijo Felipe II al derrotarle en San
Quintín (1557) y Gravelines (1558); batallas a las que asistió como capitán de
infantería valona. Cristóbal dominaba ya la lengua y, casado con una flamenca,
estaba plenamente integrado en el país. De hecho, no fue comprendido en la primera
evacuación de las tropas españolas de aquellos estados —los tercios de Cáceres y
Navarrete— que en 1561, desde el presidio de Damvillers, abrieron el luego famoso
«camino español» en sentido inverso y seis años antes al estudiado por Parker.
Precísamente, Cristóbal sería designado gobernador de aquella plaza, en sustitución
de Julián Romero, al marchar los españoles de ella. Fue el 24 de enero de 1561,
aunque no recibiría su título de «Gouverneur, prévôt et capitaine de Damvillers pour
le roi d’Espagne» hasta el 27 de febrero siguiente. Mantendría su gobierno, durante
el cual sobrevivió milagrosamente a la voladura accidental del castillo, hasta 1572, en
que le sucedió su teniente François D'Allamont (1550-1597), capitán de su tercio,
que desde 1568 era prácticamente su gobernador en ejercicio y a quien, tras su
muerte, sucedería en el mismo empleo su hijo homónimo (†1616).
PRIMERA CORONELÍA VALONA (1568-1570).
En enero de 1568, tan pronto como el Duque de Alba se hizo cargo del gobierno
efectivo de los Estados de Flandes, le expidió una patente para levar un tercio de 6
compañías de infantería valona, recibido al sueldo real el 10.III.1568. Tras la
victoriosa campaña de aquel año, en que fue rechazada la invasión de Luis de Nasau,
apoyada por protestantes franceses, quedó de guarnición en Deventer y fue
aumentado a 8 compañías. El 22.IX.1569 se embarcó en Flessinga, con todo su
tercio, formando la guardia de honor de la Princesa Ana, hija del Emperador
Maximiliano, que viajaba a España para casar con Felipe II, acompañada por sus
hermanos los archiduques Alberto y Wenceslao. La expedición desembarcó en
Laredo (5.X.1569) y de allí marchó a la Corte. Cristóbal visitó después Medina del
Campo y en Mondragón (1570-71), antes de regresar a Flandes, pero la pista de sus
hombres se pierde en España. Este fue el primer tercio valón que llegó a la
Península, inaugurando la tradición —luego inveteramente repetida— de que
ninguno regresaría jamás a Flandes. Algunos de sus antiguos camaradas quedaron
en la Corte, sirviendo en la guardia flamenca del rey, otros pasaron a sofocar la
rebelión morisca de las Alpujarras y muy pocos volvieron, si acaso, años más tarde.
SEGUNDA CORONELIA VALONA (1572-76; 1578).
En todo caso, Cristóbal regresó solo a Flandes, donde el duque de Alba le encargó
enseguida que levantara otro regimiento de infantería valona, también de 6
compañías, tras la toma de Brille por los confederados (1.IV.1572). Lo hizo en
poquísimo tiempo, pues según descubrió Guillaume, pasó su primera revista el 12.V.
1572. En agosto del mismo año fue aumentado a 10 compañías y a finales de 1573,
aparece ya con 15. El 4.I.1575 eran ya 18 banderas, repartidas entre Breda, Berg-op-
Zoom (Bergas), Sevenberghe, Steenberg (Estrembergue), la isla de Tholen (Tola), St.
Martin, el dique Huesden y los fuertes frente a Gertruidenberg; totalizando dichas
compañías unos efectivos de 2.620 hombres. En septiembre de 1575 tomaron parte
en el asedio y toma de Zierickzée (junio 1576) y luego se amotinaron; poco antes, el
15.V.1576, habían pasado revista 2.992 oficiales y soldados, agrupados en 19
compañías, cuyo coste mensual ascendía a 20.960 florines de de 20 placas (10.492
escudos). Desde el 1 de octubre, muerto ya Requesens e inutilizado el Consejo de
Estado que asumió el gobierno, los diputados de los Estados generales habían pedido
insistentemente la destitución del coronel Mondragón, finalmente apartado del
mando y reemplazado por Jacques de Glymes, SgM del Regimiento del barón de
Hèze. El regimiento de Glymes se alineó con los Estados y lucharía en Gembloux
contra D. Juan (31.I.1578); más tarde, fue enviado de guarnición a Philippeville,
defendiendo esta imporftante plaza para los Estados, pero acabó capitulando el 21.V.
1578 y se pasó al partido realista, aunque su mando le fué devuelto a Mondragón. Se
distinguió en el sitio de Maastrich, tomada al asalto el 29.VI.1579, razón por la que
Mondragón fué enviado a España para informar al rey; en el entretanto, y en virtud
del acuerdo de Farnesio con los «malcontents», Farnesio dio su coronelía a Charles
de Glymes, barón de Florennes (al que nuestros textos citan como Floring), bajo
cuyo mando aparece con 10 cias en la revista de 10.VIII.1579, pero ya sólamente con
4 al 3.IX.1580, todas de guarnición en Philippeville, con un coste mensual de 6.343
florines mensuales para sus 732 hombres, repartidos entre la compañía coronela
(125) y las de los capitanes Frabrizio Celis (179), Robert de Miruer (191) y Jean de ...
(ilegible), con 167 hombres. Fue disuelto a la conclusión de la campaña de 1582.
CASTELLANO DE GANTE Y CAPITÁN GRAL. DE ZELANDA (1573-1576).
A primeros de 1573, tras la muerte de Jerónimo de Salinas, hermano del famoso
consejero de Felipe II, Martín de Velasco, el duque de Alba le proveyó la importante
castellanía de Gante. Sin embargo, no podría asistirla personalmente durante mucho
tiempo ya que, poco después, el mismo duque le designaría capitán general de
Zelanda, tras la muerte, el 21 de junio del mismo año, de Antoine de Bourgogne
(1525-1573), bisnieto del homónimo y famoso bastardo de Borgoña. Cristóbal partió
inmediatamente a socorrer Middelburg, la capital de su gobierno, confiando la
castellanía de Gante a su teniente Antonio Dávalos Maldonado, quien tras brava
defensa, habría de rendirla a los rebeldes que la sitiaban (11.XI.1576). Por cierto,
también su esposa flamenca, que había permanecido en el castillo, contribuyó
virílmente a defenderlo, como recuerda Strada (Dec,I, 429, edic. Roma, 1638).
Antes de dicha fecha, el propio Cristóbal se había visto compelido a firmar otra
capitulación: la suya, ante Guillermo de Orange, la primera que concedieron los
españoles en Flandes. Mondragón había quedado al mando de las tropas españolas
en la isla de Walcheren (Zelanda), donde no pudo ser avituallado pese a intentarlo en
diferentes ocasiones Julián Romero, Sancho Dávila y el conde de Boussu, debido a la
superioridad naval de los rebeldes. Sin embargo, logró mantener la capital de la isla y
de su gobierno, así como el castillo costero de Rammekens, hasta que la falta
absoluta de bastimentos le obligó a capitular su salida de la isla, el 18 de febrero de
1574. Bernardino de Mendoza, en sus Comentarios de las guerras de los Países Bajos
(ed. BAE, pg. 504), narró las patéticas condiciones que le movieron a hacerlo:
«Pues con pasar gran hambre la gente en las plazas, habiéndose muerto en
Middelburg, desde el dia de Navidad hasta el 6 de febrero (de 1574), 1.568 personas,
sin las que antes habían perecido, se conservaron tantos dias y esto creciendo la falta
de comida tan en extremo que obligó a disminuir de libra y media de pan, que era la
ración ordinaria del soldado, a una libra de 16 onzas, después a 12, a 8, a 4 y a 2,
haciédose tortas de linazas a causa de haberse consumido las vacas, caballos, perros
y gatos que se hallaban y los cueros de los mismos animales. El coronel Mondragón,
no teniendo ya comida de las tortas de linaza más que para 6 dias...»
Al menos, tanto él como sus capitanes y soldados, así como el clero y los ciudadanos
que quisieron conservarse en la devoción real, salvaron la vida y fueron
desembarcados en Berg-op-Zoom. Muchos de ellos le acompañaron, el año
siguiente, en las reconquistas de las islas de Duiveland y Schouwen, también
pertenecientes a su gobierno zeelandés, sublevadas en junio de 1574, que daría lugar
a una de las más celebradas gestas de su tiempo: el vado del Escalda, el dia de San
Miguel de 1575 (29.IX).
El ejército formado para la operación se puso en marcha desde la isla de Tholen,
atravesando en barcas el canal que la separaba de Philipsland. Desde allí, al
anochecer de la víspera de San Miguel, aprovechando la bajamar, 1750 hombres
atravesaron el ramal N. del Escalda, hoy estrecho de Mastgat o Zijpe, soprendiendo la
mañana siguiente a la guarnición de Oosterland, en la isla de Duiveland, que huyó
despavorida ante su inopinada aparición. El resto de las fortificaciones de la isla se
rindieron el mismo dia y, el 30, Mondragón y sus hombres se echaron de nuevo al
agua para vadear el brazo de mar que la separaba de la isla de Schouwen, a la sazón
de media legua, y hoy ya desecado.
http://www.tercios.org/personajes/mondragon.html
De Cristóbal de Mondragón existe una
rica iconografía, aunque éste grabado
anónimo sea el único del que dispongo
una reproducción. Fue publicado por
Jean Le Clerc en su Histoire des
Provinces-Unies des Pays-Bas. Avec
les principales medailles et leur
explication. Amsterdam, 3 vols, 1723-28,
reproducido de una medalla antigua
(IH,6025-4).También conocemos otro
grabado anónimo, publicado en 1699
para la edición de dicho año, en
Frankfurt del Main, de la Segunda
Década de Famiano Strada (IH,6025-2);
otra estampa anónima, sin data ni lugar,
pero titulada Christoffel de Mondragon
Ridder Heer van Roo, que recoge su
título señorial sobre la villa de Roo
(hoy Le Roo) en Hainaut, erigida en
condado a favor de sus sucesores
(1628), pero donde también recibe un
tratamiento de caballero que no he
logrado fundamentar (IH,6025-3). Otro
grabado tardío de Jacob Schrenck se
publicó a finales del siglo XVIII
(IH,6025-1). En cuanto a pinturas,
conocemos dos: la reseñada por
Salcedo en su biografía sobre el
personaje, en poder de sus
descencientes en 1905, y otra que el
Museo del Ejército, donde se halla,
encargó a Ricardo de Madrazo en la
segunda mitad del siglo XIX.
Detalle de un registro de sueldos
vencidos de la Pagaduría militar de los
Paises Bajos, con sede en Bruselas
(AGS,E,566). Su transcripción reza así:
«Regimit(ent)o del Coronel Christoval
de Mondragon.—El dicho regimiento
tiene 19 compa(ñia)s que fueron
recibidas al sueldo en 10 de março de
1568 y en ellas 2.900 soldados cuyo
sueldo de un mes monta 20.960 flori-
(ne)s de las dichas 20 placas segun...».
La relación es de 1576 y en la parte
superior izquierda consta la deuda
total contraída con el regimiento
desde su primera formación en 1568,
que seguía acumulándose porque aun
no había sido satisfecha pese a que
en realidad, el primer regimiento que
tuvo Mondragón desapareció de las
listas del Ejército de Flandes el 22.IX.
1569, momento en que embarcó para
España, de donde no habría de volver.
La formación de las 19 compañías del
segundo regimiento puede seguirse
en el texto, a partir de las 6 nueva-
mente levantadas en mayo de 1572, de
las cuales sólamente la del referido
D'Allamont, que no llegó a embarcar,
tenía que ver con el primero.
La Historia regimental es una de las
disciplinas históricas de mayor y exi-
gente apoyo documental y prosopo-
gráfico, necesario para juzgar
críticamente determinadas aserciones
que podrían llevarnos a validar
hechos inciertos y fechas erróneas.
En España está muy retrasada porque,
desde sus comienzos en el siglo XVIII,
no ha dado más que media docena de
estudiosos y, entre ellos habría que
ser muy generoso para identificar a un
par de verdaderos especialistas. La
consecuencia de todo ello es que,
precísamente las unidades más anti-
guas que se preservan, todas espa-
ñolas, están poco y muy deficiente-
mente estudiadas. El pasado 4 de
octubre (2004), en una conferencia
pronunciada en Badajoz, descorrí por
primera vez el verdadero orígen del
actual regimiento de Saboya (1591),
unidad que celebra oficialmente su
470 aniversario (desde 1537), aunque
sólamente se le reconociera exis-
tencia histórica desde 1633, precísa-
mente a causa de una certificación sin
valor probatorio que, no obstante,
nadie se había molestado en
cuestionar.
La entrada principal del castillo de
Gante, construído por el ingeniero
italinao Donato di Boni-Pelezzuoli,
entre 1540-1545. (Acuarela de L. van
der Schelden, 1547).
Plano de Middelburg, levantado muy
poco después de la capitulación de
Mondragón (Braun & Hogenberg,
Civitatis Orbis Terrarum, 1575).
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